El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha asegurado que este país va a seguir ofreciendo el suministro de gas a los mercados mundiales, de manera ininterrumpida, a pesar de las tensiones geopolíticas en la frontera con Ucrania. Sin embargo, ha advertido que está en contra de aprovechar la transición energética para promover intereses políticos y económicos o para la imposición de sanciones.
“Tiene la intención de continuar con el suministro ininterrumpido de esta materia prima a los mercados mundiales, mejorar la infraestructura relevante y aumentar la inversión", ha prometido Putin sobre el suministro de gas ruso.
El líder ruso ha garantizado así el suministro al resto del mundo como parte de su discurso en la sesión inaugural del Foro de Países Exportadores de Gas. Asimismo, el presidente de Rusia ha puesto en relieve el fuerte crecimiento de esta energía como una de las más respetuosas con el medio ambiente.
"Estamos convencidos de que redunda en interés de la comunidad mundial garantizar que la transición energética no se convierta en un medio para promover los intereses políticos y económicos de actores individuales y, además, no vaya acompañada de sanciones u otras restricciones", ha matizado después en su discurso.
Bruselas advierte de efectos en la economía europea
El mensaje de calma que ha lanzado Putin queda muy lejos de la advertencia de Bruselas sobre la decisión del máximo responsable ruso, que ha ordenado la entrada de las Fuerzas Armadas rusas en las regiones de Donetsk y Lugansk. El comisario de Economía europeo, Paolo Gentiloni, ha alertado de que esta decisión elevará “fuertemente” la incertidumbre económica de la Unión Europea a nivel general.
"La incertidumbre continúa a nuestro alrededor y la violación de la legislación internacional a través del reconocimiento de Rusia de los dos territorios separatistas en Ucrania aumentará fuertemente esta incertidumbre", ha señalado el comisario en una conferencia convocada por la dirección general y el Comité Europeo Económico y Social.
El comisario de Economía ha dejado entrever que el conflicto en la frontera podría afectar al crecimiento económico de la Unión Europea, que ya revisó a la baja para este año hace apenas unas semanas.