La Semana Santa dio un respiro a la actividad parlamentaria en la Asamblea de Madrid tras un extenso pleno del que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se escapó viva. Dos semanas después, la jefa del Ejecutivo se ha sometido al control de la Cámara, protagonizando el primer rifirrafe con la coportavoz de Unidas Podemos, Carolina Alonso,

La parlamentaria morada daba el pistoletazo de salida a la sesión con interrogando a Ayuso si se reafirma en su sentencia de que “está gobernando en coalición con Vox”. Alonso, antes de zanjar su turno introductorio, ha rogado que la pregunta “no le moleste” a su jefe de gabinete, en clara alusión al empujón que Miguel Ángel Rodríguez propinó a Andrea Ropero, periodista de El Intermedio.

Alonso reprochó a Ayuso sus similitudes con la ultraderecha, reposando su afirmación en que es el propio Partido Popular el que sustenta las “políticas ultras” en Madrid. No obstante, la parlamentaria morada le ha recordado que Vox le marca su agenda a pesar de que Alberto Núñez Feijóo “le marginara de la dirección de su partido”. “Tienen muy presentes lo que ha pasado con Casado”, continuaba antes de abalanzarse sobre el caso de las mascarillas del Ayuntamiento de Madrid.

Las comisiones del escándalo de las mascarillas le han servido a la dirigente de Unidas Podemos para bucear en la guerra que aún pervive entre Cibeles y Sol. Alonso se basa en el tratamiento informativo de Telemadrid del caso para evidenciar las rencillas entre los partners – como se autodenominan Ayuso y Almeida-. “Vendettas y guerras de poder entre grupos mafiosos que tienen corrupción entre unos y otros y la utilizan para tirársela a la cabeza”, exponía una Alonso que reseñaba las imágenes de “yates y relojes” que acompañaban en mudo a la comparecencia del primer edil madrileño. “Usted no perdona al señor Almeida que haya querido disputarle la dirección del partido en Madrid”, continuó.

En este sentido, Alonso ha reprochado a Ayuso que no se haya pronunciado aún sobre este escándalo de corrupción y le da “la oportunidad” de hacerlo en sede parlamentaria: “¿No piensa condenar esta cacería de dinero público?”.

Acto seguido, insistió en su “coalición pagafantas” con Vox en Madrid, adjetivándolo como la “vergüenza de Europa” y equiparándolo con las “mordidas” del hermano de la presidenta regional, Tomás Díaz Ayuso. “Les pido que miremos a Francia y hagan como la derecha democrática, que ha aislado a la ultraderecha”, solicitaba la coportavoz de Unidas podemos, al tiempo que emplazaba a la izquierda a tomar también Francia como referencia para “desalojar a la derecha y a la extrema derecha” del poder.

Podemos y las dictaduras

El ataque sobre el “Gobierno de coalición” con Vox , que en su momento fue tomado como un lapsus de Ayuso, no lo ha encajado bien la presidenta regional. “Entiendo el cordón que quieren aplicar a Vox en toda España para evitar que el PP pueda gobernar como lo hacen ustedes”, ha replicado la jefa del Ejecutivo madrileño.

Ayuso afea a Unidas Podemos que tan solo existan dos opciones para su formación: “O se gobierna con comunistas, independentistas y el entorno de ETA o el PP con mayoría absoluta”. La presidenta madrileña lamenta que, a juicio de la izquierda, no puedan “llegar a acuerdos con otras formaciones elegidas democráticamente”. “¿Cómo van a entender al discrepante o al adversario político si nacieron de dictaduras?”, se preguntó Ayuso, quien reprochó a Unidas Podemos que acosaran a “jueces, deportistas, empresarios y deportistas”, además de recordar la frase que Pablo Iglesias dedicó a Mariló Montero: “Son los de ‘azotaría a esta periodistas hasta hacerla sangrar’”.

Ayuso tira de ironía y ‘entiende’ que un partido como Podemos aleccione a los demás de con quién han de pactar. No obstante, el PP lo hace en “el ejercicio de nuestra libertad”, así como de la “soberanía de los ciudadanos en las urnas”, algo que “odia” el partido morado. “les une el odio y a nosotros la libertad”, zanjó.