Juan Manuel Moreno Bonilla ha subido y mucho el precio de los comedores escolares, mientras ha bajado la calidad y la cantidad de la comida que almuerzan los niños y niñas andaluces en los colegios. Y si las familias pagan más y la comida es peor, ¿dónde va el dinero de los comedores escolares?

El afán privatizador de Moreno Bonilla no tiene fin. Lleva cuatro años consecutivos subiendo el precio de los comedores escolares. Desde 2021 el importe ha crecido un 24%. ¿Por qué sube el comedor escolar cuatro veces más que la inflación? ¿Por qué machaca a la mayoría de las familias con estas continuas subidas mientras le regala 150 euros a quienes llevan a sus hijos a colegios privados?

Sr. Moreno Bonilla, ¿usted es consciente de que Andalucía es la comunidad autónoma con salarios más bajos, y donde más suben los alquileres? ¿No le parece excesivo que el comedor escolar cueste por hijo 130 euros al mes? ¿Cree que todas las familias andaluzas pueden pagar este precio?

Hagamos números. Cerca de 80.000 alumnos deben abonar íntegramente el comedor escolar, según los propios datos de la Junta de Andalucía. Existen bonificaciones, pero en el momento en que trabajan los dos padres, la mayor parte de estas familias quedan excluidas de cualquier tipo de bonificación.

El considerable encarecimiento de los precios del comedor escolar no ha ido acompañado de mejoras en la calidad de la comida servida a los alumnos. De hecho, muchas familias denuncian que el menú escolar ha empeorado. Los problemas más frecuentes incluyen la utilización de “líneas frías”, la entrega de comida congelada y la falta de variedad en los menús.

Los medios de comunicación han denunciado que hay colegios andaluces, donde los menús solo llegan dos días a la semana. ¿Y el resto de los días qué pasa? No es la excepción, esta es la alimentación que comen casi 200.000 niños en los comedores escolares andaluces. Sr. Moreno Bonilla, ¿si aumenta el precio del comedor, por qué no se garantiza que la comida llega a diario a los comedores? ¿Por qué está haciendo negocio con la comida de los alumnos en los centros escolares?

La situación es especialmente preocupante en los comedores gestionados por empresas privadas, que concentran la mayor parte del servicio. En el caso de los 1.446 comedores gestionados por empresas privadas, las quejas se centran en la mala calidad de los productos servidos, que no cumplen con las expectativas de nutrición y salud que se deberían garantizar en los centros educativos. ¿Algo que opinar Sr. Moreno Bonilla?

Un ejemplo reciente de la mala calidad de los comedores escolares está en el Colegio Público Gómez Moreno de Granada. Este centro educativo, que había llevado su comedor escolar durante 20 años de forma autogestionada, con un enfoque en la compra de productos ecológicos y locales, vio cómo la Junta de Andalucía aceptaba la oferta más baja de una empresa privada para el servicio de comedor. Las quejas por parte de los padres no se hicieron esperar, denunciando que la calidad de los menús ha disminuido drásticamente, y que los niños se quejan de la poca variedad y sabor de la comida.

También está el caso de los comedores escolares de doce colegios públicos de la provincia de Cádiz, donde, Flampa Gades, asociación que representa a padres y madres, denuncia que el servicio de comedor es muy deficitario y enumera hasta 14 faltas graves, destacando la insuficiente cantidad y la falta de calidad de la comida servida, el elevado rechazo de los platos por parte del alumnado y el incumplimiento de ratios de cuidadores.

Un comedor de Sanlúcar de Barrameda fue señalado por entregar a los estudiantes menús tan repetitivos y mal elaborados que varios niños se negaban a comer. Las denuncias indicaban que la comida no solo carecía de sabor, sino que además presentaba deficiencias nutricionales.

La Plataforma de AMPAs de la escuela pública de Córdoba, que aglutina a más de 45 asociaciones de la ciudad y provincia han denunciado reiteradamente, que la comida llega en mal estado a los colegios y reclama una revisión de las ofertas presentadas para cubrir este servicio.

Un informe de la Confederación Andaluza de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado por la Educación Pública (Codapa) expone que, en algunos comedores escolares de Sevilla, los menús de los días lunes y jueves son entregados con productos que llevan varios días almacenados. Esto afecta a la calidad de la comida y la salud de los niños.

Actualmente, solo el 28% de los comedores escolares en Andalucía son gestionados directamente por la Junta. El resto, un 72%, está en manos de grandes empresas privadas que controlan la mayor parte del mercado. En total, el dinero público destinado a financiar los comedores escolares en la comunidad supera los 140 millones de euros anuales. Un negocio redondo para lo privado.

Estas empresas se benefician de un sistema de licitación que prioriza el precio por encima de la calidad. En muchos casos, los contratos son adjudicados a empresas que ofrecen el servicio más barato, lo que genera un círculo vicioso donde la calidad de los productos se ve sacrificada para cumplir con los márgenes de beneficios.

Este modelo de privatización ha sido duramente criticado por organizaciones como Codapa, que destaca falta de transparencia en los procesos de licitación y la escasa supervisión del servicio, una vez que las empresas obtienen los contratos.

La situación de los comedores escolares en Andalucía refleja una realidad muy preocupante: por un lado, el encarecimiento de los precios, que golpea directamente a las familias más vulnerables, y por otro lado la baja calidad y la reducción de la cantidad de la comida servida. Según Codapa la alimentación escolar en Andalucía es la peor de España. ¿Algo que opinar Sr. Moreno Bonilla?

Al presidente andaluz del PP solo le importa subirse el sueldo dos veces en un año y bajar impuestos a millonarios; pero no tiene el más mínimo interés en garantizar una alimentación escolar decente y digna para todos los niños y niñas.

Moreno Bonilla destroza lo público para favorecer lo privado. Favorece a los más ricos mientras machaca a las familias. Hace negocio con los comedores escolares de nuestros hijos e hijas. La pregunta final que cabe hacerse es: ¿Cuántos recortes sociales están dispuestos a soportar los andaluces antes de dar la espalda al PP?

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