Hace unas semanas, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, rechazó la condonación de la deuda a la comunidad autónoma que dirige, con un coste exacto de 18.791 millones de euros, y esta semana, también se ha negado a debatir al respecto. Una postura que se antoja complicada de entender y explicar teniendo en cuenta dos cosas: en primer lugar, que la condonación de deuda fue un mecanismo que el propio Moreno Bonilla exigió previamente, y en segundo lugar, que la situación es muy delicada en diferentes frentes como la Sanidad, la Educacion o la Vivienda, por lo que el perdón de tal cantidad de dinero supondría un importante alivio.

Especialmente en este segundo punto se centra la valoración que hacen desde las filas socialistas a este rechazo: no comprenden que, siendo tan comprometida la situación de los servicios públicos andaluces, se opte por negarse al perdón de la deuda. El portavoz del PSOE andaluz, Francisco Cuenca, ha opinado que Bonilla tiene dos opciones, "aceptar la quita de la deuda de 19.000 millones propuesta por el Gobierno de España" o "traicionar a Andalucía siguiendo las órdenes de Feijóo para confrontar con el Ejecutivo de Pedro Sánchez". En una rueda de prensa, Cuenca ha hablado del comienzo de las negociaciones sobre este asunto, disparadas con una reunión técnica a la que el Gobierno andaluz ha decidido no prestar atención. "Moreno tiene que rectificar. Los andaluces vamos a estar muy pendientes ante la deriva de servicios públicos en Andalucía", ha argumentado. 

"Para Andalucía, es nefasta la falta de gobierno de Moreno, ocupado constantemente en confrontar, dañando los servicios públicos. La trama del SAS está vinculada al desastre de la gestión sanitaria pública"; ha recalcado, recordando los contratos de emergencia del Servicio Andaluz de Salud y el fraccionamiento de contratos que investiga la Justicia. La personación de la Junta en el caso, a la par que su presentación como responsable civil subsidiaria, supone, para Cuenca, el "primer indicio del reconocimiento de que algo huele mal por parte de Moreno Bonilla".

"Falta de credibilidad"

Por su parte, la portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento andaluz, María Márquez, ha insistido en que Andalucía tiene ante sí una oportunidad histórica reduciendo la mitad de su deuda, y ha pedido a Moreno Bonilla que lo acepte "por responsabilidad y sentido común".

En rueda de prensa en el Parlamento andaluz, la portavoz socialista ha manifestado que la quita de la deuda y la negociación de la nueva financiación autonómica son compatibles. A renglón seguido, Márquez ha incidido en la "falta de credibilidad" de Moreno Bonilla y el PP para reclamar la reforma de la financiación autonómica al tiempo que se opone a la quita estatal de la deuda: "Es un contrasentido votar en contra de la propuesta socialista de la quita de deuda cuando Andalucía es el territorio más beneficiado". Cabe destacar que la cantidad planteada por Hacienda es el 22% de los 83.252 millones de quita global a las autonomías, por encima del 17,9% del peso poblacional andaluz en la demografía española.

Márquez también ha advertido de que es otra "mentira" del PP que la secretaria general del PSOE andaluz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, rechazara en algún momento la condonación de deuda en su etapa como consejera de la Junta. "El único problema de Moreno Bonilla es que ahora la quita de casi 19.000 millones de deuda autonómica la hace María Jesús Montero y no Cristóbal Montoro", ha expuesto Márquez, argumentando que este rechazo proviene de la estrategia del PP nacional para confrontar con el Gobierno de España, y no por rechazo a la medida como tal.

En el mismo sentido, Márquez ha querido denunciar el "agravio sanitario" a raíz de la situación del sector. "Están creando andaluces de primera y de segunda dependiendo de si pueden pagarse un médico u una operación privada o de si tienen que esperar en la sanidad pública. Son dos millones de andaluces y andaluzas los que están esperando una cita con el especialista o poder operarse. En algunos casos, las esperas son de más de un año con enfermedades graves", ha advertido.

No solo la Sanidad: Educación y Vivienda, también debilitadas

Aunque la Sanidad es uno de los pilares más debilitados de la administración pública andaluza, no es el único. La Educación y la Vivienda también atraviesan un momento complicado a raíz de las políticas del Gobierno 'popular'.  En cuanto a la Educación, el Grupo Socialista registró en el Parlamento andaluz la adopción de nuevas condiciones más exigentes para el reconocimiento de universidades privadas en la comunidad, ya que, a su juicio, las medidas propuestas en el borrador del anteproyecto de Ley de Universidades del Gobierno andaluz "siguen siendo insuficientes para garantizar la calidad académica y científica del sistema universitario andaluz".

Andalucía se encuentra a la cola de España en inversión por alumno. No obstante, la misma autonomía ha aumentado los recursos para la educación concertada en 72 millones, con una inversión total que supera por primera vez los 1.000 millones de euros. Un ataque a la educación pública que se comprueba no solo con una inversión menor, sino también con el cierre de 2.600 aulas desde su llegada al poder. En el último curso, se registran 163 aulas menos en Sevilla; 120 menos en Cádiz; 88 menos en Málaga; 62 menos en Granada; 47 menos en Córdoba y Jaén; 39 menos en Huelva y 31 menos en Almería.

En cuanto a las políticas de Vivienda, uno de los problemas más acuciantes de los españoles, el Gobierno andaluz optó por no aplicar en su territorio la ley de Vivienda para regular precios y destensionar el mercado inmobiliario, e incluso, según denunció FACUA, que la autoridad de Consumo de la administración permitía que las inmobiliarias que se saltan la ley de Vivienda se puedan quedar con el "dinero defraudado". También acusaron al gobierno regional de interponer sanciones por debajo de las cantidades ingresadas "ilegalmente", así como de calificar una infracción leve una irregularidad que está tipificada como grave.

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