El negacionismo de Vox con respecto a la violencia machista está siendo uno de los puntos candentes del debate político de las últimas semanas, especialmente después de las palabras del número dos de la extrema derecha en Valencia y de conocerse que el candidato a la presidencia de la Comunidad Valenciana por este partido estuvo condenado por maltrato. En relación con estos hechos, el escritor y periodista Benjamín Prado se ha pronunciado con mucha contundencia.

"Lo que ocurre en Cataluña es un reflejo de la política española. La derecha no pacta con la derecha, los independentistas no pactan con los independentistas, el PP pide la luna y se la dan, y pacta también con el Partido Socialista. Es todo un juego de conveniencias, con líneas rojas que son líneas rojas, pero son líneas rojas móviles que se desplazan cuando interesan", ha comenzado exponiendo, en relación al acuerdo entre el PSC y el PP para que Jaume Collboni pueda gobernar, evitando así un posible gobierno independentista en Barcelona.

Acto seguido, ha pasado a exponer su visión sobre la llegada de Vox a las instituciones, lo que ha definido como "un verdadero drama": "La llegada de Vox a las instituciones españolas es un verdadero drama y un importante retroceso democrático. Creo, por poner un ejemplo, que en un país donde hay 1.205 mujeres asesinadas desde que se contabilizan las víctimas y donde se produce una violación cada tres horas, que salga un descerebrado a decir que la violencia machista no existe, que encima es el segundo de a bordo del partido en la Comunidad Valenciana, me parece muy grave. Y que se pacte con ese tipo también es muy grave", ha expuesto. 

 

"No existe la violencia machista" 

El primer choque entre el Partido Popular y Vox con motivo del gobierno de coalición en Valencia se dio después de las palabras del diputado valenciano y ‘número dos’ de la formación de ultraderecha, José María Llanos: “La violencia machista no existe”.

En una entrevista en TVE este viernes, reafirmó esta postura con el telón de fondo del acuerdo entre ambas formaciones de derechas, en la que figura en uno de los apartados el concepto “violencia intrafamiliar”, y con el que se elimina todo rastro de la violencia machista. Llanos argumentó, a la par que su formación, que no cree “que las personas tengan género, sino sexo”: “Las víctimas son víctimas y los delincuentes son delincuentes, sean hombres, mujeres, dependientes, ancianos o niños”.

Unas declaraciones por las que Génova se vio obligado a dar un golpe sobre la mesa. El presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo,fue el primero en condenar dicha postura: “La violencia de género existe y cada asesinato de una mujer nos conmociona como sociedad. Desde el PP no daremos ni un paso atrás en la lucha contra esta lacra. No vamos a renunciar a nuestros principios, cueste lo que nos cueste”, sentenció, postura a la que se sumó el líder del PP valenciano y ahora presidente de la Comunitat, Carlos Mazón.

 

 

Carlos Flores, condenado por maltrato, irá al Congreso

A su vez, también es importante destacar que Carlos Flores Juberías, quien fuera el candidato original por Vox a la presidencia de la Comunidad Valenciana, estuvo condenado por violencia de género y maltrato hacia su expareja. Unos hechos que le obligaron a renunciar al cargo, pero, lejos de ser castigado por el partido de extrema derecha, Flores irá como número uno por la provincia de Valencia a las listas del Congreso de los Diputados para los comicios del 23 de julio. 

Flores fue condenado en 2002 por un “delito de violencia psíquica habitual” con “coacciones, injurias y vejaciones” contra su exmujer por la Audiencia Nacional. La sentencia reflejaba que el acusado había ejercido quebranto psicológico” contra la madre de sus hijos. Además, la Sección Quinta de la Audiencia Provincial rechazó el recurso del protagonista de estas líneas, por lo que el ahora cabeza de lista valenciano fue condenado a un año de cárcel, se le inhabilitó el mismo tiempo para ser elegido por sufragio pasivo, se le prohibió el acercamiento a su exmujer durante tres años y se le interpuso una indemnización por responsabilidad civil de 6.000 euros.

Los antecedentes penales se consideran extinguidos y tanto él como Vox -partido empeñado en negar la violencia de género- entienden que su pasado no le inhabilita actualmente. “No tengo ninguna cuenta pendiente con la Justicia. Las que en su día tuve las saldé sobradamente”, defendía en una ocasión Flores, quien asumía: “Todos, en un momento determinado de nuestras vidas, hemos dicho o hecho cosas de las que luego te arrepientes”.

Pero la realidad es que los hechos y las declaraciones que recogían la sentencia mencionada eran graves y contiene amenazas como “te voy a estar jodiendo toda la vida hasta que te mueras y acabe contigo” e insultos como “ladrona, secuestradora de niños” o “dueña de calabozo”. Unas palabras que pronunciaba debajo del balcón de su exmujer, pero también delante de la puerta del colegio de su hija. Es más, el documento recoge que en una ocasión la mayor de las hijas tuvo que solicitar ayuda a unos agentes. Entretanto, Flores recurrió que su expareja le tenía animadversión porque había perdido la condición de mujer de profesor de Universidad.