No está siendo un fin de año fácil para el Partido Popular de Madrid. Con el 2023 a la vuelta de la esquina, la Puerta del Sol y Cibeles -sedes del Gobierno regional y del Ayuntamiento, respectivamente- esperaban dejar todos los flecos cerrados para aprobar las cuentas de cara al próximo año, sin embargo, en las últimas semanas se ha torcido el buen camino que parecían seguir y tanto Isabel Díaz Ayuso como José Luis Martínez-Almeida, tal y como apuntan las últimas novedades políticas, no van a sacar adelante los nuevos presupuestos. Todo debido al paso atrás llevado a cabo por Vox, los socios principales de ambas administraciones y quienes han decidido abandonar al PP madrileño, a solo unos meses de la cita electoral autonómica y municipal. Tal es la soledad de ambos líderes que mientras el Gobierno regional ha cancelado el pleno previsto para este jueves el primer edil ya está trabajando en "una prórroga".

Ayuso cancela el pleno de Presupuestos

Si hay una muestra clara de la buena salud de un Gobierno -o al menos de los lazos con la oposición- es la aprobación de las cuentas públicas de cara al siguiente ejercicio legislativo. Un estado óptimo del que parece no gozar la Administración de Ayuso, quien está siendo objeto por tercer año consecutivo de un nuevo revés presupuestario y se ha convertido en la única presidenta del PP que no consigue aprobar sus cuentas para 2023. El proyecto generó muchas críticas por parte de la bancada de la izquierda en la Asamblea de Madrid, donde exigían a la lideresa que aumentara de forma considerable la dotación dedicada a sectores clave como la educación o la sanidad, tan denostada en los últimos meses y en medio de huelgas.

Sin embargo, el punto de inflexión lo ha protagonizado Vox, que ha pasado de defender la abstención para "no bloquear" las cuentas -a pesar de no haber encontrado en el PP el socio deseado para llevar a cabo reformas como tumbar la Ley Trans autonómica o retirar la subvención a los sindicatos- a manifestar su viraje hacia el voto en contra después de no poder registrar sus enmiendas por presentarlo fuera de plazo o por "un error informático", según su versión. "Siempre hemos sido unos socios leales pero no podemos apoyar unos presupuestos en los que se humilla a los votantes de Vox", justificó Rocío Monasterio, portavoz del partido ultra, tras dar a conocer su decisión de finalmente tumbar las cuentas la pasada semana.

"No voy a intercambiar derechos y obligaciones por Presupuestos. Esto es una práctica cada vez más frecuente en la política española y a mí eso me parece una irresponsabilidad", sostuvo la presidenta al respecto de este paso atrás en sus lazos con la extrema derecha mientras el portavoz del PP en la Asamblea, Pedro Muñoz, achacó las culpas a su hasta ahora socio predilecto. "La responsabilidad de lo que ha sucedido y de que no haya Presupuestos es simplemente de Vox y la señora Monasterio", defendió. Este cambio a solo unos meses de la cita electoral de mayo y a unas semanas de que comience el nuevo año ha llevado a la Mesa de la Cámara regional ha desconvocar el pleno de este jueves, en el que iban a debatirse precisamente el plan de presupuestos del Gobierno regional.

Las cuentas de Almeida, sobre las cuerdas

Se trata de una decisión que también está contemplando Almeida, colega de partido de Ayuso y alcalde de la capital, quien se encuentra en medio de la estrategia de Vox de abandonar al PP, al menos en la región. Y es que, salvo sorpresa, el Ayuntamiento de Madrid tampoco va a contar con nuevas cuentas de cara a 2023 tras la huida hacia delante de la formación de extrema derecha en la localidad. Su portavoz, Javier Ortega Smith, ha condicionado en los últimos días su apoyo a que se levanten las restricciones a los vehículos contaminantes de tipo B en el marco de Madrid 360, el antiguo Madrid Central y foco de muchas críticas por parte del partido de Santiago Abascal contra el primer edil madrileño.

Esta presión ha llevado a Almeida, junto a Ciudadanos, a presentar este martes una modificación a través de una enmienda a la ordenanza de limpieza para cambiar la situación de estos coches, a pesar de que no tiene nada que ver con la limpieza. Una estratagema de última hora que no ha conseguido atraer a Ortega Smith, quien ha acusado al alcalde de "mentir" y de ser un "radical antidemócrata". "No le voy a comparar con Pedro Sánchez, pero hay algo en que sí coincide: en la forma de hacer política. Lleva muy mal ser alcalde", le ha espetado durante el pleno municipal de este 20 de diciembre.

Ante esta tesitura, se abren dos escenarios posibles: plantear un pleno extraordinario para evidenciar el viraje de Vox y que no salgan los presupuestos de forma pública o seguir el camino de Ayuso y no convocar nada. Este parece la opción preferida por Almeida, que ya estaría trabajando en "una prórroga" de las cuentas de 2022, tal y como han confirmado fuentes cercanas a Cibeles. Sea como sea, en las últimas semanas se ha puesto de manifiesto un cambio por parte de la formación de ultra derecha, que parece haber soltado la mano del Partido Popular tanto en la capital como en la comunidad de Madrid.