La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha presentado este miércoles en el Parlamento Europeo el plan Próxima Generación Unión Europea, centrado en el Fondo de Reconstrucción para paliar el impacto de la crisis del coronavirus en los Estados miembros y en el presupuesto plurianual comunitario para el periodo 2021-2027.

Por un lado, el Fondo de Reconstrucción contará con una dotación total de 750.000 millones de euros, de los que 500.000 millones se destinarán a través de transferencias directas y 250.000 millones mediante préstamos reembolsables. Una “inversión común en nuestro futuro que no tendrá que ver con las deudas del pasado”, ha valorado la presidenta de la Comisión.

En cifras, España recibiría 140.446 millones de este plan, de los que 77.324 se harían a través de transferencias no reembolsables y 63.122 millones serían mediante préstamos que el Gobierno tendría que devolver. De esta forma, sería el segundo país más beneficiado del fondo por detrás de Italia, con 172.745 millones. Además, la presidenta ha defendido estas subvenciones: “El pacto europeo siempre se ha basado en subvenciones, no es nada nuevo”.

Por otro lado, Von der Leyen también ha anunciado un presupuesto plurianual de la Unión Europea de 1,3 billones de euros para el periodo 2021-2027. Así, el total del plan Próxima Generación Unión Europea tendría una dotación de 2 billones de euros, con el objetivo de hacer frente a las consecuencias de la crisis del coronavirus.

La presidenta de la Comisión Europea ha recordado que la Unión Europea nació con el objetivo de “construir una paz duradera donde no había más que dolor, pesar y destrucción”. En esta línea, defiende un salto conjunto hacia adelante. “Lo que empezó con un virus minúsculo e invisible se ha convertido en una crisis económica que no podemos evitar”, reconoce Von der Leyen.

Nuevos impuestos

Además del Fondo de Reconstrucción y el presupuesto plurianual, la representante de la Comisión Europea ha avanzado nuevos instrumentos de recursos propios, con el fin de conseguir créditos en los mercados financieros. “Se trata de una necesidad urgente ante una crisis urgente y excepcional”, defiende la presidenta.

Entre otros, ha destacado la creación de impuestos compensatorios para productos no ecológicos procedentes de ultramar, con lo que se conseguiría “miles de millones de ingresos que contribuyan al bien común general”.

De cara al futuro, ha abogado por proteger el tejido económico y social y el mercado único, así como requilibrar las balanzas de pagos de la Unión Europea hacia una Europa “verde, digital y resiliente”. En esta línea, defiende un “nuevo pacto generacional para el futuro” para que las futuras generaciones puedan mantenerse gracias a la creación de un “sistema resiliente ante futuras crisis”.

El objetivo final es conseguir “una unión neutral, digital, más sólida, más robusta y mejor dotada que la Europa anterior”, en palabras de Von der Leyen, que ha terminado su intervención con un mensaje de esperanza: “Larga vida a Europa”.