Mediaset España ha decidido endurecer su código ético para incluir un protocolo de actuación que se aplique en exclusiva a los realities. De esta forma, la empresa fija tres grandes puntos de obligado cumplimiento encaminados a regular la convivencia de los participantes y preservar y garantizar su salud y bienestar.

Este viernes 26 de mayo, el grupo audiovisual ha remitido un comunicado a los medios en el que informa de las novedades en su Código Ético que incluye un Protocolo de Actuación aplicable a programas de telerrealidad, que recuerda las situaciones que se vivieron con el caso de Carlota Prado en Gran Hermano Revolution, que ha acabado con la condena a Zeppelin y a su agresor José María López, y que allanan la vuelta del reality por excelencia tras semanas de rumores sobre su vuelta.

Con un total de diez normas básicas, pretenden controlar el proceso de casting, definiendo los perfiles idóneos en función de la tipología de reality con derecho de veto a participantes que no sean idóneos para la imagen de la cadena, así como investigar al entorno para evitar problemas en el plató.

La segunda sección centra su atención en el establecimiento de entornos seguros para los participantes con el objetivo de evitar que se vean expuestos a situaciones no controladas que pongan en peligro su salud física o psicológica. Este apartado también Mediaset España prolongará la asistencia psicológica a los concursantes durante al menos dos meses después de la finalización del programa.

La tercera y última sección describe los comportamientos y actitudes prohibidos o reprobables y obliga a las productoras a tener trabajadores y técnicos suficientes para el control preventivo y la intervención reactiva con el objetivo de evitar que tales comportamientos puedan producirse o se puedan atajar de forma inmediata, activándose en tal caso los protocolos de actuación, comunicación y denuncia pertinentes.

Investigación previa y exhaustiva de cada concursante y su entorno 

En cuanto a la selección de los participantes el grupo audiovisual establecerá conjuntamente con las productoras antes de iniciarse la produción el perfil de los posibles concursantes. Una vez hecho el casting, Mediaset tendrá la responsabilidad de aprobar la lista final de participantes, contando con el derecho a veto en base a "motivos razonables".

Todos las personas que formarán parte de un reality deberán pasar por un "análisis de riesgo", que incluirá, al menos, un examen médico tanto físico como psicológico (algo que ya era habitual en muchos de los programas de la cadena). Además realizarán una investigación en el entorno familiar, profesional o social para poder identificar comportamientos agresivos, dependencias crónicas, etc. "Serán descartados todos aquellos aspirantes con antecedentes acreditados de violencia de cualquier índole en los cinco años anteriores al proceso de selección", se manifiesta en el documento.

Las productoras de los programas serán la encargadas del tratamiento y custodia de los datos de de carácter personal. también tendrán la responsabilidad de informar a los participantes de todas las características del fromato, duración, localización, normas...

Espacios de seguridad para los partipantes

La Productora se compromete en este tema a tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad y bienestar de los concursantes, poniendo a disposición de éstos una asistencia adecuada a las necesidades individuales de cada uno de ellos, con asistencia médica y psicológica. Se evitará siempre que estén expuestos a riesgos excesivos o no controlados. Además se pondrá a disposición de los participantes que así lo requieran apoyo psicológico durante, al menos, dos meses tras la finalizazción del programa.

Unas medidas que probablemente estén destinadas a atajar las duras crítícas de Carlota Prado, que denunció que nadie relacionado con GH tuvo interés en ella, tras ser víctima de abuso sexual dentro del programa. "Carlota recibía apoyo de profesionales independientes", justificó entonces el programa.

Los comportamientos prohibidos en Mediaset

La tercera y última parte del comunicado especifica los comportamientos y actitudes prohibidos o reprobables y exige la implementación de medios humanos y técnicos suficientes para el control preventivo y la intervención reactiva con el fin de impedir que se produzcan tales comportamientos o que se atajen inmediatamente.

El grupo obliga a la Productora a mantener actualizado un protocolo de actuación que incluya unos indicadores o descriptores que permitan identificar y graduar de forma clara los comportamientos prohibidos o reprobables, y los protocolos en cada uno de los casos.

De este modo, se impedirá y atajará cualquier comportamiento o manifestación susceptible de ser considerados como acoso o abuso sexual, bullying, discriminatorio por razón de género, raza, nacionalidad, creencia o religión, consumo de drogas, violencia física o verbal, el consumo inmoderado de alcohol y la utilización de imágenes de los concursantes bajo la influencia de éste.