El conflicto entre Rusia y Ucrania continúa afectando a la economía a nivel internacional y a primera hora de este martes el precio del barril de petróleo se ha acercado a los 100 dólares. El precio del petróleo ha reaccionado con fuertes subidas tras la decisión del presidente ruso, Vladimir Putin, de reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk y de ordenar a las Fuerzas Armadas de Rusia desplegarse en estos territorios en una “misión de mantenimiento de la paz”.
El barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, se ha encarecido más de un 4% al arranque de la negociación bursátil de este martes, hasta alcanzar niveles en los 97,28 dólares. El precio del barril no frena y ya registra niveles máximos de septiembre de 2014. De hecho, tocó los 100 dólares el 8 de septiembre de 2014 por última vez, hace más de siete años. Por otro lado, el precio del barril de crudo WTI, de referencia en Estados Unidos, se ha encarecido un 4,5% a primera hora hasta los 95,19 dólares.
El precio del petróleo cotiza en máximos de 2014 desde hace semanas y se ha encarecido por las tensiones geopolíticas en la frontera entre Ucrania y Rusia. Además, la baja oferta de crudo ha afectado al encarecimiento del precio del barril, por la decisión de la OPEP+ de aumentar de forma gradual la producción en 400.000 barriles diarios, con el objetivo de recuperar los niveles previos a la pandemia, pero sin esperar cambios en las próximas reuniones.
Ambos factores han provocado el encarecimiento del petróleo y los precios de referencia acumulan una fuerte subida en lo que va de año. En el caso del Brent europeo, la subida ya es superior al 23% desde el pasado 1 de enero; mientras que el barril WTI, de referencia en Estados Unidos, es alrededor de un 27% más caro desde la llegada de 2022.
Los altos precios del petróleo son, en parte, responsables del encarecimiento de los carburantes, en máximos históricos. No obstante, además de las materias primas, la factura de la gasolina o el gasóleo está marcada por otros costes e impuestos, a pesar de que España es uno de los países europeos con menor carga fiscal en este ámbito.
