En verano (y, si me apuras, desde marzo–abril), algo que no puede faltar nunca en nuestra rutina de cuidado de la piel es la crema solar. Pero, ¿cómo elijo la mejor crema sin dejarme un pastizal? Y a veces, ni esas son buenas.
¿Por qué las cremas solares de marca blanca pueden ser mejores que las más caras?
Os pongo un ejemplo: el otro día estaba en la piscina con mi familia y mi madre empezó a hablar de las protecciones solares de supermercados como Mercadona o Lidl. Ella decía que, tras pasarlaos por Yuka (una app que analiza ingredientes de alimentos y cosméticos y les da una puntuación de salud de 0 a 100), le salían con mejor nota que marcas renombradas como Piz Buin o La Roche‑Posay. Aquí surge la primera pregunta:
¿Por qué no todas las cremas solares son iguales?
Vaya por delante que, como sabes, en El Telescopio ninguna marca nos paga ni nos da ninguna compensación de ningún tipo por hablar de ella. Así que, todo lo que ves en este contenido es frtuo de nuestra experiencia, investigación y conversaciones con personas expertas.
Nuestra piel reacciona distinto según la textura y la compatibilidad de los filtros
Eficacia real
Aunque la etiqueta ponga SPF (factor de protección solar) 50 o “amplio espectro”, la eficacia real depende de la formulación, la fotoestabilidad de los filtros y los ingredientes secundarios (antioxidantes, emolientes, conservantes). Un estudio comparativo de la Universidad de São Paulo (2019) analizó 30 protectores solares baratos y de marcas conocidas: con aplicación correcta, muchos de los de marca blanca cumplían exactamente el SPF anunciado, pero mostraban diferencias en la resistencia al agua y la estabilidad frente a radiación UVA prolongada.
Además, nuestra piel reacciona distinto según la textura y la compatibilidad de los filtros. Las fórmulas con óxido de zinc micronizado o dióxido de titanio (filtros físicos) suelen ser mejor toleradas en pieles sensibles, mientras que los filtros químicos como avobenzona u octocrileno ofrecen acabados más ligeros, pero pueden generar algo de calor o picor si tu piel es más sensible.
Cuál elegir
Pero, sin más teoría, vamos a la práctica: la guía definitiva para elegir el mejor filtro. Los hay de tres tipos: físicos, químicos y mixtos.
Los filtros físicos (minerales) suelen contar como elementos principales con óxido de zinc u dióxido de titanio. Actúan por reflexión y dispersión de la radiación. Entre sus ventajas, tienen un efecto inmediato y un mínimo riesgo de irritación.
Los químicos, como la avobenzona, el octinoxato o el homosalato, absorben la radiación y la transforman en calor. En otras palabras, el filtro “atrapa” la luz ultravioleta y la convierte en una forma de energía inocua (un poquito de calor), con lo que impide que dañe tu ADN celular. Las ventajas son su textura ultraligera y mejor sensación “sin residuo blanco”.
Otra opción son los mixtos, que combinan ambos para protección “espectro total” (UVB + UVA). Estos protectores combinan ingredientes para que, al mismo tiempo que protegen muy bien del sol, se apliquen con comodidad y no irriten. Según Photodermatology (2023), las combinaciones de filtro físico–químico más estables bajo exposición continua al sol incorporan Mexoryl XL/SX (L’Oréal) o Tinosorb S/M (BASF), capaces de mantener más del 95% de eficacia UVA tras 8 horas de radiación.
