El verano pasado un hombre de 65 años perdió la vida en el municipio pontevedrés de La Estrada cuando se encontraba en el Punto de Atención Continuada (PAC). El varón se murió ahogado en su propio vómito sin poder recibir atención médica, ya que el único facultativo que había en el centro se encontraba fuera atendiendo una emergencia. En la práctica habitual, estos servicios de urgencias extrahospitalarias se refuerzan los fines de semana y los festivos con un médico a mayores. Sin embargo, el pasado fin de semana, al igual que pasó el día que falleció José Manuel Brey, no fue así.

En declaraciones a ElPlural.com, Nino Barreiro, representante del colectivo “PACs en pie de guerra” y delegado sindical de Omega, ha explicado que el pasado sábado “en el PAC de Caldas de Reis, que tiene que tener dos médicos, no han cubierto una baja programada, y el centro estuvo atendido por solo un médico. Además, se dio la circunstancia de que se produjo una atención domiciliaria por un ‘código ictus’, que tuvo que ser trasladado al hospital más cercano. De modo que el centro se quedó sin facultativo y sin enfermera durante más de hora y media. Solo había un celador para atender una posible emergencia”. Sin embargo, ha categorizado Barreiro, “estas situaciones no son excepcionales, sino recurrentes”.

El domingo se produjeron dos incidencias. En el PAC de A Parda, que atiende a un total de nueve ayuntamientos, entre los que se encuentra el de Pontevedra, además Poio, Barro, Vilaboa y Soutomaior, entre otros, ha relatado el representante sindical, hay tres médicos. “Desde las 8 hasta las 10 de la mañana el servicio cuenta con dos médicos, y a partir de las 10 entra un tercer refuerzo, que en este caso he sido yo, hasta las 22 horas. A partir de esta hora se quedan dos médicos hasta las 8 de la mañana. Sin embargo, una de las personas que hace la guardia de 24 horas fue trasladada por la gerencia al centro de Caldas de Reis. De modo que el médico que tenía que haber terminado su guardia nocturna, a las 8 de la mañana, le pidieron que se quedara hasta las 10. A partir de esa hora nos quedamos solo dos facultativos. Se llegaron a acumular hasta 30 pacientes en el PAC, a lo que sumó la atención a dos pacientes fuera del centro. Por lo que durante dos horas se quedó un solo médico en un servicio de urgencias extrahospitalarias que tiene que prestar atención a un total de 126.000 personas”.

Mientras en el PAC de Marín, que tiene que estar cubierto con tres galenos, dos entre las 8 y las 22 horas y uno en el turno nocturno. “En este centro no fue sustituido un compañero, de manera que se quedó solo una médica, y hasta finalizada la tarde no había médico identificado para cubrir el turno de noche”, ha explicado Barreiro

Seis meses de huelga sin respuesta

El incendio sanitario no solo no se le apaga a Feijóo, sino que se le acumulan los focos. Tras las masivas manifestaciones contra la política sanitaria de los populares gallegos, el Gobierno de Feijóo pudo comprobar la magnitud del hartazgo de los profesionales por el "deterioro" y los "recortes" en la sanidad pública gallega. Sin embargo, la conflictividad no ha dejado de crecer en todos los sectores. Las huelgas, también. El personal de los PAC mantiene el paro indefinido, desde hace seis meses, tras rechazar la última propuesta de la Xunta. La huelga en los Puntos de Atención Continuada (PAC) aprobada por  cerca del 70% de un total de 950 profesionales, viene provocada por el rechazo a la última propuesta del Servicio Gallego de Salud (SERGAS), en la que hizo oídos sordos a las peticiones del colectivo que se engloban en once puntos comunes a todos los PACs de la comunidad autónoma, ya sean rurales o de ciudad. Sus reivindicaciones van desde el plano asistencial hasta a la equiparación de derechos con respecto a otros colectivos. Entre ellas se encuentran la dotación de equipos completos de enfermero-médico, la revisión de los planes funcionales o un cálculo de jornada en el que los permisos y las bajas computen de forma neutral a efectos de su jornada laboral.