La temporada de resultados de la gran banca ha terminado con la presentación de las cuentas de BBVA esta misma semana. Una oleada de resultados en la que, en apenas dos semanas, los bancos han ido desfilando por aumentos de su beneficio hasta alcanzar cifras históricas al cierre del mes de septiembre. Más allá de los casi 6.000 millones de beneficio de BBVA o los más de 8.000 millones de euros récord de Banco Santander, hay una tónica común entre la gran banca: la oposición al impuesto extraordinario y temporal al sector, y a las energéticas, que el posible Gobierno de coalición PSOE-Sumar quiere mantener más allá de 2024.

Junto a la crítica reiterada al gravamen extraordinario a la banca y las energéticas, las cabezas visibles de las principales entidades financieras nacionales han defendido a capa y espada su aportación a las arcas públicas, más allá del pago extraordinario que ya han efectuado por la medida del primer Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. Los balances financieros presentados en los últimos días revelan la contribución fiscal que realiza cada entidad a la Hacienda pública española en base a sus millones de beneficio. 

Santander: un tercio del beneficio va a las arcas públicas

Vayamos por partes. El consejero delegado de Banco Santander, Héctor Grisi, iba más allá de las cuentas financieras y anunciaba públicamente, en la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados, que la entidad ha desembolsado un total de 970 millones de euros en impuestos a la economía española en el último ejercicio completo de 2022. Asimismo, el segundo de Ana Botín mantiene que la entidad destina el 30% del beneficio obtenido al pago de impuestos. Según este cálculo, Banco Santander habría destinado hasta septiembre el 30% de sus 8.143 millones de euros de beneficio acumulado en el periodo. Es decir, la entidad de Botín calcula pagar alrededor de 2.440 millones de euros en impuestos gracias al beneficio registrado en sus cuentas en los nueve primeros meses del año.

En cuanto al desembolso del gravamen extraordinario y temporal, Banco Santander ha traspasado 224 millones de euros a las arcas públicas en un pago único, formalizado en el mes de febrero, y prevé destinar una cantidad "superior" para 2024 a través del segundo pago del impuesto. Una estimación que el director financiero de la entidad, José García Cantera, explicaba en base a los ingresos estimados por la entidad para este ejercicio 2023, tal y como consta en el Real Decreto que aprobó el impuesto extraordinario. Otra de las fuertes críticas de Santander, y del resto del sector, es que la gran banca paga el correspondiente Impuesto de Sociedades a un tipo superior al 30%, frente al 25% de media del sector, lo que entienden como “suficiente” con respecto a su aportación fiscal a las arcas públicas.

BBVA destina 1.200 millones en impuestos

BBVA ha sido la entidad encargada de cerrar la temporada de resultados financieros, con un beneficio alrededor de los 6.000 millones de euros. En cifras, la entidad mantiene que ha desembolsado un total de 215 millones de euros a las arcas públicas españolas a través del pago del impuesto extraordinario diseñado por el primer Gobierno de coalición, ahora en funciones a la espera de formar nuevo gobierno. La entidad asegura en sus cuentas financieras que el desembolso de esta cantidad, efectuado en un pago único en todo 2023, explica el impacto negativo en las cuentas de BBVA. Todo ello a pesar de haber ganado un 24% más hasta septiembre.

La entidad liderada por Carlos Torres mantiene la crítica al impuesto extraordinario del resto del sector, así como el impacto ya elevado del Impuesto de Sociedades sobre el negocio financiero, también con un tipo por encima del 25% que pagan de media las empresas españolas. BBVA revela en sus cuentas acumuladas hasta septiembre la cifra que ha traspasado de su negocio a las arcas públicas españolas: un total de 1.226 millones de euros procedentes de su negocio en lo que va de año.

CaixaBank lidera la lucha contra el impuesto y traspasa 2.000 millones a Hacienda

El más combativo, sin duda, contra la prórroga de impuesto extraordinario y temporal más allá de 2024 ha sido el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar. El segundo de Goirigolzarri dedicó gran parte de la rueda de prensa de la presentación de resultados de la entidad a reiterar la crítica y total oposición al gravamen extraordinario diseñado por el Gobierno de coalición. Gortázar emitió un largo y completo argumentario el pasado viernes en el que dejó más que clara su opinión, y la del banco, contra la medida incluida en el primer borrador de investidura entre PSOE y Sumar.

En este caso, el propio CEO anunció públicamente la contribución fiscal que realiza CaixaBank a las arcas públicas con la legislación actual. Un total de 2.093 millones de euros traspasados del negocio de CaixaBank a las arcas públicas, tal y como consta además en las cuentas financieras presentadas por la entidad ante la CNMV en medio de la oleada de resultados. Gortázar recordó también que la entidad paga un tipo efectivo del 36% por el Impuesto de Sociedades, frente a la media del 25% del sector empresarial español.

La animadversión de CaixaBank contra el impuesto va más allá de la opinión general del sector. Y es que la entidad cuenta con la participación del 17% del Estado en su capital, representado en el consejo de administración por el FROB, tras su fusión con Bankia. Entre su amplio argumentario, el consejero delegado de la entidad defendía que el impuesto grava realmente a los accionistas de la entidad, entre ellos el propio Estado.

Banco Sabadell traspasa 400 millones a la hacienda pública

Por su parte, Banco Sabadell ha mantenido una estrategia menos agresiva, al menos públicamente, contra el mantenimiento del impuesto extraordinario al sector. El consejero delegado, César González-Bueno, evitó pronunciarse sobre ello en la rueda de prensa posterior a la presentación de sus resultados hasta septiembre, aunque bien conocida es la posición crítica de la entidad contra el impuesto. Aunque González-Bueno evitó dar detalles sobre el impuesto, la entidad refleja en su cuenta de resultados presentada ante la CNMV, por su obligación como cotizada, que ha realizado un desembolso de 397 millones de euros en el acumulado entre enero y septiembre de 2023 en impuestos a la hacienda pública española, excluyendo en este cálculo el negocio de la filial británica del grupo, TSB.

Solo en el pago del impuesto extraordinario, Sabadell ha desembolsado 157 millones de euros a las arcas públicas a través del pago único efectuado en el mes de febrero, al igual que el resto de entidades financieras. Las previsiones iniciales de la entidad pasaban por destinar hasta 170 millones de euros por el gravamen extraordinario a la banca, con una cifra ligeramente inferior destinada finalmente a las arcas del Estado.

Bankinter, la que menos paga y la más crítica con el impuesto

La temporada de resultados financieros arrancó con las cuentas de Bankinter, hace ya dos semanas, con un beneficio que supera, por primera vez en su historia, los 1.000 millones de euros. Un beneficio récord a pesar de haber desembolsado ya la cantidad que le corresponde a la Hacienda pública por el pago del impuesto extraordinario y temporal, con el traspaso de 77,5 millones de euros a las arcas públicas a través del pago único efectuado en el mes de febrero.

La cantidad desembolsada por Bankinter es la menor entre las grandes cotizadas financieras -también es una de las entidades más pequeñas en tamaño frente a los gigantes BBVA o Santander- y mantiene la misma línea en el pago de impuestos en general en lo que va de año. Bankinter ha desembolsado un total de 318,9 millones de euros a las arcas públicas hasta septiembre, tal y como consta en el informe financiero presentado por la entidad estrenando la temporada de resultados financieros.