"Se equivoca quien presenta un panorama de catastrofismo y pinta el Bronx en Valladolid", o "al fascismo le gusta utilizar la inseguridad como elemento populista, y en este caso pretende convencer a la ciudadanía de que vive en Ciudad de México y que lo mejor es no salir de casa". De esta manera respondieron los concejales de la coalición de gobierno del Ayuntamiento de Valladolid (PSOE y Valladolid Toma la Palabra), durante el debate de Pleno, a la propuesta del único concejal de Vox, Javier García Bartolomé, para blindar la ciudad ante lo que él considera "preocupación social ante el incremento del número de delitos, que vuelven al nivel pre-COVID".

El portavoz de la ultraderecha planteaba dotar a los agentes de la Policía Municipal de armas de electrochoque (las conocidas como pistolas Taser), cámaras de videograbación individuales y en los vehículos policiales y "botones de pánico" en los "espacios del miedo", como túneles bajo la vía, parques o ciertas calles.

De acuerdo con el presupuesto que destinó el Ministerio del Interior para adquirir las primeras mil armas de electrochoque en 2019 para la Policía Nacional, la inversión sólo en pistolas para los 384 agentes que componen la plantilla de Policía Municipal en Valladolid podría superar los 800.000 euros.

El concejal de Seguridad, Alberto Palomino, expresó sus dudas acerca de la inocuidad de estas armas, que "han causado cientos de muertos", y recordó que la nueva Ley de Seguridad Ciudadana que reformará la polémica Ley Mordaza insta a que se desarrollen "protocolos específicos, de acuerdo con los estándares internacionales, sobre el uso de la fuerza y la utilización de material antidisturbios, para utilizar siempre los medios menos lesivos para las personas y evitando aquellos que causen lesiones irreparables”.

Un engañoso 22% de incremento de la delincuencia

Para defender su argumentario, García Bartolomé tiró de hemeroteca para demostrar, el, a su juicio, "alarmante número de noticias que reflejan un estado de inseguridad ciudadana cada vez mayor en nuestra ciudad", citando "riñas multitudinarias entre bandas rivales", "oleadas de robos", "delitos contra la libertad e identidad sexual" e insistiendo sobre todo en el incremento de las "ocupaciones de viviendas"; eso sí, subrayando los datos de los delitos que repuntaron en 2021, algunos de ellos levemente con respecto a 2019, pero obviando los que se mantienen o descienden.

Abundando en lo que se describió como "manipulación de las cifras", a la hora de destacar del porcentaje total de incremento de la delincuencia, -un 22% en la ciudad de Valladolid-, utilizó el que compara el año pasado con el año más duro de la pandemia, 2020, con sus restricciones y confinamientos, que evidentemente no puede tomarse como año de referencia, en lugar de hacer la comparativa con 2019.

Valladolid, segunda gran ciudad más segura

Contrarrestando ese discurso, el concejal de Seguridad acudió a los datos de UNESPA, en los que Valladolid figura como la segunda ciudad más segura de España si se evalúan las de más de 200.000 habitantes, después de Las Palmas de Gran Canaria, y la número 14 más segura entre los municipios de más de 75.000 habitantes de todo el país.

Palomino instó al concejal de Vox a diferenciar "entre el miedo, que es subjetivo, y el riesgo, que es medible", descartó la idea del "botón del pánico, que es inoperante", y afirmando que, puesto que el único beneficio de las pistolas Táser es que pueden reducir el uso de las armas de fuego, le retó a que dijera "cuántos heridos por disparo de la Policía Municipal tiene contabilizados en Valladolid en los últimos cinco, diez, veinte años... elija usted el tiempo".

El concejal de Valladolid Toma la Palabra, Alberto Bustos, echó mano de la aldea gala de Asterix en el cómic Asterix y la cizaña para pedir a Vox que deje de emular a los romanos, que introdujeron el miedo, la incertidumbre y la crispación en la aldea, "porque el verdadero problema de los galos eran los propios romanos, aquellos que querían erigirse en sus salvadores".

"Señores de Vox", finalizó, "dejen de meter cizaña en esta sociedad, aporten algo, sin tanta épica, sin tantos gritos y sin tantas arengas absolutamente inútiles para Valladolid".