“Gravar más a la banca es pegarse un tiro en el pie porque es gravar al sistema circulatorio de la economía”. Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, ha realizado una fuerte crítica contra el impuesto extraordinario y temporal a la banca y a las energéticas que el posible Gobierno de coalición PSOE-Sumar quiere mantener más allá de 2024. En un amplio argumentario, Gortázar ha puesto en valor, una vez más, el papel que juega la banca en la evolución de la economía y de la sociedad en general.

"Es evidente que tenemos una función importante que cumplir. Tenemos una rentabilidad adecuada y razonable pero porque veníamos de niveles bajos. Perjudicar a la banca con el impuesto es un error porque somos quien damos el dinero y atraemos capital. Si castigamos al aparato circulatorio, castigamos a toda la economía”, ha defendido el CEO durante la presentación de resultados acumulados hasta septiembre. 

Gortázar: el impuesto "incentiva" la inversión en la "banca en la sombra" 

El consejero delegado de CaixaBank ha explicado lo que considera un "trato diferencial y discriminatorio" a la banca con el pago de este impuesto extraordinario, no solo frente al resto de sectores productivos no gravados, sino también frente a los fondos buitre o la llamada "banca en la sombra". Una realidad con la que el CEO ha mandado un mensaje de advertencia al futuro Gobierno, representado además en el capital de CaixaBank a través de la participación del FROB. "El impuesto discrimina a la banca regulada frente a la banca en la sombra, los llamados fondos buitre. Nosotros tenemos que pagar y ellos no por el impuesto. Estamos incentivando que la actividad se vaya de la banca regulada a la banca en la sombra", ha alertado el consejero delegado. 

Gortázar se ha sumado a las advertencias de otros grandes directivos del Ibex como las palabras emitidas hace apenas 24 horas por Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, sobre el impacto que tendría continuar con el gravamen extraordinario para ambos sectores. Preguntado precisamente por las palabras del consejero delegado de Repsol este jueves, Gortázar ha reconocido tener "mucho cariño" al directivo, sin querer valorar su amenaza de llevarse sus inversiones fuera de España en caso de que se mantenga el impuesto. 

El turno de preguntas tras la presentación de los resultados económicos hasta septiembre de CaixaBank, con un beneficio de 3.659 millones de euros, ha estado centrado en las críticas al impuesto extraordinario y temporal. Aunque después el CEO de la entidad ha defendido que las grandes empresas paguen más impuestos que las pequeñas, ha emitido un largo argumentario con el que ha dejado más que clara la oposición de la entidad al mantenimiento del impuesto más allá de la vigencia inicial hasta 2024. "Si tenemos un sector bancario que no atrae capital, no vamos a tener un sector bancario que ayude a crecer a la economía” -continuaba durante su intervención- “Un problema en el sector financiero es un problema para la economía. Nos puede gustar o no pero es como el aparato circulatorio del cuerpo humano. Hay que cuidarlo”.

"Quien diga que los 3.600 millones de beneficio es un resultado extraordinario no sabe lo que está diciendo"

Gortázar ha ido más allá y ha reiterado una de las críticas más repetidas por el sector desde el primer anuncio del impuesto y es que no atiende a la naturaleza de las cifras. "Se basa en un supuesto que no es cierto sobre los resultados o los beneficios que llaman caídos del cielo. Quien diga que los 3.600 millones de beneficio es un resultado extraordinario no sabe lo que está diciendo porque corresponde a los 600.000 accionistas de CaixaBank y a 1.200 millones de fondos propios”, ha explicado el segundo de Goirigolzarri sobre las cuentas presentadas este viernes.

La cúpula ha hecho referencia asimismo a los datos de rentabilidad de la banca, y en concreto de CaixaBank, dentro del Ibex 35, donde la entidad ocupa el puesto 24 de las 35 cotizadas. Un dato más de la entidad para desmontar el impuesto extraordinario a la banca. En cifras, Gortázar ha reiterado que la entidad paga un tipo efectivo del 36% -frente al tipo habitual del Impuesto de Sociedades del 25%- y cifra la contribución fiscal de CaixaBank en 2.093 millones de euros en total, tal y como consta en las cuentas publicadas este viernes. 

