La televisión es un medio muy difícil, en el más amplio sentido de la palabra. La supervivencia del más fuerte está a la orden del día y, normalmente, si un programa no es capaz de mantener una cuota de audiencia que cumpla con los estándares exigidos desde la cadena, es habitual presionar para forzar su retirada y apostar por otro formato que engrose más los audímetros. No obstante, también existen casos en los que un programa no arranca con buen pie y se pasa en el dique seco un tiempo, pero con el paso de las semanas, remonta en audiencia y se convierte en un imprescindible de la parrilla televisiva.
Este ha sido el caso de algunos espacios que, hoy en día, están perfectamente asentados en nuestras televisiones. El más reciente caso de esta índole fue el de El diario de Jorge en Telecinco, con un Jorge Javier Vázquez que, tras diez entregas, solamente llegaba al 6,4% de share. Una fría acogida que, no obstante, mejoró con el paso de las semanas, llegando a marcar récords del 13%.
Lo mismo que aconteció con Todo Es Mentira. Ahora, tras seis años de emisión, el formato que presenta Risto Mejide en Cuatro es uno de los pesos pesados de la sobremesa, pero en su primera semana vio registros del 4%. "100% libres de periodismo" fue el eslogan que se decidió utilizar para presentar este programa, que necesitó tiempo para amoldarse a la audiencia y viceversa. En la actualidad, sus datos rondan entre el 8 y el 9% de manera constante. Marcando, por tanto, datos muy por encima de la media de la cadena.
También en los realities
El fenómeno del mal comienzo también ha golpeado a los reality shows, quizás, incluso, con más fuerza que a cualquier otro tipo de programa. FórmulaTV publicaba, allá por 2015 en uno de sus blogs, que Tu cara me suena arrancó en 2011 con un 14% de share, cifras que hoy serían elevadas, pero que eran muy modestas entonces. El formato parecía estar ya algo desfasado, pero conforme pasaron las emisiones, llegó a plantarse en un 26% en la final de la primera edición, haciendo una media de 19%, y sentando las bases para hacer un 22% y un 19,9% en su segunda y tercera temporada respectivamente.
Masterchef, otro de los programas más asentados de la televisión actual, tanto en su versión estándar, como en sus diferentes variantes, lo tuvo muy complicado en sus orígenes. En primer lugar, porque se estrenó durante la peor época de la historia de La 1 en cuanto a audiencias, registrando un pésimo 10% en sus primeras semanas, y, en segundo lugar, porque la hora de emisión no fue la correcta en primera instancia. TVE reaccionó y lo movió a la noche del martes, espacio inmediatamente seguido de los partidos de Champions, una acertada decisión que llevó al formato a registrar un 33,1% de share en la final de su primera edición. El programa cerró su primera temporada con un 18,3% de cuota de pantalla, más de 8 puntos por encima de la media del canal, que se mantuvo en la segunda campaña, con un 19%.
Programas informativos y debates
En laSexta, el canal de programas de debate por excelencia en la parrilla española, un rasgo clave de esta cadena de Atresmedia, ha sido su paciencia. Se ha esperado meses hasta que los programas comenzaron a andar.
'Más vale tarde' empezó con un 3% de audiencia, pero el paso del tiempo les ha hecho consolidarse y ahora ambos ronda el 9% de share.
'La familia de la tele'
La familia de la tele ha aterrizado en Televisión Española con unos registros de audiencia ligeramente por debajo de los esperados, con un promedio del 10,1% de cuota de pantalla, una media de 807.000 telespectadores ante la televisión y una suma de más de 4,2 millones de usuarios únicos que lo sintonizaron en algún momento de la emisión. Estamos hablando de un formato muy nuevo, inesperado, y un tipo de programa como nunca lo ha habido antes en la televisión pública, aunque haya tenido éxito en la televisión privada durante años.
El nuevo espacio tiene que terminar de encontrar su ritmo y sus ganchos. Haber arrancado algo más flojos de lo esperado no es sinónimo de fracaso, algo que queda a la vista con los formatos enumerados en líneas anteriores. Simplemente necesitaron algo más de tiempo para traccionar adecuadamente y convertirse en lo que son ahora. La paciencia es la madre de todas las ciencias, como suele decirse.