Semana intensa en la banca española. Tras la negativa de este lunes por parte de Banco Sabadell a unir su futuro a BBVA, la entidad presidida por Carlos Torres ha desestabilizado aún más el tablero este jueves lanzado una OPA hostil sobre el total de acciones del banco catalán. Un movimiento que se dejaba entrever en las últimas fechas, pero que no ha gustado al Gobierno, tal y como se han encargado de comunicar rápidamente fuentes del Ministerio de Economía.

El Gobierno, en voz de la cartera liderada por Carlos Cuerpo, considera que este intento de absorción “introduce efectos lesivos potenciales en el sistema financiero español", entre los que se encuentra "un incremento en el nivel de concentración que podría tener un impacto negativo en el empleo y en la prestación de servicios financieros". Por todo ello, Economía rechaza la OPA “tanto en la forma como en el fondo", exponen.

Moncloa considera que el "excesivo nivel de concentración" también "introduciría un riesgo potencial adicional a la estabilidad financiera" y tendría efectos en la "cohesión territorial por la presencia de estas entidades en el territorio". "España tiene actualmente un sistema financiero fuerte y solvente. Nuestro deber es velar por mantener un sistema financiero sólido, que siga contribuyendo al crecimiento de nuestra economía y a la agenda de inclusión financiera y protección de los clientes", apostillan estas mismas fuentes.

La oferta de Carlos Torres

En la nota de prensa remitida por BBVA, el presidente de la entidad, Carlos Torres, ofrece a los accionistas de Sabadell una oportunidad de sumar de forma conjunta. “Presentamos a los accionistas de Banco Sabadell una oferta extraordinariamente atractiva para crear una entidad con mayor escala en uno de nuestros mercados más importantes. “Juntos tendremos un mayor impacto positivo en los territorios en los que operamos, con una capacidad adicional de concesión de crédito de 5.000 millones de euros al año en España”, ha añadido. “Todos los grupos de interés se van a ver beneficiados por esta operación”, ha afirmado por su parte el consejero delegado, Onur Genç.

Una voluntad de sinergia que rechazan de factos los presididos por Josep Oliu, que rechazó la oferta de fusión ofrecida por el banco vasco arguyendo que las condiciones "infravaloraban" el proyecto de futuro y las perspectivas de Sabadell. Ahora todo queda en manos de los accionistas, que serán juez y parte en este inédito movimiento dentro del sector bancario español. Serán ellos quienes decidirán qué opción les parece más ventajosa. Si BBVA consigue más del 50% de los apoyos, la OPA será tomada como un éxito pese a las reticencias tanto de la entidad catalana como del Ejecutivo.

La letra pequeña

La oferta contempla los mismos términos que la propuesta inicial realizada el pasado 30 de abril y que fue rechazada de pleno por el banco catalán. La contraprestación que ha ofrecido BBVA a los accionistas de Sabadell es de una de nueva emisión por 4,83 acciones de la segunda entidad, tal y como concreta la oferta comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La OPA hostil, dirigida a todas las acciones de Sabadell, está condicionada a alcanzar más de la mitad de aceptación de los accionistas.

Este nuevo intento de BBVA para hacerse con Sabadell llega después del fracaso de la primera propuesta de fusión planteada, el 30 de abril. Por aquel entonces, la entidad vasca trasladó a la catalana la intención de rescatar un plan que ya fracasó en 2020, año de la pandemia, cuando ya intentó llevar a cabo la unión de los dos grupos.

En lo que respecta a aquella negocación, las condiciones exigidas por Sabadell restaron margen de maniobra para que la OPA amistosa planteada por BBVA pudiera prosperar. De esta manera, la oferta debe ser en cash y no en 'papelitos'. En términos puramente monetarios, el banco vasco ofreció una acción de nueva emisión de su entidad por cada 4,83 acciones de Banco Sabadell -esto suponía hacerse con el banco catalán por 2,262 euros por acción-. Sin embargo, los catalanes dieron portazo a esta nueva intención y llegaron a publicar la carta que Carlos Torres, presidente de BBVA, envíó a Josep Oliu, presidente del Sabadell.