Las 490 páginas del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que se conocieron esta semana han provocado que el Gobierno de Pedro Sánchez afronte sus horas más críticas. Más allá de la dimisión del secretario de Organizacion del PSOE, Santos Cerdán, en ElPlural.com ofrecemos algunas claves que entendemos importantes para intentar explicar qué está pasando no solo en Ferraz 70, sino también en Moncloa. 

1. El retiro de Pedro Sánchez

Junto con su familia, Pedro Sánchez abandonó el pasado viernes el Palacio de La Moncloa para reflexionar. Su retiro, para quien más le conoce, no es una cuestión menor. Lejos de Madrid, Sánchez está hablando estos días con sus principales colaboradores y sopesando qué hacer no solo para impulsar la regeneración del PSOE, sino para evitar un adelanto electoral que, de producirse, muy probablemente acabaría ocasionando que la extrema derecha volviese a las instituciones del Gobierno central por primera vez desde el franquismo. 

2. El dolor de Pedro Sánchez

Sin lugar a dudas, Pedro Sánchez se ha convertido en el político más vilipendiando, insultado y deshumanizado de la política española. Es difícil, por ejemplo, que los seguidores del programa -tan mimado publicitariamente por el Gobierno de la Comunidad de Madrid- de Federico Jiménez Losantos entiendan que Sánchez es una persona que, al igual que el común de los mortales, también puede ser traicionado por alguien al que consideraba su amigo y del que confiaba plenamente hasta el pasado jueves. 

Si como Losantos, algún derechista cree que Pedro Sánchez es una "geisha tuberculosa”, una “folclórica en decadencia”, o un "farsante", no podrá entender que Pedro Sánchez esté muy “jodido” por la traición de Santos Cerdán. Pero si los odiadores no consiguen hacernos perder el norte al resto de los ciudadanos, no debería ser difícil empatizar con el dolor de un presidente del Gobierno respecto a una persona que sí, le ha engañado a él, pero también a mucha otra gente. 

3. La traición de Santos Cerdán 

Santos Cerdán decía tajantemente que todo lo que se rumoreaba sobre él era mentira. Y la vehemencia y seguridad con la que lo decía hizo equivocarse no solo al presidente del Gobierno, sino a todos los ministros y colaboradores más cercanos de Pedro Sánchez. “¿Cómo va a mentir una persona que con una seguridad aplastante afirma que todo lo que se dice de él es mentira?”, es la pregunta que no solo se formulaban muchos dirigentes del PSOE, sino también de otros partidos como Sumar, Junts o ERC que veían a Santos Cerdán como una víctima más de las malas artes de las cloacas del Estado.

Porque en un país en el que desde el propio Estado se ha filtrado información falsa sobre políticos para arruinarles la vida, en el que ha existido la Policía Patriótica, en el que personajes como Villarejo ejecutaban públicamente a quien decidía el mismísimo presidente del Partido Popular, no era difícil creer que Santos Cerdán, una persona clave en la formación del Gobierno progresista y en la ley de amnistía que ha traído la normalidad a Cataluña, también podía ser víctima de las mentiras y malas artes que muchos otros políticos han sufrido -y sufren- por parte de la derecha política, judicial y mediática. 

La conmoción en el PSOE por lo conocido sobre Santos Cerdán no es menor que en muchos dirigentes de Junts. Por no hablar del Partido Socialista de Navarra. Quizás, quien mejor expresó el “dolor” que muchos sienten fue la propia presidenta de Navarra, María Chivite. “El informe de la UCO no se corresponde con la persona que es mi amigo”, afirmó entre lágrimas Chivite, que conocía a Santos Cerdán desde que este llevaba escolta cuando estaba en el punto de mira de ETA pese a no ser más que un concejal del pequeño pueblo de Milagro.

Y es que sí, Santos Cerdán ha engañado a Pedro Sánchez, pero también a todos sus amigos y militantes del PSOE que admiraban su determinación a la hora de lograr avances incuestionables para el país como el fin de ETA, la amnistía en Cataluña, o la formación de un Gobierno que evitó que la extrema derecha volviese a las instituciones. 

4. Cuando se conoció la verdad

En el PSOE y en Moncloa estaban tan seguros de que lo dicho sobre Santos Cerdán era mentira que confiaban plenamente que en cuanto saliese el informe de la UCO, unas explicaciones en los pasillos del Congreso de los Diputados valdrían para poner fin a la tormenta política. Creían que como otros informes muy recientes de la UCO, habría errores fácilmente reconocibles y burdas insinuaciones sencillas de desmontar. Pero las 490 páginas del informe que se conoció no dejaban lugar a dudas: Cerdán formaba parte de la misma trama que también afecta a José Luis Ábalos y Koldo García, un impresentable que no solo robaba, sino que incluso grababa sus conversaciones. 

