Los nueve miembros del comité de huelga de Atención Primaria han puesto fin este viernes, tras más de 36 horas, al encierro que arrancó a primera hora de la tarde del jueves en la Dirección General de Recursos Humanos del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) y han señalado que, a pesar de que el encierro haya concluido, la huelga continuará porque la Comunidad de Madrid "no quiere llegar a acuerdos".

Así lo ha asegurado la secretaria general de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores (AMYTS), Ángela Hernández, en un comunicado emitido por la organización a los medios. Después de 36 horas encerrados, los profesionales sanitarios han abandonado la Consejería con la tristeza de que el Gobierno regional "no quiere llegar a acuerdos", "maltrata a sus profesionales sanitarios" y "no quiere aportar soluciones a sus pacientes", buscando constantemente "excusas en las que ampararse".

No obstante, la huelga continúa y por ello han convocado una concentración para este domingo 18 de diciembre. Será a las 11:00 horas frente a la Consejería de Hacienda, liderada por Javier Fernández-Lasquetty, de la Plaza Chamberí, donde los médicos evidenciarán los problemas de una Atención Primaria en Madrid al borde de la desaparición.

Por otra parte, Hernández ha afeado el trato a los médicos desde Sanidad y ha agradecido a los profesionales y a los ciudadanos que se han desplazado hasta la Consejería para ayudarles y solidarizarse con ellos. En la misma línea, la secretaria general de AMTYS ha llamado a que se mantenga ese sentimiento de cooperación y pertenencia entre los profesionales, con el objetivo de "negociar unas condiciones dignas y adecuadas de una vez". "El encierro acaba, pero la huelga sigue. Nos vamos con el corazón partido porque el Gobierno regional no quiere llegar a acuerdos", ha explicado.

Feas acusaciones desde el Gobierno de Ayuso

36 horas ha sido el tiempo que han permanecido encerrados estos sanitarios, y 36 horas ha sido el tiempo en el que han sido ignorados por la Administración madrileña. Ningún miembro del Gobierno regional, ni nadie con capacidades o competencias para buscar soluciones, ha atendido a estos profesionales durante su reclusión.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, llegó incluso a acusar al comité de huelga de "okupar ilegalmente un espacio público" e indicó que las personas que estaban en la Consejería "no son médicos tal cual, son nueve personas, no son los médicos". "La mayoría son liberados sindicales que, como bien se ha escuchado en los audios de estos días, lo que quieren es prolongar esto hasta las elecciones pero sin hacerlo viernes y lunes", señaló.

Como es de esperar, estas acusaciones no fueron bien recibidas desde el comité, que las tachó de "ofensivas". "Nos preocupan muchísimo estas declaraciones. Se supone que la presidenta de una comunidad autónoma tiene que estar bien asesorada, conocer la Sanidad y cuidarla. Si realmente cree en las cosas que ha dicho, significa que no cree en la Atención Primaria. Y si las cree significa que está pésimamente asesorada y la invitamos a que acuda para hablar todo el tiempo que quiera para poder desatascar esta situación", subrayó la portavoz del comité de huelga.

A pesar de este ofrecimiento, las negociaciones no han avanzado nada y ambas partes se mantienen en su posición original: el comité de huelga permanece en su deseo de recibir un interlocutor que les escuche y atienda sus demandas para buscar una salida a la huelga, mientras que la Consejería de Sanidad califica el encierro y la huelga de "chantaje".

"El encierro no es la vía para continuar el diálogo pero la oferta de dialogar continúa", defendió este viernes el consejero madrileño de Salud, Enrique Ruiz Escudero. "Podríamos retomar la negociación esta misma mañana con las personas que el Gobierno considera que son las idóneas para llegar a ese acuerdo", aseguró, refiriéndose a los responsables de la Consejería que acudieron al quinto encuentro con el comité de huelga: la directora general de Recursos Humanos del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), Raquel Sampedro, el director general de Procesos Integrados de Salud, Juan José Fernández Ramos, y la gerente de Atención Primaria, Almudena Quintana.

Sin embargo, el comité de huelga no valora positivamente la labor y las capacidades de estos nombres y los califican como "convidados de piedra sin capacidad de ofrecer soluciones". Por ello, han solicitado que acudan miembros del Gobierno con verdadera capacidad de decisión y de cambiar las cosas, como podría ser el propio consejero de Sanidad, el titular de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, o la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso.

Puntos de choque

Existen diferentes puntos de conflicto que han motivado los paros de casi 5.000 médicos y pediatras en una huelga que encuentra su inicio a mediados de noviembre. Por su parte, el comité de huelga insiste en que no se han presentado nuevas propuestas por parte de la Consejería para atender sus reivindicaciones. La propia Consejería, sin embargo, recrimina que el sindicato convocante ponga encima de la mesa nuevas demandas cada vez que hay un acercamiento de posturas.

El comité de huelga había planteado, horas antes de la conclusión del encierro, el destino de 42 millones de euros, 12 de ellos para cubrir el pago del turno de tarde y el resto para complementos económicos, como condición para recuperar la confianza y desconvocar los paros. El Gobierno madrileño, en respuesta, ha recordado que en el Plan de Mejora Integral de la Atención Primaria se contempla un incremento de 3.800 euros al año y 3.300 para pediatras. "Se ha avanzado, se les ha ofrecido soluciones en todas ellas y si volvemos a eso seguro que habrá entendimiento", defendió el consejero de Sanidad este viernes.

Sin embargo, los afectados han recordado los incumplimientos por parte del Ejecutivo presidido por Isabel Díaz Ayuso con los acuerdos firmados previamente, y la falta de confianza que eso les ha supuesto. Por ello, dudan que las propuestas que ofrezca la Consejería de Sanidad se vayan a cumplir ahora, dado el historial de desplantes al que han tenido que hacer frente.