El Observatorio Social de la Fundación “la Caixa” se ha propuesto un reto, no solo encomiable, sino sobre todo necesario: “Ofrecer un retrato preciso de la extensión de la desigualdad en España, sus factores determinantes y las políticas necesarias para su reducción”.

El resultado ha sido la publicación del libro Desigualdad y pacto social, que recoge once investigaciones, plasmadas en otros tanos capítulos. El coordinador de esta obra es Luis Ayala Cañón, profesor de Economía en la UNED. Hemos hablado con él para que nos explique cuál es la situación actual de este problema en nuestro país.

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España está entre los países europeos con mayor desigualdad desde hace 30 años

Desigualdad estructural

“La puerta de entrada a todos los estudios es la constatación de que en los últimos 30 años, pero sobre todo más recientemente, lo midas como lo midas, España está entre los países europeos con mayor desigualdad”, explica Ayala.

Y añade que “el problema no es que sea algo específico de los países del sur de Europa, sino que estamos en un grupo con otros que tienen muy poco que ver con España por sus características económicas e institucionales, como Bulgaria, Letonia, Lituania o Rumanía”.

Se trata, por tanto, de “un problema estructural y por eso es importante que lo abordemos desde distintas perspectivas”.

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La globalización de la economía ha agudizado el problema

Datos preocupantes

El primer dato preocupante en el caso de nuestro país es “la magnitud, ya que se trata de una desigualdad muy elevada en el contexto comparado”. Algo que Ayala califica de “innegable”, aunque matiza que “es verdad que en todos los países en los últimos 30 años ha crecido”.

Entre las causas de ese aumento común de de estas diferencias, señala factores relacionados con “la globalización de la economía” y con la “incapacidad de las políticas públicas para reducirlas”.

Aun así, “nos tenemos que seguir preguntando por qué en España es tan alta”.

Medio siglo bajo la lupa

El equipo coordinado por Ayala ha analizado los últimos 50 años para tratar de entender “qué pasa con la desigualdad en las distintas etapas de crecimiento de la economía”, tanto en épocas expansivas, como cuando se produce una recesión.

Y destaca “una constatación que nos ayuda a entender por qué en España es tan alta: el rápido crecimiento de la desigualdad en épocas “de vacas flacas” y la reducción mucho más moderada en tiempos de bonanza económica”.

Por eso, “cada vez que hay una crisis, se produce una sacudida muy grande en términos de igualdad y nos cuesta mucho recuperar los niveles previos a ese cambio”, razona. Sobre todo, apunta a “la última gran crisis, la de 2008”. Un momento en el que se registró un incremento muy importante de esas diferencias “y, cuando parecía que estábamos empezando a corregirla, llegó la pandemia”.

En España, el mayor peso sobre la renta total lo tienen las del trabajo

Distribución de la riqueza

Como nos explica él mismo, en el fondo, los elementos que determinan cómo se comporta este problema son los mismos que definen cómo se compone la renta en nuestro país.

Por eso, han analizado el impacto de las rentas del trabajo y “cómo corrige la desigualdad en esas rentas primarias el sector público con impuestos y prestaciones”.

Esta última contribución “se ha ido reduciendo en el tiempo”. Aunque fue creciendo entre los años 70 y los 90, a finales de esa década cambió la tendencia y “cada vez se ha ido reduciendo menos la desigualdad por el sistema de impuestos y prestaciones”.

Esa falta de capacidad del sector público “nos hace poner el foco en cómo se distribuyen las rentas primarias de los hogares: las rentas del trabajo, rentas por cuenta propia o rentas del capital”.

En España, el mayor peso sobre la renta total lo tienen las del trabajo, que “tienen un peso muy importante sobre la desigualdad”. Según su análisis, “en los últimos 20 años se han producido tensiones en el mercado de trabajo que han provocado “un aumento de esta en las rentas primarias”.

El grupo de rentas medias es cada vez menor

El papel de las rentas medias

Otro elemento clave para explicar las diferencias en nuestro país es el papel de las rentas medias, como Ayala nos recomienda denominarlas, en lugar de clases medias, porque este último “es un concepto más complejo que solo las rentas”.

Su evolución hasta los años 90 “fue positiva, ganando peso”. Pero, a partir de esa década, la tendencia ha sido de disminución. “Sobre todo, con la crisis de 2008, cuando una de cada seis personas que estaban en este grupo pasaron al de renta baja”.

Esta recomposición de la población se puede apreciar en comparación con otras naciones. La nuestra “tiene poco que ver con la de los países centroeuropeos como Francia o Alemania y menos todavía con la de los nórdicos. En el peso de las rentas medias sobre el total nos parecemos bastante más a los anglosajones”.

Ayala llama la atención sobre el estrato de rentas medias-bajas, que “está muy relacionado" con este problema. "Los países que consiguen que no se transformen en de rentas más bajas son los que consiguen controlarla más”, añade Ayala.

Las situaciones de vulnerabilidad y pobreza se han vuelto más crónicas

Dinámica de renta

“Un dato preocupante -cuando observamos lo que ha sucedido en los últimos 15 años, con independencia de los ciclos- es que las situaciones de vulnerabilidad y pobreza se han vuelto más crónicas”.

Es decir, hay “mucha más gente que pasa tres años por lo menos por debajo del umbral de la pobreza”. Esta situación es, además, más frecuente “en los hogares más jóvenes, en los que hay niños o jóvenes, lo que es un factor de riesgo social para el futuro”.

A esto se suma la pandemia, “que ha supuesto un shock en términos de desigualdad y pobreza”. Según sus datos, en 2020 se registró un incremento notable del número de hogares sin ingresos.

Y se produjo en un momento poco favorable: “Cuando todavía no habíamos llegado a la situación anterior a la crisis de 2008, de repente se produce otro frenazo muy grande. Y eso hace que durante década y media muchos hogares se hayan encontrado en situación de vulnerabilidad”.         

Un análisis completo

La idea del libro ahora publicado era “abordar un estudio muy comprensivo y multidisciplinar de la desigualdad con el objetivo último de analizar qué dificultades y posibilidades existen para reducirla”.

Ayala firma también, junto a Olga Cantó, de la Universidad de Alcalá, el capítulo que pone en contexto el resto de las investigaciones, Radiografía de la desigualdad en España.