Un paseo por cualquier supermercado es suficiente para que cualquier ciudadano repare en que el precio del aceite de oliva es mucho más bajo que hace un año. Después de muchos meses de rally alcista, detonado por las condiciones climáticas y afectación en las cosechas, las lluvias experimentadas en los últimos meses por todo el territorio están dando aire al producto, tal y como exponen los datos del Sistema Poolred de la Fundación del Olivar, el Boletín compartido por le propio Ministerio de Agricultura y la evolución de la inflación.

El reflejo en el recibo de la compra de la base de la dieta mediterránea es algo más asumible y podría serlo aún más si la tendencia climática se mantiene y las cosechas futuras certifican las previsiones positivas. Sin embargo, nunca llueve a gusto de todos y los agricultores comienzan a protestar porque consideran que el pago en origen es demasiado bajo y no cumple con sus pretensiones de cinco euros por kilogramo.

De media, la variedad virgen extra se ubicaba a mediados de mes en torno a los 3.920 euros por tonelada, según apunta la Fundación Olivar. Los datos del Ministerio de Agricultura son algo mayores y elevan el precio hasta los 406,04 euros los 100 kilogramos (4.060 euros la tonelada), lo que representa un descenso del 53,34% del precio en origen, en comparación con el mismo momento de la campaña anterior.

Es más, el Boletín Semanal de Precios de Aceite de Oliva, correspondiente a la semana once de 2025, recoge reducciones en todas las variables de aceite a las que se realiza seguimiento (virgen extra, virgen, lampante, refinado y de orujo de oliva refinado) y en todas las comparativas temporales (semanal, inicio de campaña, misma campaña del año anterior, misma semana de las dos campañas anteriores y media de las últimas cuatro campañas).

La afectación en los precios es tal que Ministerios como el de Economía, Comercio y Empresa han celebrado los últimos datos. “La bajada se acentúa”, valoraban desde la cartera liderada por Carlos Cuerpo con la publicación del Índice de Precios de Consumo (IPC) definitivo de febrero, que expone una reducción del precio del aceite en el supermercado del 32,3% en los últimos 12 meses.

Potencia internacional

Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, destacaba la semana pasada la fortaleza económica, social y territorial del sector oleícola en España, que está presente ya en más de 150 mercados internacionales. “La actual campaña se caracteriza por la recuperación productiva”, en la que “hemos vuelto a niveles de comercialización del pasado”, celebraba el titular del departamento, apelando a la responsabilidad del sector “para mantener unos precios equilibrados y remuneradores para toda la cadena”.

España ocupa la mayor superficie de olivar del mundo, con 2,8 millones de hectáreas, el 24 % de la superficie global y las estimaciones de la actual campaña sitúan la producción en 1,4 millones de toneladas, un 63 % más que la anterior y un 25 % más que la media de las últimas cuatro. Así, se dejarían atrás momentos de producción muy mermada, que se tradujo en la elevación de los precios.

Desde el Ministerio destacan que el país no es únicamente líder mundial de producción, sino también de calidad, dado que el 75 % del aceite de oliva que produce es virgen y un 41 % del total es virgen extra. Además, en la pasada campaña, a pesar de una producción menor, las exportaciones de aceite de oliva alcanzaron un récord en valor, con 6.038 millones de euros.

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