Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, está acusado por la Fiscalía de defraudar más de 350.000 euros en los ejercicios de 2020 y 2021 a través de la presentación de facturas falsas e intentando pagar menos en el Impuestos de Sociedades con su empresa Maxwell Cremona. Esto es lo que ha descubierto la Fiscalía después de que el empresario presentara una declaración a deber, lo que saltó la alarma.
Un acuerdo en peligro
Tras el inicio de la investigación, en la que los investigadores se llegaron a reunir hasta casi una decena de veces con González Amador, este terminó cambiando su estrategia de defender que los gastos eran reales a reconocer los hechos. Unos hechos que pasan por dos delitos fiscales y otro de falsedad documental. De hecho, el abogado del novio de Ayuso recogió por escrito que su cliente estaba dispuesto a reconocer estas faltas, lo que suponía ocho meses de prisión y más de medio millón del euros a cambio de no entrar en la cárcel.
"Ciertamente, se han cometido dos delitos contra la Hacienda Pública", aseguró su defensa en un correo electrónico dirigido al fiscal que estaba llevando la investigación, Julián Salto. Pero este pacto, que era uno de los caminos más previsibles para que González Amador evitara la prisión, podría estar en peligro a cuenta de una nueva pieza entorno a los negocios y actuaciones del empresario.
Como bien recuerda este lunes elDiario.es, esta nueva investigación supera con creces el delito fiscal que González Amador estaba dispuesto a reconocer para evitar la pena de prisión, por lo que aquel acuerdo podría quedar en nada. Se trata de unas pesquisas que van al margen del caso principal que pesa sobre la pareja de la lideresa madrileña, y pasa por conocer si también ha cometido delitos de corrupción en la compra-venta de mascarillas en la pandemia de coronavirus.
La primera declaración del empresario estaba marcada en el calendario para el pasado 20 de mayo, sin embargo no se produjo. Ese día el acusado -tras intentar evitar a los medios de comunicación utilizando un peluca para despistar y escondiéndose en el baño- no compareció debido a que no lograron localizar al resto de acusados. Su segunda comparecencia, prevista para finales de junio, tampoco sucedió dado que fue aplazada.
Una pieza por PSOE y Más Madrid
Entonces la idea era firmar el pacto de conformidad sobre los delitos investigados, pero no se produjo y ahora puede que tampoco. Y es que el PSOE y Más Madrid interpusieron ante la justicia como acusación popular un escrito solicitando que la causa se ampliara a analizar los negocios del empresario en la compra-venta de mascarillas en los meses de la pandemia de Covid-19 con el adjudicatario favorito de la Comunidad de Madrid.
Así, las dos formaciones han solicitado a la jueza que investigue las relaciones entre ambas partes, que no solo radica en facturas, sino también en la compra de una sociedad relacionada con la empresa adjudicataria. Todo ello tras haber ganado casi dos millones de euros en comisiones por la venta de mascarillas vinculadas a estos mismos negocios.
De esta forma, como detalla el citado medio, PSOE y Más Madrid denunciaron que algunas de estas operativas parecía responder a una estrategia para cobrar una comisión de estas operaciones de compra-venta de mascarillas y pidieron a la jueza que recabase todas las interacciones de González Amador con este asunto. La primera respuesta de la magistrada fue negativa, sin embargo, la propia jueza ha estimado un recurso en la última semana y ha abierto una pieza para analizar estas acusaciones por presuntos delitos de corrupción.
Se trata de una pieza separada del caso principal de fraude fiscal, por lo que no impide que González Amador firme el pacto que está negociando con la Fiscalía por el caso de los 350.000 euros eludidos en el Impuesto de Sociedades. Pero el escenario ha cambiado dado que los meses de cárcel imputados podrían crecer mucho. Al no tener antecedentes penales y estar dispuesto a pagar toda la condena tendría muchas papeletas para no entrar en prisión, pero si la primera pieza se cierra con antecedentes, se le podría complicar este segundo caso.