Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell, y Carlos Torres, presidente de BBVA, han vuelto a coincidir públicamente en medio de la oferta pública de adquisición (opa) de acciones lanzada por el banco con sede en Bilbao sobre la entidad alicantina liderada por Oliu. El último encuentro público entre ambos banqueros se ha producido este martes en los momentos previos a la ceremonia de toma de posesión de José Luis Escrivá como nuevo gobernador del Banco de España.

Un acto en el que han coincidido los dos líderes de los bancos protagonistas de la opa, con la imagen del saludo recogida por agencias y medios de comunicación, y en el que han estado acompañados por otros directivos del sector como José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, o Ana Botín, presidenta de Banco Santander. Asimismo, el acto de toma de posesión de Escrivá ha contado con la presencia de ex compañeros del Gobierno como Félix Bolaños o con los líderes de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, y de la CNMC, Cani Fernández, también claves en la operación financiera del año.

Este nuevo encuentro entre Torres y Oliu, materializado de forma pública ante la mirada del resto de directivos del sector financiero y la presencia de los medios de comunicación, se produce en un momento en el que parece haberse endurecido el tono por una y otra parte a la espera de lo que ocurra con la opa lanzada por BBVA sobre el negocio de Banco Sabadell.

Segundo encuentro público entre los líderes de BBVA y Banco Sabadell

De hecho, este es el segundo encuentro público entre ambos tras lo que, primero, fue una oferta de fusión por parte de BBVA, a primeros de mayo, para convertirse después en una opa "hostil" de BBVA sobre el negocio de Banco Sabadell. El primer encuentro entre Torres y Oliu se produjo en el arranque del verano, también en un acto en el que coincidieron con grandes personalidades del sector financiero.

BBVA y Banco Sabadell están, en estos momentos, a la espera de conocer la decisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la operación del BBVA. Por el momento, la opa ya cuenta con el visto bueno del Banco Central Europeo (BCE) mientras que el resto de autoridades competentes están analizando la operación. Precisamente el último encuentro entre los líderes se ha producido en un acto en el que también estaban los presidentes de la CNMV y la CNMC.

Más allá de la autorización, o no, por parte de estos organismos reguladores a la operación de BBVA sobre Banco Sabadell, la última palabra la siguen teniendo los accionistas de Banco Sabadell, los propietarios de los títulos del banco. Serán estos quienes tengan que decidir, una vez recibidas las autorizaciones correspondientes, si aceptan la oferta de canje de acciones de la entidad de Torres o si, por el contrario, prefieren seguir siendo accionistas del banco alicantino como hasta ahora. 

Cruce de acusaciones sobre la remuneración al accionista

En medio de los cruces de palabras entre unos y otros directivos en los últimos días -con el foco puesto en la remuneración a los accionistas- los minoritarios de Sabadell han decidido unir fuerzas y aliarse para mantener la "independencia" del banco. Algunos de los accionistas minoritarios del banco objeto de la opa, considerada "hostil" por la cúpula, han creado una asociación que proteja sus intereses frente a la intención del BBVA de hacerse con el negocio del banco. 

A pesar de las declaraciones de la cúpula del Sabadell, con Oliu definiendo la operación como "hostil" y González-Bueno asegurando que la opa "ha descarrilado", BBVA parece seguir confiando en su plan para hacerse con el negocio de la entidad con sede en Alicante. Así, al intercambio de palabras entre unos y otros -con Carlos Torres protagonizando un encuentro de trabajo con empresarios catalanes en Barcelona- se suma ahora el papel que la entidad interesada ha remitido al regulador bursátil estadounidense. Un folleto en el que se asegura un plan B con el que saltarse el posible veto del Gobierno a la hora de valorar la futurible fusión con Banco Sabadell. 

"Si la fusión no se completa, será capaz de centralizar ciertos procesos de Banco Sabadell en BBVA y operar ambos bancos desde una plataforma IT conjunta con funcionalidades multibancarias para todos los productos, servicios y sistemas", advierte BBVA en la actualización del folleto remitido al regulador estadounidense. Un mensaje comunicado a sus inversores en Wall Street -sobre el papel- pero que puede entenderse también como una advertencia para todos los actores implicados en la operación, especialmente para el Gobierno. Y es que la única palabra que tiene el Ejecutivo en la operación pasa por dar su opinión sobre la fusión de ambas entidades en caso de que la opa hostil de BBVA salga adelante. No obstante, parece que la entidad interesada ya tendría un plan B con el que saltarse el no del Gobierno.

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