Hace menos de una semana, con motivo del día internacional de la preservación de la capa de ozono, les explicábamos que el Protocolo de Montreal, adoptado tras la Convención de Viena, consiguió que los gobiernos, los científicos y la industria se comprometieran a trabajar juntos para eliminar el 99 por ciento de todas las sustancias que reducen la capa de ozono. Su aplicación ha hecho que se esté recuperando y se espera que vuelva a los valores anteriores a 1980 para mediados de siglo.   

Como explica Naciones Unidas, cuando los científicos descubrieron, a finales de la década de 1970, que se estaba creando un agujero en este escudo protector como consecuencia de la actividad humana, hicieron saltar la alarma: la situación amenazaba con aumentar los casos de cáncer de piel y cataratas; así como dañar plantas, cultivos y ecosistemas. 

La capa de ozono nos protege de las radiaciones nocivas que llegan a la Tierra desde el Sol

Los avances desde entonces son notorios, pero aún nos queda mucho por hacer. Y, como una parte sustancial de nuestra audiencia nos ha pedido más información sobre el asunto, nuestro compañero Borja García ha preparado una de sus infografías con todo lo que hay que saber sobre el asunto. 

Como explica Borja, la capa de ozono es un cinturón de este gas que ocupa parte de las estratosfera que actúa como filtro o escudo protector de las radiaciones nocivas que llegan a la Tierra desde el Sol.  

Por ella pueden pasar los rayos infrarrojos y los UVA-A, pero impide que lo hagan los UVA-B y UVA-C, que son los que provocan mayores daños en la salud de los humanos y en el medioambiente.  

En el cremimiento del agujero de la capa de ozono influyen sobre todo el calentamiento global y los gases de efecto invernadero

El agujero de la capa de ozono, en cuyo crecimiento influyen sobre todo el calentamiento global y los gases de efecto invernadero, tiene como consecuencia cáncer y otras enfermedades de la piel en los humanos, además de destrucción de nuestros sistema inmunológico y problemas oculares. En los océanos, disminuye el plancton y, por tanto, el alimento disponible para las especies marinas.  

Así es la capa de ozono