José Luis Escrivá, ex ministro y ahora gobernador del Banco de España, ha cuestionado algunos aspectos del nuevo impuesto extraordinario a la banca. "No es fácil de entender por qué el impuesto tiene que ser progresivo en función del tamaño de las entidades, tampoco es fácil de entender por qué opera sobre el margen de intermediación y un banco que decida ser muy ambicioso en una política de inversión se vea penalizado frente al que no lo es", ha criticado públicamente Escrivá durante su participación este lunes en la Convención Anual Financiera de 2024 organizada por la Asociación de Mercados Financieros (AMF).

El gobernador del Banco de España ha cuestionado algunos aspectos del diseño del nuevo impuesto, que entrará en vigor este mismo 1 de enero de 2025 para las grandes entidades financieras. Entre otros, Escrivá ha alertado de la progresividad como posible impacto negativo en el negocio financiero nacional, una de las críticas más repetidas por la banca en los últimos meses tras conocerse la intención del Gobierno de prorrogarlo más allá de la vigencia que se había marcado en su diseño inicial, para 2023 y 2024. 

Escrivá coincide así con las fuertes críticas emitidas por el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, de forma pública sobre el nuevo diseño del impuesto en la última presentación de resultados, tanto que llegó a denominarlo "la tasa CaixaBank". Tanto el directivo de CaixaBank como el ex ministro han advertido del riesgo de hacer progresivo el impuesto a la banca, perjudicando a las entidades que quieran ser "muy ambiciosas" en su política de inversión. Asimismo, Escrivá ha criticado también otros aspectos incluidos en el nuevo diseño del gramave como que vaya contra el margen neto de interés o margen de intermediación.

Escrivá advierte de "efectos indeseados" en la economía española

El ahora líder del Banco de España ha reconocido públicamente que para él es ahora "muy difícil" tener posiciones "muy firmes y muy generales" en asuntos como estos, relacionados con imposición y gravámenes, alegando que tiene que ver con las políticas redistributivas de los poderes legítimos democráticos. Así, ha defendido una postura "prudente" como máximo representante del Banco de España y se mantiene en la idea de que, como ha venido haciendo hasta ahora, en caso de tomar la decisión de gravar una actividad económica determinada como, en este caso, la banca; este impuesto no tenga "efectos indeseados" sobre el sector. 

"En el caso del impuesto a la banca en España, está diseñado de una forma en la que algunos de estos efectos pueden materializarse", ha alertado el representante del Banco de España. En concreto, Escrivá ha hecho referencia al posible impacto negativo que tendría mantener este gravamen a partir del próximo 1 de enero en cuanto a la financiación de las pymes, el grueso del sector productivo nacional. En esta línea, el directivo ha pedido que el diseño del impuesto a la banca sea "genuinamente neutral" y que "no sea distorsionadora" sobre la actividad económica en España. Una petición que ya ha reiterado el sector financiero en todas sus versiones desde hace meses. 

La banca mantiene su rechazo al impuesto 

Tras conocerse el diseño del nuevo impuesto, que seguirá gravando los beneficios de las entidades financieras nacionales, la gran banca española no ha dudado en reiterar su rechazo al gravamen y ya ha advertido de que mantendrá las medidas legales correspondientes contra la medida. A falta de que pase el correspondiente trámite en el Senado, las grandes patronales bancarias han confirmado su intención de "emprender acciones legales" contra la medida, que previsiblemente entrará en vigor el próximo 1 de enero. Asimismo, entidades financieras concretas como Banco Santander ya han avanzado también que tomarán medidas legales contra el gravamen para el sector. 

Las grandes asociaciones bancarias AEB y CECA han manifestado su "absoluto rechazo" al nuevo impuesto bancario por el impacto económico y la "inseguridad jurídica" que genera. Las patronales, representativas de la banca española, han emitido un comunicado conjunto en el que rechazan la decisión pactada en el ámbito político. Las patronales denuncian de nuevo "los graves efectos económicos" de un impuesto que, desde su punto de vista, "se ha gestado en un proceso caótico y poco transparente, a espaldas de los ciudadanos y sin diálogo con el sector ni valoración de los órganos consultivos". La falta de diálogo y negociación es otra de las críticas que han emitido los líderes de las grandes entidades financieras en las últimas semanas mientras, en paralelo, los grupos políticos debatían sobre el futuro del gravamen al sector. 

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