El precio del barril de Brent ha venido experimentando, como el resto del sector energético, una fuerte tensión de precios. El barril de Brent lleva sin bajar de los 100 euros desde el mes de abril, aunque parece menor a la escalada que han experimentado otros productos derivados como la gasolina y el gasóleo, que también se encuentran disparados. Aunque se trata de productos derivados no van necesariamente de la mano. Al igual que sucede con otros protagonistas energéticos como la electricidad o el gas, la guerra de Ucrania y las sanciones a Rusia están teniendo importantes repercusiones en el precio de la energía.

Petróleo y gasolina, similares pero distintos

Gasolina y gasóleo son productos derivados del petróleo. No obstante, el precio del carburante no depende únicamente del crudo. De hecho, petróleo y combustible cotizan en mercados distintos. Para los combustibles, los dos mercados de referencia en España son el de Rotterdam y el Mediterráneo. Ambos, al igual que los combustibles, están relacionados con el del Brent, pero son independientes de este. Son estos dos mercados los encargados de fijar el precio de los derivados del petróleo.

El refinado y el encarecimiento del combustible 

Tras la caída del precio del barril de Brent de 123 a 109 dólares, los carburantes continúan con su imparable subida de precio. En este sentido hay que explicar que petróleo y carburantes responden a dinámicas distintas dentro del mercado. En las últimas semanas el coste del proceso del refinado está aumentando y este incremento del coste se traslada directamente al precio de los combustibles en el mercado, a pesar de que el precio del crudo haya caído.

Sin embargo, no todos los petróleos son iguales, los procedentes de Estados Unidos son de menor calidad que los que vienen de Arabia, por ello la cotización del barril en el mercado no es la misma.

La guerra y el petróleo

Al existir diferentes petróleos, las refinerías se adaptan a los distintos tipos de crudo. Según declaraciones de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), no todas las refinerías tienen flexibilidad para operar con distintos tipos de petróleo.

Con las sanciones impuestas a Rusia, hay refinerías que están preparadas para trabajar únicamente con un tipo de petróleo que ahora no está disponible, a pesar de que haya crudo alternativo esperando a ser refinado. Esta imposibilidad de crear el suficiente refinado para atender la demanda ha hecho que el precio del combustible se incremente. La oferta de combustible está siendo tan reducida que incluso países pertenecientes a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se hayan en serias dificultades para cubrir sus cuotas.

¿Ha afectado la pandemia al precio del combustible?

A los problemas del mercado hay que añadir la tendencia alcista del carburante desde el final de la pandemia. Tras el fin de las restricciones y los confinamientos, los productores y refinerías no aumentaron su oferta para responder a la creciente demanda de combustible. Esto, unido a la guerra de Ucrania, ha terminado por tensionar el mercado enormemente.

La situación de España

La situación de España ante esta coyuntura económica es considerablemente buena desde el punto de vista del suministro. Las refinerías españolas son flexibles, lo que les permite trabajar con distintos tipos de crudo. En el último año se han importado numerosos tipos de crudo para atender a la demanda de combustible. Dicha cantidad de importación ofrece una alta seguridad de suministro convirtiendo a España en un exportador neto, que una vez cubierta su demanda de combustible, es capaz de exportar el excedente.

No obstante, a pesar de la seguridad de poder hacer frente a la demanda, la tensión de precios del mercado continúa afectando seriamente a los precios de los derivados del petróleo.