Maruja Torres ha intervenido este miércoles en la Cadena Ser con un editorial que no ha dejado indiferente a nadie. Durante el programa que presenta Àngels Barceló en la emisora, Hoy por hoy, la periodista ha pedido a los jóvenes que protesten “follando a rienda de camella suelta” en los palcos de la Copa Mundial de Fútbol, organizada por la FIFA y celebrada este año en Qatar, además de reivindicar el sexo y los “polvazos” como protesta en favor de los derechos feministas y de las mujeres, el colectivo LGTBIQ+ y el medio ambiente.

Sin distinción de sexo, religión, orificios ni lenguas, en pelotas, naturalmente, y con chupitos alcohólicos a tutiplén, entre fusiones varias”, ha detallado Torres durante su discurso, promoviendo así con ello la inclusión de todas las identidades sociales y el rechazo a la discriminación entre los jóvenes animando, pero también el consumo de sustancias adictivas.

Antes de estas palabras, la escritora ha pronunciado la frase con la que ha introducido su columna radiofónica para animar a los jóvenes a visibilizar su indignación con un peculiar método de protesta: “Si yo fuera joven y tuviera ganas de protestar, me buscaría una peña de mi onda y condición y me engancharía con ellos y ellas follando a rienda de camello suelta en los palcos presidenciales del estadio de Qatar”.

Torres, por los derechos feministas, LGTBIQ+ y del medio ambiente

Después de esta propuesta, Maruja Torres ha realizado otra: la resistencia civil utilizando un instrumento que se ha popularizado últimamente entre las protestas por el cambio climático ocurridas en los museos internacionales para sujetarse a los marcos de algunas célebres pinturas: “Una buena dosis de pegamento en el lugar estratégico escogido por cada participante en la orgía contestataria, obligaría a los anfitriones, nuestros queridos primos cataríes, a tomar medidas drásticas”.

A continuación, la periodista ha planteado sus hipótesis de actuación por parte de las autoridades de Qatar: “Por ejemplo, liquidar a los infieles, nosotros, poniéndose en evidencia mundial por televisión y en directo, no como han estado haciendo con los obreros que han construido el estadio, asesinados calladamente y en goteo por las inhumanas condiciones laborales que reinan en el reino primo”. “En memoria de los trabadores, por cierto, iría el primer polvazo colectivo”, ha pronunciado Torres en su editorial de la Cadena Ser.

Pero la escritora no se ha quedado ahí, sino que su reivindicación en favor del sexo y los “polvazos” como método de protesta por los derechos de los trabajadores ha precedido a una defensa de los derechos feministas, LGTBIQ+ y del medio ambiente: “Seguido de otro interminable en protesta por el trato que los del Golfo dan a sus mujeres, seguido de otro fervoroso a favor del colectivo LGTBIQ+, seguido de uno más, equilibrístico y kamasutrero, en contra de la explotación de los recursos naturales del planeta, seguido de otro, porque no me gusta y esto es personal, que esos tíos se rasquen en público los testículos o su solar por encima de la chilaba, kamis o tobe tradicionales”.

Como colofón, Torres ha definido con una aparente ironía como “muy flojas” las acciones para denunciar el inminente cambio climático que diferentes activistas han realizado alrededor del mundo, ya que, para ella, “adosarse a una obra maestra o a su marco en un museo” no sería tan efectivo como manera de protestar “pudiendo quedarse uno pegado y en la gloria en un lujoso palco catarí”. “Quién sabe si hasta con el emérito y Jeff Bezos como invitados, lanzando así unos vivas a la República y unos abajos al trabajo precario muy entusiastas y justo en el momento álgido”, ha concluido la periodista apoyando el fin de la monarquía en España con una mención al padre del actual rey Felipe VI, Juan Carlos I, y criticando el sistema capitalista y sus pésimas condiciones laborales con una personalización en el que fuera hasta hace poco la persona más rica del mundo y propietario de la empresa multinacional Amazon.