Todos los partidos políticos presentes en el Pleno del Ayuntamiento de Valladolid, PSOE, Valladolid Toma la Palabra, Ciudadanos y Partido Popular, aprobaron el pasado 5 de abril, a excepción de Vox, que votó en contra, una moción presentada por los dos primeros, socios en el gobierno municipal, y promovida por la Fundación Ateneo Jesús Pereda, del sindicato CCOO, para rendir homenaje público "a las personas trabajadoras de nuestra ciudad que fueron represaliadas tras el golpe de Estado de 1936 por defender la legalidad democrática".

El acuerdo preveía la ubicación de una pieza artística en el vestíbulo de la Casa Consistorial expresamente elaborada al efecto en la que se citara la identidad de los 21 empleados municipales asesinados, según los datos de una investigación realizada por los investigadores de la Memoria Histórica María Jesús Izquierdo y José Mariano Rodríguez Rico, así como la instalación de una placa en su memoria en la Casa del Pueblo de la ciudad, en homenaje extensivo a todos los trabajadores de Valladolid que sufrieron la misma suerte.

Gracias a esa investigación pudo conocerse el número e identidad de los represaliados del Ayuntamiento republicano: ordenanzas, personal de oficinas, mercados, mataderos, cementerios, vigilantes, carpinteros, electricistas, jardineros, bomberos y policías, barrenderos y matronas, citó Puente, 16 de ellos ejecutados sin mediar juicio.

Dos murieron en la cárcel y tres fueron fusilados tras sentencia. Además, 55 personas de la plantilla sufrieron penas de prisión, "entre otros, mi propio abuelo", señaló el alcalde, y 238, el treinta por ciento de la plantilla, sufrieron expedientes de depuración.

La obra del artista leonés, pero residente en Valladolid, Manolo Sierra se inauguraba precisamente este 1 de mayo, el Día Internacional de los Trabajadores, en el vestíbulo de la Casa Consistorial, durante un emotivo acto "de justicia" en el que el alcalde, Oscar Puente, y numerosos concejales de los grupos que respaldaron la iniciativa, así como los responsables autonómicos de los sindicatos CCOO y UGT, acompañaban a los familiares de algunos de los trabajadores municipales asesinados.

Oportunista, según Vox

Durante el intenso debate en el Pleno de principios de abril, que necesitó de un receso de media hora para el consenso y finalmente contó con el apoyo del Partido Popular y la oposición de Vox, el único concejal de los de Abascal calificó la moción de "oportunista", y sugirió que se presentaba de forma interesada, para "deslegitimar" a su partido y abrir brechas en el acuerdo de gobierno que se estaba entonces negociando para la Junta de Castilla y León entre su formación y el Partido Popular.

El alcalde tuvo que pedir silencio al público presente en las tribunas durante la alocución del concejal de ultraderecha, el único a contracorriente en una Corporación con 27 miembros que cosechó 26 votos a favor.

"En este mismo edificio", señaló la investigadora María Jesús Izquierdo durante su intervención ante el Pleno del Ayuntamiento en apoyo a la moción, "a las 6.00 de la mañana del día 19 de julio del 36, los disparos de los militares terminaron con la esperanza de seguir construyendo un Valladolid democrático. Cuatro horas y media más tarde, caería el último bastión republicano: la Casa del Pueblo, que esa noche será el punto de encuentro de las formaciones hermanadas por la libertad".

"A partir de ese momento se pone en marcha la maquinaria de la represión. Más de 200 trabajadoras y trabajadores de este ayuntamiento, de todos los servicios municipales, fueron castigadas administrativamente, pero, además, 55 sufrirán penas de prisión y 21 murieron asesinadas o en la cárcel. Por su parte, el juicio de los detenidos en la Casa del Pueblo (casi 600 personas) se saldó con 40 condenas a muerte y centenares de penas de prisión".

"¿Por qué se les castigó?: por haber pertenecido legalmente a partidos, sindicatos o asociaciones de ideologías progresista, republicana, socialista, comunista, anarquista, por ser mujeres libres que traicionaron el papel de género que la nueva ideología tenía destinado para ellas, por ser madres, esposas, hermanas o hijas de los que soñaron con una sociedad más justa y libre".

"A pesar de la magnitud de esta represión, aún estamos reclamando la necesidad de implementar políticas públicas que faciliten el conocimiento de lo que ocurrió con las víctimas y con la reparación de su memoria. Solo así conseguiremos crear en la ciudadanía una conciencia crítica que alerte ante los peligros de los nuevos totalitarismos y lograremos fortalecer la democracia".

"No podemos llamar reconciliación al abandono de las víctimas o convertir la impunidad en un hábito de la cultura política que ha funcionado como un grillete atado al tobillo de la democracia. No estamos levantando viejos fantasmas, se trata de dignidad, de justicia y de construir la paz", añadió Izquierdo.

"Sin cuerpo, lápida, ni derecho a recordar en voz alta, quiero terminar pronunciando los nombres de los 21 trabajadores que murieron por defender el Ayuntamiento republicano de Valladolid, para los que pedimos la instalación de una escultura-homenaje realizada por Manuel Sierra. Queremos así regresarles a esta su casa, reconocer la deuda que tenemos con ellos y mostrar nuestro infinito agradecimiento por su honrosa y valiente actitud al servicio de un Valladolid democrático", y concluyó pronunciando la lista de nombres de aquellas víctimas.

•          Isaías Bravo

•          Juan Carbajosa

•          Miguel Castellano

•          Teódulo de Castro

•          Manuel Cortés

•          Darío Cortijo

•          Pablo Díez

•          Lázaro Díez

•          Francisco Duque

•          Alberto García

•          Valentín Hernández

•          Félix Martín

•          Marcial Mínguez

•          Aquilino Otazo

•          Eladio Pérez

•          Mariano Pérez

•          Dimas Sansierra

•          Francisco Santamaría

•          Arsenio Santos

•          Isidoro Valseca

•          Nicéforo Velasco