Hace pocas semanas, Ignacio Aguado publicaba sus memorias bajo el título “Volando entre Halcones”, donde habla sobre su tiempo como vicepresidente de la Comunidad de Madrid y los problemas que causaron la ruptura entre Ciudadanos y el PP en la región. Durante una entrevista concedida a El Plural.com, Aguado señalaba que uno de los primeros momentos de fricción se produjo con la investigación al padre de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, por el escandalo de su padre con Avalmadrid.

Según Aguado, se le pidió a su formación que se guardase silencio únicamente por mantener con vida la coalición de Gobierno entre PP y Ciudadanos. “Les conté que éramos socios, pero no cómplices”, dice el exvicepresidente madrileño. Cuando fue preguntado sobre quién les pidió silencio, Aguado respondió con un rotundo: “El Partido Popular”. El que fuera líder regional de Ciudadanos señala que “no venía a la política a perpetuar un modus operandi ni a tapar casos de corrupción, ni de unos ni de otros”.

Aguado destaca también el papel que el jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez jugó en este escándalo. En sus memorias, MAR, ocupa un rol importante en la ruptura del gobierno de coalición. “Es el regente del Imperio Romano. Se trata de una persona muy inteligente, muy hábil. Es capaz de conseguir que un personaje como el de Ayuso sea creído, creíble a incluso carismático. Es algo milagroso”, dice Aguado sobre el jefe de gabinete de Ayuso.

Sobre el escándalo de Avalmadrid

La comisión de investigación sobre Avalmadrid concluyó que se produjeron “irregularidades” en el préstamo que la entidad concedió en 2011 a MC Infortécnica, la empresa del padre de Isabel Díaz Ayuso. De esta manera lo recogió un dictamen a proposición de Vox, que junto al de la formación de Aguado, fue el más votado por los grupos parlamentarios en la Asamblea de Madrid.

Por su parte, los grupos de la izquierda decidieron apoyar el documento presentado por los moderados y la extrema derecha asegurando que las “irregularidades detectadas en la concesión y seguimiento del aval” a la empresa del padre de Ayuso, “en el mejor de los casos” supuso “un trato personalizado y preferente, y una gestión negligente en sus seguimiento y recobro”.

En las conclusiones presentadas por la formación de Santiago Abascal se aseguraba que Avalmadrid “había sido utilizada como una herramienta y socorro de empresas y empresarios vinculados con los socios protectores [el PP], saltándose a tal efecto las normas internas”.

El origen del caso se remonta a un préstamo concedido a la empresa del padre de Ayuso en 2011 por valor de 400.000 euros. Pocos meses después del préstamo, la empresa dejo de pagar las nóminas de sus trabajadores. Para verano de ese año, ya estaba declarada en quiebra. Ayuso, diputada en Madrid por el PP en aquel entonces, contactó con el director de la entidad financiera para entender cómo podía afectar al patrimonio de su familia el impago del préstamo. Para febrero de 2022, la investigación sobre los impagos concluyó que la familia de Ayuso debía devolver a Avalmadrid más de 300.000 euros.

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