El consejero delegado también ha hecho referencia, en base a estos cálculos, a la propia actividad del Gobierno con un mensaje directo sobre el pago de pensiones. “12.000 millones de euros en gasto en pensiones parece mucho pero luego no es tanto. Hay que hacer el mismo cálculo”, ha emplazado al futuro y posible Gobierno entre PSOE y Sumar. 

Siguiendo con la animadversión hacia la medida pactada en el acuerdo de investidura, CaixaBank también se ve en una situación "injusta" frente a los bancos internacionales, que no tienen que pagar el impuesto, y frente a las pequeñas cajas de ahorro. La actividad y el tamaño de la entidad la sitúa en  una posición competitiva tanto con la gran banca internacional como con la banca pequeña y cajas de ahorros en la España vaciada. Una situación de la que también ha alertado el CEO al Gobierno durante la rueda de prensa.

Según las palabras del CEO, el mantenimiento del impuesto "penaliza la apuesta de CaixaBank por la España vaciada”. Un mensaje que recuerda, en cierta parte, a las declaraciones de su colega Josu Jon Imaz sobre la posibilidad de llevarse las inversiones de Repsol fuera de España. No obstante, el ejecutivo ha mantenido el compromiso de la entidad para mantener su negocio en España "en todo caso y en cualquier escenario" ante las palabras del directivo de la energética. "Es nuestro primer mercado y somos el primer banco", ha defendido sobre el papel de CaixaBank en la economía española.  

CaixaBank: el impuesto perjudica al propio Gobierno por ser accionista

Gortázar ha alertado también que el impuesto, y su posible permanencia, perjudica a los accionistas de la entidad y con ello al propio Gobierno, con un 17% de participación en el capital a través del FROB tras la fusión con Bankia. “El impuesto a la banca es un impuesto a sus accionistas. La propiedad del banco es de nuestros accionistas, perjudica al propio FROB y a la Fundación “La Caixa”. Con el impuesto le estamos diciendo a la gente que si invierte en un banco internacional no tiene impuesto pero sí lo paga si invierte en CaixaBank. A mi que me lo expliquen porque no lo entiendo”, ha explicado el consejero delegado. 

Un amplio argumentario con el que el CEO ha dejado clara su oposición al impuesto y, por ende, la de la entidad, a pesar de ser el banco español con mayor presencia del Estado en su capital. A pesar de compartir asiento en el consejo de administración con representantes del FROB, en nombre del Estado, Gortázar se ha mantenido muy claro en su mensaje al Ejecutivo en funciones. "Es lógico que podamos expresar nuestra opinión sobre un impuesto que nos impacta, que no nos gusta y que, además, hemos recurrido porque creemos que no es una norma justificada". Frente al silencio de otros directivos también gravados con el impuesto extraordinario, el consejero delegado ha emplazado a sus colegas a externalizar las quejas contra la medida: "Creo que es lo que debe hacer todo el mundo en sus actuaciones".

Más alla de las fuertes críticas al impuesto, el consejero delegado ha respondido, de alguna forma, a los ataques recibidos por las grandes empresas en los últimos meses. "No podemos discriminar a las grandes empresas por ser grandes porque perjudica la oportunidad de crecer del sector productivo. No evitemos que haya grandes empresas porque queremos mejorar la productividad".

En esta línea, Gortázar también ha entrado a valorar también otra de las claves incluidas en el acuerdo de investidura anunciado entre PSOE y Sumar, la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas desde las 40 actuales. "Si queremos trabajar menos y ganar lo mismo obviamente hay que incentivar la productividad. Lo lógico es llevar la negociación al campo de los agentes sociales para encontrar una solución que lleve a aumentar la productividad", ha expresado el CEO de la entidad sobre una de las claves de la semana, menos crítico que con la idea de hacer el impuesto permanente para banca y energéticas.