El 29 de octubre de 2024 y los días posteriores, cuando un filtro marrón se posó sobre los municipios de la provincia de Valencia, y la tragedia de la DANA sembró el absoluto silencio en sus calles, actuaron como luces entre las sombras, como pequeñas bocanadas de aire en una zona completamente devastada escenario de 228 muertes. Entonces, los bomberos del Consorcio Provincial de Valencia trabajaron a destajo para intentar salvaguardar la seguridad de aquellos que sobrevivieron a la tarde noche del 29 de octubre y tratar de poner algo de orden en el desastre y el caos que se instaló hasta en 77 municipios y 8 pedanías de la provincia. 

Nueve meses más tarde de las trágicas inundaciones, esa misma plantilla de bomberos del Consorcio se encuentra con una peligrosa situación que los aboca a ejercer su trabajo sin recursos suficientes, con el riesgo que eso conlleva teniendo en cuenta la temporada de riesgo alto de incendios que supone el verano. Con la escasez de personal en la plantilla como epicentro de las protestas, los bomberos, respaldados por los sindicatos UGT PV, STAS-Intersindical y CGT PV, han iniciado su particular batalla contra la Diputación de Valencia ante lo que consideran un abandono al sector. 

Reflejo de ello están siendo las múltiples protestas que están llevando a cabo para exigir una mejora de las condiciones, así como la dimisión del presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó, y la del diputado provincial de Bomberos, Avelino Mascarell. Este lunes recorrían las calles del centro de la ciudad denunciando la “precariedad” y la “dejadez” desde la Plaza de España hasta el edificio de la Beneficencia, donde se celebró la asamblea del Consorcio y en la que se ha acordado la ampliación de la plantilla con la creación de 23 nuevas plazas para el Consorcio.

Según defienden desde el cuerpo, esta nueva protesta se produjo como consecuencia de la decisión de la Diputación de Valencia de “romper” el preacuerdo que se había ya firmado para conseguir una mejora del servicio y la respuesta a las emergencias “porque dicen que el Consorcio ha superado el techo de gasto”. Como contrapunto a este argumento, lo cierto es que desde el pasado 29 de octubre los bomberos vienen exigiendo que se cubran las 800 plazas de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) ya que en la actualidad no superan los 600 efectivos. Ello deriva en que haya 20 efectivos menos al día en los parques de bomberos, lo que acarrea, a su vez, que algunos no puedan abrir ya que tienen que tener un mínimo de entre 4 y 7 efectivos para estar operativos. 

Propuestas a largo plazo

A pesar del reciente anuncio de las nuevas 23 plazas, el preacuerdo suscrito el pasado mes de marzo no se pudo materializar finalmente. En un principio, la Diputación de Valencia se comprometía a duplicar las contrataciones en un plazo de 6 años, con 15 nuevos efectivos por año a partir de 2027. Según argumentaban, con esto se podría cumplir con las limitaciones de presupuesto tras la DANA. 

Sin embargo, desde los sindicatos lamentan que la única solución que proponen es a largo plazo, de cara a la próxima legislatura. “Nos dijeron que nos iban a modernizar y que iban a invertir tras la DANA, y lo que nos encontramos es una propuesta de incremento de personal a partir de 2027, es una propuesta de personal que ya se tendría que abordar en la próxima legislatura. Y a día de hoy para luchar contra los incendios y en octubre contra una posible DANA, estamos sin vehículos, sin formación, estamos abandonados. El ciudadano tiene que saber que no existe ningún plan y ninguna estrategia para poder afrontar este otoño otra posible DANA”, argumentaron desde el Consorcio a ElDiario.es.

Con este telón de fondo, otra de las recientes protestas que han llevado a cabo se produjo el pasado 17 de julio, coincidiendo con la declaración de Mompó ante la juez de la DANA en la causa que investiga los hechos del 29 de octubre. Concentrados en las puertas de la Ciudad de la Justicia, exigieron la dimisión de Mompó con pancartas en las que se podían leer mensajes como “Poblaciones desprotegidas. Riesgo para las vidas”, “Dirección dimisión, iros con Mazón” o “Mompó, tras la DANA no habéis aprendido nada”. Escasos días después, volvían a manifestar su descontento instando esta vez al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, a tomar cartas en el asunto. 

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