El gigante textil Shein está a punto de saltar a Wall Street. El gigante asiático del retail, caracterizado por vender ropa y complementos low cost, se está preparando para cotizar en la bolsa estadounidense. La dirección de Shein habría solicitado este mismo lunes, de forma confidencial, su estreno en bolsa en el parqué de Wall Street, el centro bursátil mundial por excelencia, tal y como ha revelado The Wall Street Journal de madrugada.

El estreno de Shein en la mayor bolsa internacional se producirá, previsiblemente, ya en 2024, según fuentes conocedoras de la operación del gigante asiático. Además, el medio especializado asegura que la compañía china habría contratado a grandes bancos de inversión como Goldman Sachs, JP Morgan Chase y Morgan Stanley como expertos asesores para diseñar su salto al parqué en los próximos meses. Los rumores sobre el estreno de Shein como cotizada de Wall Street llevan meses ocupando portadas de medios especializados y parece que ahora cobran mayor fuerza tras la publicación de The Wall Street Journal.

Shein, fundada en China en 2008 y con su sede actual en Singapur, se ha convertido en una de las empresas más populares en el mundo de la moda. El gigante textil low cost es una de las opciones favoritas de las nuevas generaciones para renovar el armario gracias a su amplia oferta de tallas, productos y estilos, todo ello marcado por su política de precios bajos. Una opción de moda que ha llegado incluso a influencers y creadores de contenido de lifestyle, que combinan prendas de Shein con bolsos de grandes firmas en sus fotos. 

El despegue de Shein en todo el mundo le lleva ahora a contar con una valoración de alrededor de 66.000 millones de dólares (alrededor de 60.200 millones de euros al cambio de moneda). No obstante, en caso de lanzarse finalmente a cotizar en Wall Street, el gigante textil podría ver disparada aún más su valoración económica. Fuentes del mercado aseguran que la valoración bursátil de Shein en Wall Street podría ascender hasta los 90.000 millones de dólares, alrededor de 82.230 millones de euros al cambio de moneda. Las últimas cifras disponibles revelan que el grupo textil cerró el ejercicio de 2022 con un beneficio de 800 millones de dólares y una facturación de 23.000 millones de dólares anuales.

Shein se expande más allá de China

Shein centra su negocio en el comercio electrónico, salvo algunas tiendas físicas denominadas pop-up stores, y reparte sus productos por todo el mundo. El gigante asiático del sector textil ha logrado internacionalizar su negocio más allá de su China natal y, a día de hoy, Estados Unidos y Europa son los dos principales mercados para la compañía. La compañía quiere dar un paso más en su plan de internacionalización con su llegada a Wall Street, el centro bursátil mundial por excelencia, lejos de las bolsas asiáticas.

El gigante textil habría solicitado a la SEC, la Comisión de Bolsa y Valores de Wall Street, la integración del valor en el parqué estadounidense de forma confidencial, tal y como publica el medio especializado. Ahora está en menos de este regulador dar el visto bueno a Shein y convertirla en una cotizada más del centro bursátil mundial. Los detalles oficiales se conocerán en el momento en que se produzca esta autorización y Shein presente su folleto de oferta ante el regulador.

El modelo de negocio de Shein está caracterizado por precios bajos y grandes producciones, una apuesta por la moda rápida (fast fashion) que no parece estar muy en línea con los planes de transición ecológica mundiales. La moda rápida es una de las tendencias con mayor impacto medioambiental por las ingentes producciones industriales con tejidos de poca calidad, que hacen que la prenda tenga que ser renovada a los pocos años.

Además del impacto medioambiental a nivel mundial, Shein está siendo investigada por las autoridades estadounidenses antes de su lanzamiento a bolsa, en concreto su cadena de suministro, por rumores sobre abusos laborales. Según The Wall Street Journal, Shein es, a día de hoy, objeto de investigación por el origen del algodón utilizado para la confección de sus prendas. Algunas de las últimas informaciones publicadas sobre la compañía aseguran que el algodón procede de la región de Xinjiang, sancionado por Estados Unidos por un presunto uso del trabajo forzoso de la etnia uigur.

Shein está inmerso en su plan de expansión, no solo a nivel retail en todo el mundo, sino también financiero. El gigante asiático ha cerrado un acuerdo con un gran grupo de moda estadounidense, SPARC, y otras cadenas textiles para desplegar su presencia en el comercio electrónico y minorista. Además, el gigante chino ha comprado la marca británica Missguided como un paso más de su estrategia de expansión mundial.