El enfrentamiento de Kiko Rivera con su propia madre, Isabel Pantoja, ha puesto en el foco mediático la millonaria herencia de Paquirri, además de su polémico reparto. Sin embargo, podría no ser el único engañado.

Según publica La Razón, Isabel Pantoja podría haber mentido a Encarna Sánchez durante la compraventa de La Garza gracias a los actuales propietarios de la finca, Los Vilariño, antiguos arrendatarios de Cantora.

Siempre según La Razón, Isabel Pantoja ocultó a Encarna Sánchez que la finca estaba arrendada a esta familia, además de al notario que dio fe de la compraventa. En el apartado de la escritura que hace referencia a la “situación arrendaticia” de La Garza, la finca de Sánchez, “manifiesta su propietaria que la finca descrita está libre de arrendatarios y ocupantes y que no ha hecho uso en ningún momento del derecho que le reconoce el artículo 26.1 de la vigente Ley de Arrendamientos Rústicos”.

Isabel niega con su amiga presente el arrendamiento, a pesar de que llevaban dos años pagándole el alquiler. Además, tras la muerte de la locutora, Pantoja se siguió embolsando dinero del alquiler de esta finca, algo que no le correspondía, ya que la finca ya era propiedad de su única heredera, Clara Suñer.

En total, durante los veinte años en los que los Vilariño fueron arrendatarios de las tierras de Paquirri y que administraba la cantante, esta se embolsó 1.200.000 euros. Pese a todo, ni su hijo Kiko Rivera, ni Clara Suñer han visto un euro.

David Vilariño confirma a La Razón que "durante 21 años, pagaron a Isabel Pantoja por el arrendamiento de La Cantora (propiedad de ella y su hijo) y de La Garza (la finca que vendió a Encarna Sánchez), más de 1.200.000 euros". Ni cuando su pequeño del alma obtuvo la mayoría de edad ni cunado vendió La Garza a Encarna Sánchez cambió la forma de pago.

"Comenzó en 9 millones al año pero esta cantidad se actualizaba en función del IPC. Al final del contrato, eran aproximadamente unos 60.000 euros anuales. Esa cantidad la cobraba Isabel, muchas veces incluso por adelantado, ya que, durante mucho tiempo tuvo problemas de liquidez. La tuvimos arrendada desde 1992 al 2013, que fue cuando nos rescindió el contrato y eso...¡que nos debía dinero!", asegura.