Nuevo golpe de Isabel Díaz Ayuso contra los médicos de la región. En medio de las masivas protestas por el desmantelamiento de la sanidad pública, los continuos ataques de la lideresa a los sanitarios y la acusación de la Fiscalía de infringir el derecho de huelga, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha dado un paso más y ha amenazado al personal con llevar a cabo "actuaciones de control" en su jornada laboral y en los centros de salud así como la prohibición de la pega de carteles, pancartas o la recogida de firmas en el marco de los paros en la Atención Primaria. Todo bajo el paraguas de "garantizar un uso adecuado" de las instalaciones y tras "detectar" que durante el tiempo de trabajo se realizan "actividades distintas" a la prestación de un servicio sanitario.

Ayuso lanza otra ofensiva

Este miércoles, la Consejería de Sanidad que dirige Enrique Ruiz Escudero ha publicado una resolución "para garantizar un uso adecuado de los centros de salud" por la huelga que mantienen desde hace casi tres meses los trabajadores de Atención Primaria de la región. Un texto que se produce tras la multitudinaria manifestación del pasado domingo en defensa de la sanidad pública y los continuos ataques de Isabel Díaz Ayuso contra los médicos y la izquierda ante el sindicalismo que dice están llevando a cabo en las instalaciones. "Los centros de salud y los hospitales son de los pacientes, son de los ciudadanos y están haciendo ustedes labores sindicales dentro de las consultas y en horario de atención al ciudadano", ha asegurado Ayuso el pasado jueves en el pleno de la Asamblea regional.

Ahora, el Gobierno madrileño ha llevado a cabo una nueva ofensiva y ha prohibido la pega de carteles y pancartas en defensa de esta lucha o la recogida de firmas en el interior de los centros al mismo tiempo que ha amenazado con hacer inspecciones para evitar que esto se produzca durante su actividad profesional. Según Sanidad, esta medida se ha tomado tras "detectarse" que "durante el transcurso de la jornada laboral" se están desarrollando "actividades distintas a la atención sanitaria" por las protestas. Así, el Ejecutivo madrileño "recuerda que, de conformidad con la legalidad vigente, no está permitida la utilización de las instalaciones de Primaria para actuaciones distintas a la prestación del servicio sanitario en beneficio del paciente".

Inspecciones y sin pancartas 

"Por ello, no se podrán realizar actividades como la recogida de firmas, instalación de cartelería o reparto de folletos no autorizados, ni cualquier otra acción que no tenga carácter asistencial o de promoción de la salud. Igualmente, se recuerda que el personal de los centros de salud, mientras se encuentre en su horario laboral, y en el interior de los centros, solo pueden llevar a cabo actividades que correspondan a su puesto de trabajo", señalan en el documento. Además, el Gobierno madrileño "encomienda" a los directores de los centros a supervisar y garantizar que estas medidas que se cumplen así como a "mantenerlas en condiciones óptimas de orden, limpieza, seguridad y confort, evitando cualquier actuación que derive en un aspecto desordenado o inapropiado".

Para más inri, la Administración popular ha asegurado que la Consejería, a través de la Gerencia de Atención Primaria, va a impulsar "actuaciones de control" del buen uso de las instalaciones "y reforzará, directamente o través de las empresas de mantenimiento y limpieza contratadas, los trabajos necesarios para asegurar el orden y el confort" en los centros de salud, lo que defienden "redundará en una mejor atención a los usuarios". Asimismo, ha anunciado que se van a llevar a cabo inspecciones con "visitas programadas, seleccionadas de manera aleatoria, a distintos centros de Atención Primaria, comenzado por 50 dispositivos" al tiempo que ha instado a los propios usuarios a "hacer llegar sus quejas y reclamaciones frente a situaciones que no se correspondan o sean ajenas a la mera prestación del servicio público de asistencia sanitaria".

Críticas de la oposición

La decisión de la Consejería ha provocado la reacción inmediata de algunas voces críticas. Una de ellas ha sido la titular de Educación, Pilar Alegría, quien ha apuntado directamente al lema oficial de la presidenta popular desde que llegó al asiento de la Puerta del Sol. "¡Ay, la libertad!", ha publicado este miércoles en su perfil oficial de Twitter haciéndose eco de esta novedad. La ministra del Gobierno de Pedro Sánchez es siempre muy contundente con la política de la Comunidad de Madrid y no es la primera ocasión en la que se manifiesta en contra de algunas de las polémicas protagonizadas por la Administración madrileña así como del Partido Popular nacional.

Mientras, el secretario general del PSOE, Juan Lobato, ha cargado con durezca contra la lideresa, a quien ha acusado de "soberbia" con esta decisión. "No puede ser que la respuesta de Ayuso a la manifestación del pasado domingo sea actuar con soberbia, desprecio y prohibir que se pongan carteles. Si cualquier otro gobierno estuviera haciendo esto, Ayuso estaría hablando de estalinismo. En Madrid hace falta regeneración", ha sostenido el también portavoz socialista, quien ha apuntado a la voluntad de los miles de madrileños que salieron a las calles para pedir soluciones y propuestas para solucionar el "caos" de la sanidad madrileña.

También la portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García, ha cuestionado esta medida y ha asegurado que es una muestra del nerviosismo de la presidenta madrileña ante la cita en las urnas del próximo mes de mayo. "Ayuso prohíbe los carteles en los centros de salud. Está cada día más nerviosa. Si hiciera la mitad de esfuerzo por resolver su chapuza que por taparla", ha publicado en sus redes sociales.

Sin embargo, desde el Gobierno madrileño niegan que esta iniciativa tenga que ver con "limitar la libertad" de los madrileños y apelan al cumplimiento de la normativa. "Negar que esto tenga que ver algo con cualquier tipo de limitación de libertad de expresión de todos los ciudadanos y, por supuesto, también de limitación de la actuación y de la libertad sindical que se ejerce en todos los centros de trabajo público y privado", ha sostenido en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad, Enrique López, quien ha sostenido que "el cumplimiento de las normas nunca se puede calificar como represión".

Crisis en el PP por la gestión madrileña

Esta nueva embestida contra los médicos, tanto los que están en huelga como los que apoyan la movilización, se produce tan solo unos días después de la sonada manifestación en las calles de la capital y de la acusación de la Fiscalía contra el Ejecutivo de Ayuso de infringir el derecho a huelga de los sanitarios de las urgencias extrahospitalarias al establecer servicios mínimos abusivos en sus paros. Dos cuestiones que parecen no ser suficiente para frenar las ofensivas de la lideresa contra los sanitarios madrileños, en pie de guerra desde hace más de 10 semanas. Tampoco para frenar los intentos de desacreditar sus denuncias y peticiones, que ha tildado de "políticas" y tras la que ha situado a la izquierda para desviar el foco de su responsabilidad.

La gestión de la crisis sanitaria que está realizando la dirigente regional también ha abierto una crisis en las filas del Partido Popular, que niega tener "preocupación" por esta situación de cara a las elecciones autonómicas del próximo 28 de mayo de puertas para afuera pero que resuena en el interior de Génova por las continuas salidas de tono de Ayuso. Así, la dirección nacional de la formación teme que las bravuconerías de la presidenta de la Comunidad de Madrid pasen factura a las aspiraciones electorales de su líder Alberto Núñez Feijóo.