Ana Obregón se ha convertido en la protagonista de la actualidad política y la crónica social y no por buena causa. Desde que el pasado miércoles la revista ¡Hola! revelase en exclusiva las imágenes de la actriz y presentadora saliendo del hospital con su nueva hija, nacida a través de un vientre de alquiler en Estados Unidos. Esta noticia ha generado un gran revuelo, tanto de críticas como de aquellos que la apoyan, sobre todo después de haber perdido a su hijo Aless Lequio a raíz de un cáncer.

Uno de los ataques más sorprendentes fue el de Antonio Dell’Atte, que aseguró en redes sociales que le gusta Miami “porque es tan grande que puede evitar encontrarte con personas patéticas e insoportables y sobre todo egoísta y egocentrismo… ¡Huir siempre! Mamma mia”. Pero recientemente ha llegado el de Carmen Lomana, que ha lanzado otro dardo envenenado, que ya se caracteriza por no tener pelos en la lengua en las valoraciones sobre la actualidad de la crónica social.

La colaboradora de Espejo Público ha opinado que la actriz está utilizando a su hija para llenar “ese vacío tan grande” que dejó la muerte de su hijo el 13 de mayo de 2020. Además, Lomana ha añadido que “humanamente” la entiende “y si eso le hace feliz…”. “Pero es todo raro ética y sociológicamente, y hay que pensar en esa niña”.

Lejos de quedarse ahí, Carmen Lomana ha remarcado que, pese a que la pequeña va a estar bien cuidada, “cuando Ana Obregón tenga 80-85 años tendrá una hija adolescente y por muy bien que estés los años te pesan y hay una gran diferencia generacional que cómo la vas a comprender”.

Aunque su opinión sobre la gestación subrogada que ha hecho madre a Obregón por segunda vez ha proseguido, y ha sido así como ha llegado un bombazo que ninguno de los presentes en el programa de Antena 3 se esperara. “Yo de lo que estoy segura es que a esta mujer portadora la han inseminado con el semen de su hijo. Lo tengo claro porque es lo único que veo que tiene una razón de ser”, ha dicho.

Ana va a ser abuela y Lequio también. Pienso que ella, en su desesperación, habrá pensado que era la forma de seguir teniendo a su hijo”, ha añadido, generando un gran revuelo en las redes sociales. Horas después, Lomana se reafirmaba en su teoría frente a las cámaras de Europa Press, insistiendo en que piensa “al 99%” que el embarazo subrogado se ha realizado con el “esperma de Aless”.

La celebrity, de este modo, ha remarcado que entiende el embarazo de Obregón como una forma de “ser abuela, ella habría tenido ilusión y no ha podido, y ver una continuación de su hijo cuando ve a esa niña que es muy probable que se parezca”. “Si esto le hace feliz a ella me parece muy bien, pero esa niña nunca le va a quitar el vacío de Aless. Yo la quiero mucho y si esto para ella es lo que cree que debe hacer y está feliz”, ha rematado.

Ana Obregón, madre por segunda vez por vientre de alquiler

Años después del trágico y doloroso fallecimiento de su hijo Aless Lequio, que falleció a una temprana edad a causa de un cáncer y durante la pandemia de coronavirus, la presentadora ha vuelto a confiar en el amor para dárselo a su nueva hija, a quien ha llamado Ana, en su nombre y en el de su madre.

No obstante, la polémica de la noticia no ha estallado porque vuelva a ser madre, sino porque la bebé se haya concebido a través de la práctica de los vientres de alquiler, la cual no está permitida en España y, por ende, ha tenido que realizarla en Miami (Estados Unidos).

Toda España acogió esta información con una sorpresa rotunda. Pese al revuelo político sobre la gestación subrogada y la oleada de críticas, Ana Obregón terminó rompiendo su silencio a través de su cuenta de Instagram con un emotivo mensaje:  "¡Nos pillaron! Llegó una luz llena de amor a mi oscuridad. Ya nunca volveré a estar sola. He vuelto a vivir", celebró.

El embarazo se produjo en junio de 2022, y la bióloga viajó el pasado 16 de marzo, dos días antes de cumplir 68 años, a Miami -donde ha nacido la bebé- sin acompañantes y sin explicárselo a nadie. Como relata la revista, Obregón llegó al hospital, al norte de Miami, a las 8 de la mañana del lunes 20 de marzo para esperar el nacimiento de la niña, que nació ese mismo día en perfecto estado de salud. La actriz permaneció dos días en el hospital, sin separarse ni un minuto de la niña, hasta que el miércoles 22 pudo recogerla tras haber descansado unas horas en un apartamento que había alquilado.