La presentación de las medidas de "regeneración democrática" propuestas por el Gobierno recibieron enseguida la réplica contundente acompañada, incluso, por descalificaciones por parte de dirigentes del Partido Popular. Uno de los más beligerantes ha sido su líder, Alberto Núñez Feijóo.
Se da la circunstancia de que una de las grandes herencias negativas, a tenor de lo que dicen los trabajadores, que dejó el de Os Peares a su sucesor tiene que ver, precisamente, con los medios de comunicación. Con los privados, los 'amigos' no han tenido problema con Feijóo siendo, de manera casual, siempre los más beneficiados por campañas de publicidad impulsadas por la administración autonómica. Los públicos, la radio y televisión gallegas, han sido otro cantar.
Feijóo ha dejado a Alfonso Rueda por una parte, la mayor protesta de una plantilla de medios públicos contra la gestión política por manipulación informativa. Se materializa a través de los llamados Venres Negros (viernes negros) que acumulan ya casi seis años. La otra parte de esa 'herencia' del actual máximo responsable nacional del PP es el director de la Corporación de Radio y Televisión de Galicia, CRTVG, Alfonso Sánchez Izquierdo, que contiúa en el puesto y que centra buena parte del descontento de la plantilla, además de acumular denuncias y quejas públicas.
Muchos pensaban que la llegada de Rueda a la presidencia de la Xunta, primero vía designación y luego por mandato de las urnas, iba a propiciar un cambio en los medios públicos gallegos, pero nada más lejos de la realidad. Ahora, a la continuidad de Sánchez Izquierdo y las quejas de los trabajadores por manipulación, se ha sumado en los últimos meses el Anteproyecto de Ley de Servicios de los Medios Públicos de Comunicación Audiovisual de Galicia, cuyo objetivo, según plantilla y partidos de la oposición, es controlarlos todavía más y sin fiscalización externa alguna.
Esta semana el asunto ha llegado a Bruselas. El eurodiputado socialista Nicolás González Casares ha registrado en el Parlamento Europeo una serie de preguntas sobre la mencionada normativa puesto que podría estar "vulnerando la legislación europea que protege la liberdad y la independencia de los medios de comunicación, poniendo en riesgo la pluralidad y la promoción de la lengua y cultura gallegas en la CRTVG".
Al estilo Ayuso
Los socialistas han recordado que, desde hace años, "los trabajadores denuncian la manipulación informativa" y que, a pesar de esto, los Gobiernos del PP, primero con Feijóo y ahora con Rueda, no solo "han ignorado estas reclamaciones, sino que ahora pretenden aumentar aún más su control".
El europarlamentario socialista ha explicado que, entre otras, las "preocupaciones" que se han trasladado a los organismos comunitarios pasan por la "concentración del poder en los nombramientos". Esto es así porque el Anteproyecto propone un nuevo sistema que aboga por eliminar la necesidad de una mayoría reforzada en el Parlamento gallego para elegir a la dirección general y al consejo de administración de la CRTVG. Esta es una de las cuestiones que piden a la Comisión que analice puesto que "este cambio concentraría el poder de nombramiento en las manos de un solo partido, es decir, el PPdeG, y del presidente de la Xunta, lo que podría poner en peligro la imparcialidad y la independencia" de la radio y televisión gallegas.
Curiosamente, esta modificación es muy similar a la llevada a cabo por Isabel Díaz Ayuso con Telemadrid.
Asimismo, se propicia con la nueva normativa la eliminación de órganos de control interno. A juicio de González Casares puede darse el su articulado una "incompatibilidad de la eliminación del Estatuto Profesional y del Consejo de Informativos con la normativa europea que asegura el control interno y la transparencia en los medios de comunicación". Su sustitución por un órgano asesor que lleve a cabo estas funciones como propone el Anteproyecto compuesto por miembros nombrados directamente por el gobierno gallego, da pie a una posible "grave intromisión política que erosione la independencia" de la Corporación.
Del mismo modo, también se vería afectada tanto la producción propia como los servicios informativos, con lo que, además, se "comprometería la función de servicio público" que han de tener este tipo de medios.
Otro aspecto que también ha levantado mucha controversia porque choca frontalmente con uno de los principios que motivaron la creación de la radio y televisión gallegas es que se abre a contenidos en castellano. El eurodiputado socialista ha recordado que el "mandato principal" de la CRTVG es "la promoción de la lengua y cultura gallegas",
Se da la circunstancia de que, en más de una ocasión, los ejecutivos presididos por Alberto Núñez Feijóo recibieron la reprimenda de Europa por llevar a cabo políticas contrarias al idioma gallego.