Cuando Pedro Sánchez le llamó a Moncloa, Santos Cerdán repitió su débil argumento de defensa que había previamente dicho a sus colaboradores más cercanos. “No me reconozco en esas conversaciones”. Descartado el estado de enajenación, Cerdán sostuvo que esas conversaciones eran fabricadas por "un programa de inteligencia artificial israelí”. La estupefacción entre todos los que escucharon su justificación es indescriptible.

Sánchez le pidió que renunciara inmediatamente a su acta de diputado y dimitiese como secretario de Organización. Así lo hizo, defendiendo aún su inocencia en un comunicado que quizás solo pueda tener explicación desde la rama científica de la psicología.

5. Los inevitables cambios en el PSOE y las dudas sobre el Gobierno

Como muy tarde, el próximo 4 de julio se conocerán los cambios de calado que se producirán en el organigrama del Partido Socialista y que casi con toda probabilidad no solo afectarán a la hoy ya vacante secretaría de Organización, sino a otros cargos de la Comisión Ejecutiva Federal.

Hasta este viernes, se descartaba una remodelación del Gobierno bajo un argumento que tiene su lógica: no es justo que ministros salgan del Ejecutivo debido al escándalo de Santos Cerdán porque, independiente de que ejerzan mejor o peor sus funciones, no tienen nada que ver su comportamiento con el del exsecretario de Organización del PSOE. O dicho de otro modo, no habría cambios en el Ejecutivo porque se podría dar a entender a la opinión pública que su salida se produce porque hay dudas sobre si los ministros hipotéticamente cesados tenían un comportamiento similar o eran cómplices de Cerdán.

El problema es que lo sucedido es de tal gravedad que cuesta creer que el Gobierno pueda mantenerse sin dar un giro de 180 grados que suponga un nuevo punto de partida. Una especie de borrón y cuenta nueva en la legislatura que facilite la reconciliación del electorado progresista con el Ejecutivo y que sea una especie de antídoto ante lo que queda por salir. 

6. Lo que queda por conocerse 

Sin duda, se conocerán más audios y conversaciones que, utilizando la técnica del goteo, provocarán desolación entre el electorado y militancia del Partido Socialista. Analizado el informe de la UCO, fuentes socialistas creen que Santos Cerdán, con un modo de vida austero a diferencia de José Luis Ábalos, no ha recibido aún mordidas; sino que estas serían pagadas a futuro, una vez abandonase la vida pública. Todo parece indicar que Santos Cerdán no tiene, a diferencia de como ocurrió con el exconsejero madrileño del PP y número dos de Esperanza Aguirre, un millón de euros encontrado en el altillo de un armario en casa de sus suegros. A diferencia de lo que ocurría con los dirigentes del PP, Cerdán tampoco acumularía sobres de billetes que en Génova 13 recibió hasta el mismísimo Mariano Rajoy. O dicho de otro modo, la situación económica presente de su familia es difícil.

Sí que temen que el alquiler de la vivienda familiar en Madrid hubiese sido abonado por el empresario navarro Antxon Alonso. Un capítulo que a buen seguro la derecha mediática utilizará, junto con el resto de informaciones, para intentar hacer creer que estamos ante ‘la Gürtel del PSOE’. Algo rotundamente falso. 

7. No es “la Gürtel del PSOE"

Sin restar gravedad a las informaciones conocidas, no se puede hablar de ‘la Gürtel del PSOE’. A diferencia de lo que ocurrió en el Partido Popular, los dirigentes del PSOE no cobraban sobresueldos y en Ferraz están convencidos que la auditoría externa encargada por Pedro Sánchez reflejará que el partido no se financiaba con dinero negro.

Es decir, que las mordidas se las quedaban íntegramente Koldo Garcia, José Luis Ábalos y Santos Cerdán. El problema es que el Partido Popular y sus satélites mediáticos intentarán hacer creer que todos los dirigentes del PSOE son iguales que Koldo García. Incluso, que los casi 200.000 mil militantes del PSOE son cómplices de sus fechorías, cuando la realidad es que asisten con horror a cada nuevo audio que se publica, y especialmente con mucho dolor respecto a las conversaciones que tienen que ver con la prostitución.

Un comportamiento que jamás pensaron que pudiese tener Santos Cerdán, por el que además los dirigentes del partido estaban preocupados por ser víctima constante del odio de la extrema derecha hasta el punto de haber recibido en numerosas ocasiones insultos y amenazas en las calles de Madrid.

