Los eventos que dan el pistoletazo de salida a la Navidad este año 2022 en Madrid no están siendo los de mayor éxito, ni entre los ciudadanos ni para José Luis Martínez-Almeida. Y es que desde que se produjera el encendido de la iluminación navideña en las calles de la ciudad, "caos" es la palabra más repetida entre los madrileños, que denuncian la "mala gestión" del alcalde de la capital en toda esta temporada. El último desastre se ha producido este fin de semana con el colapso de la capital a cuenta de un videomapping proyectado en el Palacio de Cibeles o la puesta en marcha de Árticus, el parque temático de la Casa de Campo que inauguró el primer edil el pasado viernes y que ha sido el centro de las críticas por su cuestionable organización.

La capital, una ratonera

"Madrid es una ratonera". Esta es la reflexión que más se ha escuchado en las últimas tres semanas tras el estreno del alumbrado de las luces de Navidad el pasado 24 de noviembre en la Plaza de España. Entonces la presencia de miles de madrileños y visitantes para ser testigos del momento en el que el edil apretara el botón que iluminara todo el centro de la capital taponó los accesos del tráfico a esta plazoleta así como a Gran Vía, lo que colapsó la circulación. Esta situación, que asistentes y políticos de la oposición calificaron de "peligrosa", se sumó al "desastre" en la reapertura de la Puerta del Sol tras las obras de remodelación, que dejaron la zona completamente embarrada por la falta de previsión ante los avisos de la policía para evitar males mayores.

Tras esto, no ha sido mucho mejor. Este fin de semana se han vivido nuevas controvertidas tesituras que han puesto una vez más el foco en la gestión del Consistorio madrileño. Una de ellas se produjo a raíz del videomapping que fue proyectado en la fachada del Palacio de Cibeles, un acto que congregó a miles de personas en los alrededores, donde muchos coches se quedaron atrapados durante horas en un atasco debido a la falta de agentes de movilidad que pudieran controlar la situación. Así lo ha denunciado en las últimas horas Esther Gómez Morante, concejala de Más Madrid en el Ayuntamiento, a través de las redes sociales junto a una fotografía del momento, donde se pueden ver personas y vehículos ocupando todas las aceras y la calzada en la tarde del pasado sábado.

Al mismo tiempo que se estaba produciendo este suceso en plena Castellana, otro hecho colapsaba la ciudad. En concreto, se trataba de Árticus, un parque temático basado en la Navidad que acoge la Casa de Campo y que muchos asistentes han calificado de "desastre", "horror" o "vergüenza". Y es que lo que debería haber sido una noche de ensueño en su primer día en funcionamiento, realmente se convirtió en una angustia y una pesadilla tanto para los que acudieron como para los que quisieron acercarse hasta allí. Así lo han puesto de manifiesto miles de comentarios en las redes sociales, donde los usuarios han cargado contra LETSGO, los organizadores de este evento, y contra Almeida, quien inauguró este acto en el espacio municipal el viernes 17 de diciembre.

"La gestión de Almeida es una vergüenza"

Entre los acontecimientos que se dieron este sábado se encuentra la falta de señalización para llegar al espacio, las largas colas generadas por el gran número de coches y de personas, la falta de disponibilidad del bus lanzadera que llevaba a los asistentes del Hipódromo hasta la Casa de Campo o el exceso de aforo. Todo con un mínimo de personal contratado tanto dentro del recinto como fuera y miles de asistentes esperando incluso con niños para entrar a un espectáculo que, además, muchos han puesto en cuestión su calidad. Este caos provocó que decenas de personas no pudieran entrar aún con su entrada en la mano y estando casi en la puerta y que a otros se lo hayan cancelado, así como casi 700 valoraciones negativas contra Árticus en solo unas horas de funcionamiento. Eso sí, algunos denuncian que los propios organizadores han borrados estas reseñas para ocultar el despropósito.

A pesar de esta cadena de errores, la empresa LETSGO continúa vendiendo entradas para otras jornadas (tras el escándalo del sábado siguieron poniendo a la venta pases para el mismo domingo) y desde el Ayuntamiento no se ha tomado ninguna medida para evitar una situación parecida. De hecho, este mismo lunes durante una entrevista en esRadio, Almeida ha negado que Madrid se haya convertido en una ratonera y ha asegurado que el Consistorio está llevando a cabo todas las iniciativas posibles para que los actos de la Navidad discurran con normalidad.