El último pulso entre la comunidad vecinal y el Ayuntamiento de Madrid ha convertido la gestión del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida en materia medioambiental en objeto de crítica y movilizaciones. Se produce después de que el consistorio haya hecho pública la estructura de costes y la fórmula de revisión de precios del futuro contrato de la planta incineradora de Valdemingómez, según la cual se plantean prolongar su vida útil durante 15 años más, es decir, hasta 2040.
La nueva licitación se ha conocido poco antes de que finalice el contrato actual de la planta de Las Lomas, que vence este año, y, lejos de anteriores estrategias que contemplaban el cierre de la planta en 2025, la realidad es que, según los planes del consistorio, habrá que esperar hasta 2040. Entre otras cosas, según se desprende del escrito de la Dirección General de Valdemingómez, el motivo de la prorrogación de la vida útil de la incineradora responde al tiempo que el concesionario necesita para la recuperación de las inversiones que se llevarán a cabo de ahora en adelante.
La noticia no ha calado nada bien entre las plataformas vecinales que se ven afectadas por la actividad de esta planta de residuos, siendo estas fundamentalmente las del Ensanche de Vallecas y el área del sureste de Madrid. Denuncian de “escándalo absoluto” la estrategia que el gobierno de José Luis Martínez Almeida lleva implantando desde hace varios años y lamentan que la solución a esas irregularidades “acaba siendo más vida a la incineradora y menos salud para nosotros”. Así lo califica Quique Villalobos, miembro de la Junta Directiva de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) y de la Asociación Vecinal del Ensanche de Vallecas, quien, entre otras muchas cosas, manifiesta que “el Ayuntamiento de Madrid supedita al sur y este a todo lo malo, a lo que no se atreverían a poner al lado de sus casas”.
Lo cierto es que las condiciones del nuevo contrato -que deberá estar aprobado antes de que finalice 2025- se han hecho públicas casi de manera paralela a un atisbo de rectificación por parte del Ayuntamiento de la ciudad. Este mismo martes el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, ha señalado que la incineradora de Las Lomas podría ver sus puertas cerradas antes de lo esperado, justo cuando la ciudad consiga reducir del 40% al 10% la proporción de residuos, cumpliendo así con la normativa europea. “La pretensión del Ayuntamiento de Madrid es prescindir de la incineración cuando esto sea técnicamente viable. En todo caso, en el 2035, porque estamos seguros de que vamos a alcanzar ese 10% del vertido. Pero si es antes de 2035, lo haremos antes”.

Manifestantes sujetan una pancarta al inicio de la quinta marcha por el cierre de la incineradora de Valdemingómez, a 21 de enero de 2024, en Madrid (España). EP.
"Esperanzas, ninguna" a las promesas del Ayuntamiento
Sin embargo, estas promesas ya no bastan a los vecinos que han vivido de primera mano la gestión de un gobierno que “no ha aportado nada al modelo de residuos”. En esta línea, Villalobos recuerda que la estrategia que buscaba el cierre de la planta en 2025 y que el actual gobierno municipal tumbó. “Esperanzas no tenemos ninguna porque el actual ayuntamiento de Almeida y Carabante lo que han hecho fue precisamente cargarse las normas que había para cerrar la incineradora en 2025 por lo tanto la credibilidad sobre sus intenciones de cerrar la planta son cero porque desde el primer momento han querido mantenerla”.
Al margen de ello, sobre los límites de generación de residuos marcados desde la Unión Europea, Villalobos lamenta que aplaudan avances que se han conseguido “en un periodo de gobierno que no es el que han gobernado ellos”. Sobre ello, ha mencionado la implantación del sistema de recogida separada de materia orgánica que se produjo en 2018 y terminó de implantarse en diciembre de 2019. “Es cierto que eso fue ya cuando ellos gobernaban -el equipo municipal de Almeida- pero con el plan ya implantado y diseñado”.
Con todo ello, lamenta que el actual consistorio “pervierte y da la vuelta a cosas que no corresponden cuando ellos no han aportado nada al modelo de residuos desde 2019. No han hecho nada de lo que estaba planteado en esta estrategia que ya había dado sus primeros pasos. Si no pones límites a la generación ni al consumo de residuos, claro que siempre va a ser necesaria la planta”.
Anuncian movilizaciones
Por todo ello, desde la AV de Ensanche de Vallecas adelantan que el próximo 19 de enero saldrán en una marcha que finalizará en la planta de Valdemingómez, la sexta desde 2020. “Hemos presentado alegaciones y no descartamos que tras la marcha se hagan nuevas movilizaciones”, señala Villalobos. En línea con estas protestas, recuerda que la planta no solo está funcionando ahora con una autorización ambiental integrada caducada -desde diciembre de 2023-, sino que estuvo un año y siete meses funcionando sin contrato, desde 2020 hasta 2022.
La denuncia de Más Madrid
Los reproches al “escándalo” no han partido únicamente desde el colectivo vecinal afectado, sino también por parte de la oposición. El pasado viernes 3 de enero, cuando se conocían la prórroga de la vida útil de la planta, desde Más Madrid se apresuraban a denunciarlo. “Alargar la vida de la incineradora va en contra del sentido común, de la directiva europea, de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados y de la Estrategia de Residuos de la Comunidad de Madrid”, denunciaba José Luis Nieto, concejal de la formación.
Del mismo modo, también ha habido tiempo para las exigencias. Nieto también ha reclamado que el nuevo contrato que está previsto que se licite “sea por un periodo máximo de 2 años improrrogables y que incluya el cierre planificado y ordenado en 2027” porque “es imperativo eliminar la incineración del proceso de tratamiento de residuos en la planta de Valdemingómez”.