El objetivo del PP es mezclar todas las informaciones para generalizar, sin que quede clara la diferencia entre los casos de verdadera corrupción a los de persecución política, como la que sufren los familiares del presidente del Gobierno. Que todo parezca lo mismo, pese a que no tenga nada que ver un informe de la UCO de 490 páginas sobre Cerdán que otro que contiene 37 errores sobre el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.

La táctica del Partido Popular es que solo se hable Ábalos, Cerdán y García, para que así pase desapercibida la corrupción confesa del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. 

Qué todo el mundo se cuestione cómo un secretario de Organizacion del PSOE pudo engañar a Pedro Sánchez, pero que nadie se pregunte si Alberto González Amador pudo ocultar a Isabel Díaz Ayuso que era un defraudador. Que nadie repare en si, a diferencia de lo que ocurre entre Pedro Sánchez y Santos Cerdán, Alberto Núñez Feijóo sí que sabía que Marcial Dorado era un narcotraficante cuando navegaba con él en tierras gallegas.

Y entre tanta confusión, intentar colar también el bulo de las primarias.

8. El bulo de las primarias y los “dos votos” de Koldo Garcia

Intentar desarmar a Sánchez desde que llegó a la secretaría general del PSOE es el último bulo que los medios afines al Partido Popular quieren hacer colar a la ciudadania, utilizando para ello una conversación, que la UCO coloca sin venir a cuento en el mencionado informe de 490 páginas, en la que Koldo decía que iba a votar a Sánchez dos veces en las primarias socialistas. 

Dar a entender que se puede hacer un pucherazo en las primarias del Partido Socialista es un disparate. Sánchez se convirtió en secretario General del PSOE sin el apoyo del aparato. Algo que provocó que en la inmensa mayoría de agrupaciones del partido, el presidente de mesa y el secretario de actas de las mesas electorales no fueran afines a Sánchez. En las primarias del PSOE no solo hay interventores de cada una de las candidaturas, sino que el recuento de los votos es público y a él acuden no pocos militantes que viven con pasión el veredicto del proceso interno. 

Ni cuando se enfrentó a Eduardo Madina ni a Susana Díaz, Pedro Sánchez controlaba si quiera el censo de militantes. De las primarias socialistas solo hay una verdad, que Sánchez dobló el pulso a Susana Díaz y a todo el aparato del PSOE, consiguiendo más del 50% de los votos. Solo los malos perdedores pueden sembrar dudas sobre los procesos internos del Partido Socialista. 

Y precisamente porque la verdad es que el aparato del PSOE no supo escuchar el sentir de su militancia -y de la ciudadania-, es lo que explica que un personaje como Koldo Garcia pudiese acceder al hoy presidente del Gobierno. Desahuciado de Ferraz y abandonado por los altos y medios cargos del partido, el contexto para que accediese a Pedro Sánchez era el más adecuado para un aprovechado y un sinvergüenza como Koldo.

Curioso es también que el PP siembre dudas sobre las primarias del PSOE y hable de los “dos votos” de Koldo García cuando en su partido cortaron la cabeza con autoritarismo a Pablo Casado y Feijóo prohibe votar a sus militantes.

9. El objetivo final es acabar con Pedro Sánchez y lanzar un aviso a navegantes 

Que el escándalo sobre Santos Cerdán ayuda al Partido Popular a acabar con Pedro Sánchez es una obviedad. Aún siendo verdad lo que contiene sus 490 páginas, no menos cierto es que su elaboración ayuda a trazar un plan perfecto para hacer caer al presidente del Gobierno y que acabará a buen seguro con una denuncia que presentará el Partido Popular y sindicatos y asociaciones afines a Vox como Manos Limpias y Vox contra Sánchez y el conjunto del Partido Socialista.

Una estrategia que no hace falta explicar qué le parece al magistrado Manuel Marchena y qué veredicto daría en su día el Tribunal Supremo.

Obviamente, el objetivo inmediato de la derecha es hacer caer a Pedro Sánchez. Pero no solo ese. Es lanzar todo un aviso a navegantes: ¿Si cae Sánchez quien se atreverá a liderar una opción de izquierdas en este país si sabe que puede ser destrozado por la derecha política, judicial y mediática de España? O dicho de otro modo: ¿Si el coste de defender políticas progresistas es la muerte civil de uno mismo y de toda su familia, quién se atreverá a plantar cara a los que creen que España les pertenece?

José María Garrido es director de ElPlural.com

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