El futbolista del Chelsea y de la Selección Española Marc Cucurella ha concedido una entrevista a La Media Inglesa, y allí, ha hablado de su familia y de sus tres hijos. Uno de ellos padece autismo, y desde el citado medio le han querido preguntar por cómo es la paternidad con un niño con esta condición, con el objetivo de darle visibilidad y naturalizarlo. No obstante, las redes sociales se han llenado de comentarios desagradables hacia el chico y hacia el propio futbolista.

"Es difícil. Nadie te enseña a ser padre. Un hijo autista no entiende las cosas como sus hermanos, hay que aprender a entenderlo. En el colegio no le iba bien, se ofuscaba, no era feliz. No se adaptaba, se quedaba llorando todo el rato. Hacía dos o tres horas y no le gustaba, teníamos que irle a buscar. Eso también afecta mucho: no ves bien a tu hijo y no sabes cómo ayudarlo. Además el fútbol no iba bien... no encontrábamos la manera de ayudarle hasta que encontramos otro colegio en Londres y ya hemos mejorado mucho. Ahí nos ayudan, hacemos charlas, aprendes a llevarlo y lo entiendes. Él se hace entender, pero necesitas conocerlo", expresaba el deportista, en unas palabras muy emotivas cargadas de comprensión.

 

Sin embargo, los comentarios en redes sociales ante esta confesión han sido intolerables, cargados de insultos y desprecios al menor y al propio futbolista.

 

 

 

 

¿Qué es exactamente el autismo?

El autismo, o Trastorno del Espectro Autista (TEA), es una condición del neurodesarrollo que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento. Se manifiesta de manera diversa en cada persona, por lo que se habla de un "espectro". Algunos individuos pueden tener dificultades significativas para hablar o relacionarse, mientras que otros pueden desarrollar habilidades excepcionales en áreas específicas, como la memoria, las matemáticas o la música.

Los síntomas del autismo suelen aparecer en la infancia y pueden incluir la dificultad para comprender normas sociales, la preferencia por rutinas repetitivas y una sensibilidad aumentada o reducida a estímulos sensoriales. Aunque no tiene cura, el autismo no es una enfermedad, sino una forma diferente de procesar el mundo. Con apoyo adecuado, como terapias de lenguaje, ocupacionales y sociales, las personas con TEA pueden mejorar su calidad de vida y desarrollar su máximo potencial. 

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