Productos concretos
Pero mi intención cuando decidí redactar este contenido era seleccionar productos concretos que realmente funcionan (y triunfan en Yuka). Para acertar, escaneamos con esta aplicación (cuya escala va de 0 a 100 puntos) estos productos que combinan estudios clínicos y alta puntuación:
ISDIN Fotoprotector Fusion Water SPF 50+
- Yuka: 82/100
- Clínico: tolerancia ≥ 99 % en pieles atópicas⁵
Eucerin Sensitive Protect Lotion SPF 50+
- Yuka: 82/100
- Journal of Dermatological Science: mínima incidencia de reacciones (≤ 1 %)⁶
La Roche‑Posay Anthelios Ultra SPF 50+
- Yuka: 80/100
- Filtros clave: Mexoryl SX/SXL + octocrylene
- Aval científico: Fotoprotección UVA > 98 % tras 4 h de inmersión³
La Roche‑Posay Anthelios Invisible Fluid SPF 50
- Yuka: 78/100
- Ensayo in vitro: fotoestabilidad 92 % tras irradiación continua⁴
Delial SPF 50+ Spray (Mercadona)
- Yuka: 75/100
- Filtros minerales micronizados
- Universidad de São Paulo (2019): cumplimiento exacto de SPF anunciado al 98 %¹
Cien Sun Protect SPF 50 (Lidl)
- Yuka: 78/100
- Mixto físico–químico; test in vitro demuestra protección estable tras inmersión de 20 min³
Por si te interesan más productos de la gama Lidl te dejo este video de TikTok en el que una dermatóloga habla sobre ellos y sus propiedades.
Apps y webs para elegir sin complicaciones
Pero, como es mejor enseñarte a pescar que darte un pez, aquí te dejo algunas de mis aplilcaciones y webs favoritas para elegir cremas solares y otros productos. La primera, como te puedes imaginar, es Yuka, que ofrece un análisis rápido de ingredientes y alertas de tóxicos.
Otra en la que puedes consultar la fotoestabilidad real de cada filtro es SkinCarisma. Para detección de disruptores hormonales y conservantes controvertidos, te recomiendo Think Dirty. Por supuesto, también la OCU Cosméticos, que publica ensayos comparativos de laboratorio y comparador de precios.
Trucos para exprimir al máximo tu crema solar
Usa siempre la cantidad correcta: aplica 2 mg/cm² de piel (equivale a un dedo de crema para rostro y otro para cuello). No olvides reaplicar cada 90–120 min, incluso si es resistente al agua. ¡Ah! y no olvides orejas, nuca y empeines.
Cuida el cuero cabelludo y la raya del pelo: muchas quemaduras vienen de no proteger justo esa zona. Usa un spray corporal o específico para cabello, aplícalo directamente sobre la raya y masajea suavemente; alterna con un pañuelo o gorra para sombra adicional. Porque la crema solar por sí sola no es suficiente. Debes usar también algo que te tape la cabeza, gafas UV y tejidos ligeros.
Otro aspecto importtante del que a veces nos olvidamos es revisar la caducidad. Ten en cuenta que, tras 12–24 meses, los filtros pierden hasta un 20 % de eficacia.
Protección solar y sostenibilidad
El último punto que tienes que tener en cuenta es la sostenibilidad. No todo vale: algunas fórmulas dañan los arrecifes (oxibenzona, octinoxato). Busca sellos “reef‑safe” (seguro para los arrecifes) y envases recargables o reciclados. En este aspecto, destacan ISDIN Solar Water Recargable, con spray recargable y filtro mixto; y MyReef® Sunscreen, libre de tóxicos marinos y empaquetado biodegradable.
Además de cuidar nuestra piel, optar por protectores solares sostenibles ayuda a reducir nuestro impacto ambiental. Al elegir fórmulas “reef‑safe” libres de oxibenzona y octinoxato protegemos la biodiversidad marina, mientras que los envases recargables o fabricados con plástico reciclado disminuyen el uso de recursos vírgenes y la generación de residuos. Según un estudio de la Universidad de Stanford (2024), las cremas solares con envase recargable reducen hasta un 60 % de la huella de carbono asociada al envasado⁷. De este modo, nuestra rutina de cuidado no solo nos protege del sol, sino que colabora activamente en la conservación de océanos y ecosistemas.