Se conoció ayer, fue por sorpresa y es sin duda el primer movimiento táctico de calado registrado en las estructuras orgánicas del PSOE de Andalucía de cara al proceso de primarias. El poderoso PSOE de Jaén pedirá a la dirección andaluza del partido que convoque “lo antes posible el proceso de primarias para elegir la candidatura a la Presidencia de la Junta de Andalucía".

Aprobado por unanimidad salvo una abstención, el punto no estaba en el orden del día y supone un punto de inflexión en la cautelosa estrategia mantenida públicamente hasta ahora por la organización que lidera el también presidente de la Diputación, Francisco Reyes, que esta misma semana acompañaba a la secretaria regional Susana Díaz en su visita a la provincia.

"Es el momento de que, cuanto antes, la militancia hable y decida quién va a ser el candidato o la candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía. No podemos esperar al congreso regional ante la posibilidad de un adelanto electoral en la comunidad, visto lo ocurrido en Madrid. No puede estar abierto de manera indefinida hasta final de año o el año que viene porque el debate está en el PSOE y en la calle", dijeron a Europa Press fuentes del partido en Jaén.

En principio, el calendario orgánico prescribe celebrar el congreso federal en octubre y los congresos regionales inmediatamente después, a finales de año, por lo que Díaz no se sometería a primarias como secretaria general hasta dentro de siete u ocho meses.

Demasiado tiempo, piensan en Jaén: "Nos podemos encontrar elecciones en octubre y las primarias para la candidatura a presidir la Junta serían ya el año que viene".

Formalmente, las primarias a la Secretaría General y las primarias a la Presidencia de la Junta son procesos distintos e independientes, pero parece más que probable que quien gane las primeras -sean cuales sean- tendría ganadas las segundas.

La convocatoria de primarias es potestad última del Comité Federal, que podría ordenarlas unilateralmente, pero si se produjera una cascada de pronunciamientos en la línea del que hizo ayer Jaén, para la dirección regional que dirige Díaz sería problemático oponerse a ellas.

Por ahora, ella es la única candidata a las primarias orgánicas previstas para diciembre, pero todo apunta a que el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, está calentando en la banda para saltar al campo en cualquier momento. De hacerlo y de posicionarse Ferraz en su favor, la batalla no sería fácil para Díaz. Cierto, pero tampoco lo fue para Pedro Sánchez y ganó, piensan en el entorno de la expresidenta.

Lo que en el fondo prefieren los socialistas, con Ferraz a la cabeza, es ahorrarse el amargo trago las primarias, que en más de una ocasión han tensionado y dividido dramáticamente al partido. Pero, para ahorrárselas, Susana Díaz debería renunciar a presentarse y, desde luego, esa no es por ahora su intención.

La secretaria general andaluza piensa que la pérdida de la Junta en diciembre de 2018 fue un hecho accidental que ella misma puede revertir en las próximas elecciones. No es lo que piensan sus críticos, convencidos de que el tiempo de Díaz ha pasado y que su terquedad es un obstáculo insalvable para la renovación del partido.

Aunque los socialistas jiennenses apelan a lo sucedido en Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso convocó sorpresivamente las elecciones y cogió a las izquierdas con el pie cambiado, en Andalucía esa posibilidad parece bastante remota, si bien el adjetivo ‘remoto’ conviene usarlo con mucha prudencia en estos tiempos.

El presidente de la Junta ha dicho en numerosas ocasiones que su intención es agotar la legislatura, que concluye en diciembre de 2022.

Ciertamente, si Moreno tiene en mente el adelanto es obvio que no va a dar pistas a sus adversarios publicitando anticipadamente su decisión, pero la estabilidad política y parlamentaria de su Gobierno es indudable.

El Cs de Juan Marín está entregado a la causa y el Vox de Santiago Abascal no tiene en mente, como reiteraba semanas atrás en Sevilla su líder nacional, poner palos en la rueda del ‘cambio histórico’ que ellos mismo hicieron posible.

Es verdad que Vox le viene pidiendo a Moreno que adelante las elecciones porque Cs –“el puñal naranja”- puede traicionarlo en cualquier momento, pero la formación ultraderechista no ha dado ningún paso -y podría darlo cuando quisiera- para forzar ese adelantamiento electoral que dice considerar tan urgente.