“Nuestro país y el mundo civilizado en general se enfrentan a dos grandes retos: la crisis climática y la desigualdad. Creemos que la desigualdad se está ensanchando y, si no hacemos algo, el mercado desde luego no lo va a revertir”. Es la advertencia de Sara de la Rica, directora de la Fundación ISEAK y Catedrática de Economía en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), que destaca el impacto de esas diferencias en la brecha económica.

De la Rica es una de las autoras del capítulo La igualdad en el empleo como vía para la igualdad de ingresos del libro Desigualdad y pacto social, impulsado y publicado por El Observatorio Social de la Fundación “la Caixa”. En él se analizan las condiciones que están ensanchando la brecha y las posibles soluciones a su principal causa: la desigualdad laboral.

La investigadora explica que “en ISEAK trabajamos en muchos ámbitos de la desigualdad. Por eso nos pareció interesante aportar nuestra visión en el campo en el que tenemos más expertise, que es el mercado laboral”.

Desde 2008 se ha ensanchado la brecha de desigualdad incluso entre personas que tienen trabajo

Brecha de desigualdad

El estudio se centra en dos aspectos: quien tiene trabajo frente a quien no lo tiene; y, dentro de las personas o colectivos con empleo, las distintas condiciones de esos trabajos.

“Desde la crisis de 2008 lo que hemos visto es que se ha ensanchado la brecha incluso entre personas que tienen trabajo. Por eso ahora decimos que existe la pobreza laboral, que hay personas pobres incluso aunque tienen un empleo”, señala De la Rica.

Otro aspecto que han estudiado es “qué pasa cuando estamos en un momento de expansión y qué cuando es de recesión”.

Tenemos un mercado laboral muy anómalo

Volatilidad

Esa evolución es importante porque “la desigualdad es muy volátil en nuestro país”. Un problema que “está muy relacionado con el desempleo. Es un detalle que en otros países no sucede. El desempleo sube y baja tanto según el momento del ciclo en el que estemos, que la desigualdad lo sigue”. Algo que no ocurre con tanta intensidad en ningún país de nuestro entorno.

Tenemos un mercado laboral muy anómalo, porque existen colectivos muy protegidos frente al desempleo frente a otros altamente desprotegidos. Los primeros son los insiders, que son personas con un contrato indefinido, en general de mayor edad y antigüedad en sus puestos de trabajo. Frente a esto, conviven colectivos que sufren muchísimo la temporalidad y los despidos continuados”, explica.

Según sus datos, “la temporalidad no ha dejado de aumentar hasta 2020. Hay ciertos colectivos que están siempre expuestos a quedarse sin trabajo y, por tanto, a ser quienes padecen la creciente  desigualdad”.

En España quien sufre el desempleo tiende a quedarse en él

Desempleo crónico

Un hecho que también es bastante anómalo en nuestro país relativamente a los países de nuestro entorno es la cronificación en el paro: “En España quien sufre el desempleo tiende a quedarse en él, pues encuentra dificultades para volver a acceder a un empleo, en particular si los niveles educativos no son suficientes. Eso vuelve a llevar a estas personas, que no solo pierden el trabajo, sino que es muy difícil que vuelvan a uno, a la cola de la desigualdad. Son los colectivos que más lo sufren”.

La edad también es un elemento clave: “Quien cae en el desempleo en España a partir de los 45 años tiene un enorme problema para volver a un empleo”, dice De la Rica, porque las empresas son muy reticentes a contratar personas a partir de determinada edad en general.

Debe haber una apuesta mucho más firme por la educación

Acceso al trabajo

En cuanto a los factores que dificultan el acceso a un trabajo, uno de los principales es “ser joven y tener un nivel educativo bajo. Además, esto ha crecido con el tiempo. Hoy en día, una persona con un nivel educativo que no vaya un poco por encima del obligatorio, tiene muchas probabilidades de caer en el desempleo". Y, por tanto, se situa siempre en la cola baja de ingresos.

Por tanto, “debe haber una apuesta mucho más firme por la educación. No podemos permitir las tasas de abandono temprano que sufre nuestro país, que implica que haya personas jóvenes que no tengan estudios más allá de los obligatorios. Debemos acercarnos a los países de nuestro entorno en las tasas de abandono temprano. Para  esto los grados duales pueden ser una oportunidad, pues les ofrecen un salario – muchos de estos colectivos podrían tener que colaborar en sus familias-  que les permitan alcanzar una FP, que tiene en general una alta empleabilidad".

Salarios bajos

En el caso de las personas que sí tienen un trabajo, una de las claves que explican la existencia de esa brecha "es el bajo nivel salarial. La recuperación de crisis de 2008 se produjo a partir de una enorme devaluación salarial que afecta sobre todo a personas jóvenes, mujeres e inmigrantes. Esos colectivos son los que más han sufrido y soportado los bajos salarios que se han producido a partir de esa recuperación”.

Las mujeres tienen un problema añadido: “La parcialidad. Si trabajas menos horas, lógicamente tu remuneración es menor, y esto sitúa también a muchas mujeres a la cola de ingresos, y en consecuencia, sufren más profundamente" las diferencias en los ingresos.

Y las diferencias son grandes en cuanto a tasas de parcialidad: un 25%, frente al 8% de los varones. “En gran parte es una parcialidad no deseada: o bien trabajan menos horas porque no pueden encontrar un trabajo a tiempo completo o bien porque tienen que conciliar con su vida personal”.

Esto incide “de manera muy directa en la desigualdad laboral en España. Hay que trabajar para que las mujeres tengan una jornada laboral tan plena como la de los hombres. Y no queda otra que implicar mucho más a los varones en todo el tema de cuidados, bien sean niños o personas mayores”. Un aspecto en el que “parece que la sociedad se conforma”, al contrario que en otros países comparables.

Otra circunstancia que está agravando la situación son “la digitalización y la automatización”. El principal reto al que nos enfrentamos a este “es la recualificación de las personas". Que, según de la Rica, está muy relacionada con esa brecha: "O somos capaces de entrar en una dinámica sistemática de recualificación a lo largo de la vida o tendremos personas que se van quedando atrás y volveremos a ensanchar esa brecha”.