La banca española ha reiterado su rechazo al impuesto del sector, pactado entre el Gobierno con sus socios de investidura en las últimas horas. A falta de que pase el correspondiente trámite en el Senado, las grandes patronales bancarias han confirmado de nuevo su intención de "emprender acciones legales" contra la medida, que entraría en vigor el próximo 1 de enero de 2025 si finalmente es ratificada en el Senado. Asimismo, entidades financieras concretas como Banco Santander ya han avanzado también que tomarán medidas legales contra el gravamen para el sector. 

Las grandes asociaciones bancarias AEB y CECA han manifestado su "absoluto rechazo" al nuevo impuesto bancario por el impacto económico y la "inseguridad jurídica" que genera. Las patronales, representativas de la banca española, han emitido ya un comunicado en el que rechazan la decisión pactada en el ámbito político. Las patronales del sector denuncian de nuevo "los graves efectos económicos" de un impuesto que, desde su punto de vista, "se ha gestado en un proceso caótico y poco transparente, a espaldas de los ciudadanos y sin diálogo con el sector ni valoración de los órganos consultivos". La falta de diálogo y negociación es otra de las críticas que han emitido los líderes de las grandes entidades financieras en las últimas semanas mientras, en paralelo, los grupos políticos debatían sobre el futuro del gravamen al sector. 

Para AEB y CECA, los órganos consultivos del sector tendrían que haber participado en el diseño del nuevo impuesto, "en toda tramitación legislativa y particularmente en un ámbito tan sensible como la fiscalidad". "Todo esto genera incertidumbre general y en los mercados financieros en particular", alertan las patronales sobre el nuevo gravamen. 

Las patronales cifran un impacto negativo de 50.000 millones de euros

AEB y CECA rechazan "frontalmente" la decisión de incorporar un nuevo impuesto al sector bancario por sus "graves efectos para la financiación de familias y empresas, la inversión y el conjunto de la economía", denuncian en un comunicado conjunto sobre el sector. Todo ello en "un contexto de riesgos geopolíticos y con fuertes necesidades de financiación en España y en Europa", mantienen en el comunicado. 

En concreto, las patronales cifran el impacto negativo de este impuesto en 50.000 millones de euros en nueva financiación para las familias y empresas españolas. "Este impuesto no tiene parangón en los países de la Unión Europea por lo que perjudica la competitividad de las entidades de crédito españolas y del conjunto de la economía", reiteran. Asimismo, denuncian que el nuevo gravamen "carece de justificación técnica", alegando el cambio de ciclo de la política monetaria comunitaria, que ha entrado en un nuevo ciclo de bajada de los tipos de interés.

En esta línea, advierte que el impuesto, diseñado ahora para los tres próximos ejercicios, "supone la fragmentación del mercado interior por su diferente aplicación entre comunidades autónomas". Asimismo, denuncian "el señalamiento" del sector bancario cuyo objetivo, según las patronales, "es trabajar por el crecimiento económico y el progreso social", tal y como han defendido en el comunicado remitido tras conocerse la aprobación de la medida en el Congreso de los Diputados. 

Cambios en el nuevo impuesto a la banca

El nuevo impuesto a la banca no tendrá el mismo impacto en todas las entidades financieras nacionales, sino que a la base liquidable se le aplicarán diferentes tipos tributarios. El porcentaje a gravar a partir del 1 de enero no será fijo, a diferencia del 4,8% fijo con el que se ha gravado este y el ejercicio anterior, sino que varía entre el 1% y el 7% según el diseño pactado, un punto porcentual más frente al tope del 6% incluido en la enmienda del PSOE hace casi tres semanas. El gravamen del 1% afectará a las entidades cuyo resto de la base liquidable alcance hasta los 750 millones de euros. Un porcentaje que irá aumentando, ahora hasta el 7%, en función de las cifras registradas al cierre del ejercicio anterior.

Así, el impuesto gravará el 3,5% del margen de intereses de aquellos bancos que tengan una base liquidable de hasta 1.500 millones de euros. El porcentaje irá creciendo paulatinamente hasta el 4,8% -igual que el porcentaje actual- para aquellos bancos con una base liquidable de hasta 3.000 millones de euros. El mayor porcentaje será para las entidades de mayor tamaño, como ha criticado públicamente el consejero delegado de CaixaBank. Así, se gravará el margen de intereses con un 6% sobre una base liquidable de hasta 5.000 millones de euros y, como último cambio incluido en el acuerdo, con un 7% desde los 5.000 millones de euros en adelante. El cambio de porcentaje a gravar ha sido una de las críticas más fuertes en el sector, especialmente por Gortázar, por considerar que “grava más a las entidades de mayor tamaño”. 

A la diferencia del gravamen en función del tamaño del banco hay que sumar ahora la crítica de las patronales bancarias, asegurando que el impuesto también presentará diferencias en base a su aplicación "entre comunidades autónomas".

La banca se desploma en el Ibex

Tras conocerse los cambios en el rediseño del impuesto, y el paso adelante en la tramitación -ya solo a falta de que el Senado dé su visto bueno-, los grandes bancos del Ibex se desploman en la sesión de este viernes. Las mayores caídas corresponden a Banco Santander, con un desplome del 4,80% a mitad de la sesión, seguido de CaixaBank, con una caída de un 4,60% y de Bankinter, con pérdidas de un 3,30%. Entre las mayores caídas aparecen también Banco Sabadell y BBVA, con pérdidas de alrededor del 3% en la sesión de hoy.

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