Rechazo rotundo y absoluto. Ninguno de los principales actores políticos españoles respalda la OPA hostil que el BBVA ha lanzado sobre el Banco Sabadell. Todos se aferran a los “efectos lesivos” potenciales que puede suponer sobre la estabilidad financiera, los clientes y la economía, pero también aluden a las posibles consecuencias sobre la “cohesión territorial y la vertebración del territorio”. El Gobierno en su conjunto, la Generalitat e incluso el Partido Popular, a través de la voz de su candidato en Cataluña, Alejandro Fernández, han verbalizado su oposición a la maniobra de la entidad.

Semana de elevada intensidad en el sector bancario español que arrancó con la negativa de Banco Sabadell a la oferta presentada por el BBVA para vincular sus futuros. La entidad que preside Carlos Torres, tras el primer portazo a su tentativa amigable, ha pasado al ataque y ha lanzado este jueves una OPA hostil sobre la totalidad de las acciones del banco catalán. La maniobra no ha cogido a nadie por sorpresa tal y como se han posicionado las fichas en el tablero estos últimos días, pero se ha topado con un rechazo unísono de los actores políticos patrios.

Las reacciones al movimiento no se hacían esperar y, a primera hora de este jueves, el Palacio de la Moncloa emitía sus primeras reacciones en forma de rotunda oposición a la OPA del BBVA. En el Gobierno no ha gustado la maniobra de la entidad presidida por Torres. Ni entre los socios mayoritarios del PSOE ni por parte del ala magenta encarnada en Sumar. Desde el Ministerio de Economía se apuntaba a los “efectos lesivos potenciales en el sistema financiero español”, incluyendo el “incremento en el nivel de concentración” que podría comportar un “impacto negativo en el empleo”, así como en la “prestación de servicios financieros”.

La cartera que dirige Carlos Cuerpo ha mostrado su oposición a la OPA “tanto en la forma como en el fondo”. Moncloa considera que la maniobra del BBVA acarrearía potenciales efectos negativos en la “cohesión territorial” ante la presencia de “estas entidades en el territorio”. Economía precisa que España ya cuenta con un sistema financiero “fuerte y solvente”, al tiempo que recuerdan que su objetivo no es sino “velar por mantener el sistema sólido” para que “siga contribuyendo al crecimiento de nuestra economía, a la agenda de inclusión financiera y la protección de los clientes”.

En idénticos términos se ha pronunciado Jordi Hereu. El ministro de Industria y Turismo ha afeado las prácticas hostiles del BBVA, recordando que este mismo lunes “expresó una OPA de forma amistosa” que se ha convertido en una tentativa a la ofensiva. “Tampoco es el método”, precisaba el dirigente catalán en declaraciones a los medios tras un encuentro organizado por la Cámara de Sabadell (Barcelona). En este sentido, ha apuntado a los “efectos indeseables” que podría acarrear no sólo en cuestiones de empleo y de protección al cliente, sino en su negativa incidencia en la “estructura y cohesión” territorial. “Sabadell tiene una voación especial para la industria y las pymes”, ha puntualizado, dejando en el aire la posibilidad de bloqueo por parte del Ejecutivo.

Por su parte, Yolanda Díaz, en calidad de ministra de Trabajo y líder de Sumar, ha puesto voz al socio minoritario de la coalición. La líder de los magentas sitúa la operación “contraria a los intereses de España”. “Destruiría mucho empleo, provocaría exclusión financiera y más oligopolio”, ha expresado la vicepresidenta segunda en sus redes sociales, abundando en que la OPA “liquidaría en la práctica” al Banco Sabadell, además de redundar en los “efectos perniciosos” sobre la economía española. En este sentido, ha instado a la Comisión Nacional de Mercados y Competencias (CNMC) a actuar en calidad de autoridad competente.

Negativa de ERC y Junts

Tanto desde la Generalitat como en clave orgánica, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha manifestado su contundente rechazo a la OPA hostil. A través de sus redes sociales, el candidato republicano a la reelección y president catalán, Pere Aragonès, ha puntualizado que la fusión bancaria “sólo haría que empeorar la falta de competencia” que ya prevalece en el sistema financiero. El líder soberanista ha advertido de la potencial “destrucción de empleos” y la merma al “poder económico” de Cataluña que podría comportar la iniciativa de la entidad de dirige Carlos Torres.

“Es el camino equivocado y trabajaremos para evitarla”, ha puntualizado el president de la Generalitat, inmerso en los últimos coletazos de la campaña para las elecciones autonómicas. Desde el Govern, la consellera de Economía y Hacienda, Natàlia Mas, ha verbalizado la “total oposición” del Ejecutivo ante las consecuencias directas para el ciudadano. En este sentido, ha precisado que no ha existido precedente en los últimos 15 años en el mundo financiero, además de poner el foco sobre los próximos pasos que dé el Banco Sabadell, al cual considera “muy atomizado”.

Asimismo, ha afirmado que la entidad de origen catalán es un "banco robusto, con resultados importantes y que puede tener una trayectoria exitosa en un futuro en solitario", algo que cree que también valorarán los accionistas. En cualquier caso, sostiene que la OPA no se acabará produciendo y cree que podría llegar a “frenarse”.

El principal adversario de los republicanos, Carles Puigdemont, ha elevado el tono algunos decibelios de más. El expresident se ha expresado con contundencia contra la OPA hostil, urgiendo a “contestar con toda la fuerza, todo el derecho y toda la razón”. También desde sus perfiles en redes sociales, el líder de los neoconvergentes considera que la maniobra responde a una “estrategia para liquidar la actividad bancaria catalana”.

Ni el PP lo respalda

Alejandro Fernández ha sido de los primeros resortes populares en saltar contra la OPA hostil del BBVA. El candidato del Partido Popular a la Generalitat considera que la maniobra sobre el Sabadell puede afectar “negativamente” a las pymes catalanes, así como a la libre competencia. “No me gusta”, ha resuelto el conservador este jueves. Expreso rechazo que converge con la opinión de la Generalitat Valenciana, personificada en Carlos Mazón.

El presidente regional y barón conservador se ha mostrado “absolutamente en contra” del movimiento, considerando que se trata de una operación “contra la provincia de Alicante” y la autonomía que preside. Mazón estima que también atenta contra “el consumidor”, destruyendo “valor, trabajo y competencia”. “No tiene ningún sentido, no aporta absolutamente nada nuevo y forma parte, ya no solamente de un fondo contra el que ya nos hemos manifestado, sino de unas formas soberbias e intolerables”, ha resuelto.

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