Justo en el ecuador de 'Sálvame' nadie conocía el paradero de Anabel Pantoja. En un momento dado del programa, la colaboradora desaparecía el plató dejándose su inseparable teléfono en la mesa del programa.

Tras una búsqueda por los alrededores del plató, Carlota Corredera daba con su ubicación y la encontraba entre bambalinas llorando desconsolada tras ver las puertas de Cantora en el pantallón del plató y escuchar un vídeo en el que se resumía la guerra en la que está sumergida su familia después de que hace un año Kiko Rivera se enterara de la gran mentira de su madre y comenzada a indagar en su herencia y las presuntas irregularidades que hay.

Y es que es 2 de agosto, una fecha señalada en el calendario de la prensa rosa ya que es el cumpleaños de Isabel Pantoja. Un evento sin precedentes que provoca que la tonadillera celebre una gran fiesta con su familia, amigos y fans en la que fuera la finca de Paquirri.

A pesar del covid, el año pasado se celebró una pequeña celebración, aunque este año, debido a la guerra familiar, no habrá ni fiesta cumpleaños ni reencuentro familiar. Algo que afecta y mucho a Anabel Pantoja, que no podía evitar echarse a llorar por lo importante que es su familia para ella.

“Necesito mi tiempo”, pedía la colaboradora de ‘Sálvame’ a la presentadora. “Me he emocionado y no me encuentro bien ahora mismo, me han venido muchas cosas a la cabeza y ni he echado cuentas”, insistía diciendo la que cada tarde se convierte en la protagonista del programa.

“Es muy fuerte todo, es surrealista todo lo que ha pasado”, explicaba sobre la enemistad entre madre e hijo que ha acabado con la relación familiar.

“Yo no tenía ni que estar aquí hoy”, confesaba finalmente la colaboradora explicando que cada 2 de agosto ha pedido unos días de vacaciones para estar junto a su tía en Cantora: “No me he pedido el día porque no hay nada que celebrar”.