Como cada año, las castizas fiestas de la Virgen de la Paloma de Madrid se celebrarán este día 15, viernes este año, en el barrio de La Latina. A pesar de las verbenas y los conciertos que están previstos para este puente de agosto, el ambiente estará cargado por la tensión provocada por los incendios que asolan desde hace unos días a todo el país, llegando a arrasar decenas de miles de hectáreas y dejar ya tres muertos y varios heridos.
Por si está tensión fuera poco, se suma una curiosa casualidad más. Estos últimos días, la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha podido disfrutar de unas vacaciones en Miami junto a su pareja, Alberto González Amador. La lideresa madrileña anunció al comienzo de su viaje que regresaría el mismo día 15 para asistir a la misa de la Virgen de la Paloma. Sin embargo, una tragedia como la que supuso el incendio de Tres Cantos de hace apenas unos días debería haber hecho que el viaje de la presidenta sufriera un inoportuno revés y regresase a España, cambio que ha hecho este jueves por la tarde desplazándose a la zona afectada y dándole un giro inesperado así a su vuelta.
Pues bien, el incendio que afectó a la localidad de Tres Cantos y que se saldó con la muerte de un vecino tuvo que ser controlado por los Bomberos Forestales de la Comunidad de Madrid que se hallaban en medio de una huelga para reclamar mejoras en sus condiciones laborales. “Nos jugamos el tipo por 1.300 euros”, denunciaba uno de los bomberos en estos días.
Ante estas reclamaciones y la huelga, la presidenta madrileña se dedicó a señalar y atacar a los bomberos madrileños, llegando a afirmar que se trataba de “una huelga sin sentido”: “Toda protesta de los trabajadores es criminalizada y desprestigiada por los gobiernos del PP y la patronal”, lamentaba el bombero forestal Javier Villanueva en declaraciones a ElPlural. Con este señalamiento por parte de quien debería velar por unas mejoras en las condiciones de los bomberos, el equipo de forestales madrileños han luchado contra los fuegos que se han provocado este agosto mientras que la presidenta disfrutaba de sus vacaciones.
Ahora, con su regreso para la misa de la Virgen de la Paloma y los actos institucionales, la presidenta Ayuso se tendrá que ver cara a cara con estos bomberos a los que ha menospreciado con precarios salarios durante meses. Es tradición que un miembro del Cuerpo de Bomberos de Madrid, auxiliado por unos compañeros, baje el retrato de la Virgen antes de la procesión, que pesa unos 80 kilos, bajo el protocolo institucional.
Después de unos días de asueto, la presidenta madrileña regresa a un Madrid que ha pasado por las llamas y tendrá que ser recibida ―no sin incomodidad― por aquellos que, a pesar de sus malas condiciones y el desprecio institucional del Gobierno autonómico, han conseguido mantener a los ciudadanos a salvo. Puede que sea con este cara a cara que la dirigente cambie el tono de sus palabras sobre los bomberos que exigen unas mejores condiciones laborales dignas.