“El dinero ha transformado la sociedad humana, lo que permite el comercio y el intercambio incluso entre localidades muy dispersas geográficamente. Permite la transferencia de riqueza y recursos en el espacio y el tiempo. Pero, durante una buena parte de la historia humana, también ha sido objeto de voracidad y depredación”. Así explica Eswar Prasad, profesor de la universidad de Cornell, cómo la moneda ha marcado y marca nuestras vidas.

Lo hace en un libro titulado The Future of Money: How the Digital Revolution Is Transforming Currencies and Finance, tal y como recoge el Fondo Monetario Internacional en su web.

El dinero está ahora mismo en la cúspide de la transformación

Una nueva era

Prasad afirma que el proceso de cambio de divisas físicas a criptomonedas provocará cambios positivos y otros que pueden no serlo tanto. “El dinero está ahora mismo en la cúspide de una transformación que podría remodelar la banca, las finanzas e incluso la estructura de la sociedad”.

El experto asegura que “la era del dinero físico está llegando a su final, incluso en los países de ingresos bajos y medios; la era de las divisas digitales ha comenzado”.

La volatilidad de las criptomonedas ha puesto de manifiesto su ineficacia como medios de intercambio

Inestabilidad

Prasad asegura que “la emergencia de criptomonedas como Bitcoin, al principio parecían capaces de revolucionar los pagos”. Sin embargo, “la volatilidad de sus precios y los límites en los volúmenes de transacción y tiempos de proceso”, han puesto de manifiesto su “ineficacia como medios de intercambio”.

Eso ha provocado el nacimiento de las denominadas “monedas estables”, la mayoría de las cuales “irónicamente consiguen que su valor sea estable por estar respaldadas por dinero de bancos centrales y valores del gobierno”. Estas “están ganando tracción como medios de pago”.

La tecnología blockchain está sirviendo de catalizador para cambios más profundos en el dinero y las finanzas

Blockchain

Pero el principal cambio procede, no de las criptomonedas en sí mismas, sino de “la tecnología blockchain subyacente”, que está sirviendo de catalizador para cambios más profundos en el dinero y las finanzas.

Estas modificaciones afectarán a los “hogares, corporaciones, inversores, bancos centrales y gobiernos de forma profunda”. Incluso, está provocando el surgimiento de “nuevos activos digitales”, como los NFT [non-fungible tokens].

Por otro lado, “los bancos centrales están preocupados por las implicaciones, tanto para la estabilidad financiera como económica, si los sistemas de pago descentralizados [surgidos de Bitcoin]”.

Las criptomonedas creadas por bancos centrales pueden ampliar la inclusión financiera

CBDC

Como respuesta a esas preocupaciones, “los bancos centrales están contemplando lanzar formas digitales de divisas para pagos minoristas”. Las denominadas divisas digitales de bancos centrales [CBDC por sus siglas en inglés].

Los objetivos de estas medidas van desde “ampliar la inclusión financiera”, hasta “incrementar la eficiencia y estabilidad de los sistemas de pago, al crear una opción de pago pública como red de seguridad [el papel que ahora juega el dinero físico]”.

Las CBDC “tienen otros beneficios potenciales”. Según Prasad, pueden “dificultar actividades ilegales como el narcotráfico, el lavado de dinero y la financiación del terrorismo que se basan en transacciones anónimas de dinero”.

Otra de las posibilidades es que haga aflorar la economía sumergida, para que sea más difícil evadir impuestos. “Los pequeños negocios se beneficiarán de menores costes de transacción y evitarán las incomodidades y riesgos de manejar dinero físico”.

Aunque se incluyan medidas para proteger la privacidad, existirá un registro de todas las transacciones

Riesgos

Sin embargo, las CBDC tienen desventajas: “Por una parte, supone riesgos para el sistema bancario”. El autor se pregunta qué pasaría si los hogares cambiaran su dinero de un banco normal a carteras digitales de bancos centrales, por considerarlas más seguras.

Esa situación podría provocar que los bancos comerciales se quedaran sin depósitos y un banco central se encontraran en la “indeseable posición” de tener que cambiar su estrategia de crédito.

Pero la gran preocupación es la potencial pérdida de privacidad. “Incluso aunque se incluyan medidas de protección para asegurar la confidencialidad, cualquier banco central querría tener un registro válido de transacciones, para asegura que su divisa digital se usa solo con fines legítimos”.

Por tanto, “una CBDC, por tanto, presenta el riesgo de destrucción eventual de todo vestigio de anonimidad y privacidad en las transacciones comerciales”.

Pública o privada

Otra consecuencia de este cambio es “un nuevo asalto en la competitividad entre divisas oficiales y privadas”, que se está gestando “tanto en escenario domésticos, como internacionales”.

Según su análisis, “la proliferación de tecnologías digitales que está impulsando la transformación, podría fomentar innovaciones y ampliar el acceso a los servicios financieros básicos”.

Sin embargo, no todo son buenas noticias: “Existe el riesgo de que las tecnologías puedan intensificar la concentración de poder económico y permitir que las grandes corporaciones y los países puedan inmiscuirse aún más en nuestras vidas financieras y privadas”.

Los bancos comerciales, se enfrentan a cambios impulsados por las tecnologías

Retos para la banca

El autor asegura que “las instituciones financieras tradicionales, especialmente los bancos comerciales, se enfrentan a cambios impulsados por las tecnologías en sus modelos de negocio”.  El principal es el crecimiento de los bancos digitales, que “tienen la capacidad de llegar a más clientes y plataformas web”.

Además, “estas nuevas instituciones y plataformas están intensificando las competitividad, impulsando la innovación y reduciendo costes”.