Partidos políticos, organizaciones sociales, asociaciones del ámbito civil y miles de voces autorizadas se han levantado contra Luis Rubiales por su actuación abusiva a la hora de besar a Jennifer Hermoso sin el consentimiento de la futbolista. Al clamor social se ha sumado ahora UGT, que exige la “dimisión inmediata del presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) “por su conducta reprobable, intolerable y punible”. El sindicato liderado por Pepe Álvarez se ha pronunciado duramente contra Rubiales, al que podría quedarle muy poco en el cargo, a través de un comunicado.

Desde la organización sindical lamentan que la gesta de la selección española de fútbol, tanto a nivel deportivo como de igualdad de género, “se vea ensombrecida por conductas sexistas propias del riguroso patrón machista que sigue imperando en nuestra sociedad”. El beso sin consentimiento protagonizado por Rubiales “le hace indigno de ocupar un puesto de tal responsabilidad” que, lejos de significar lo que el todavía presidente ha hecho de él, “debería ser un ejemplo del respeto por los derechos y principios constitucionales y legales de la igualdad de género”.

El sindicato ha querido poner el foco, más allá del evidente machismo y de la perpetración de una acción no consentida, en la relación de poder existente entre el presidente de la RFEF y una futbolista de la selección, al ser Rubiales jefe de Hermoso. “Su conducta representa, una vez más, la inadmisible libertad mal entendida que desde un puesto de superioridad se toma hacia una subordinada”, reza el comunicado.

Por todos los motivos expuestos, UGT sentencia que el puesto “no puede ser ocupado por quienes siguen ejerciendo este tipo de comportamientos, propio de las cavernas y contrarios a nuestra normativa legal y a los principios de igualdad”. Además, ante la poco probable renuncia de Rubiales, el sindicato “demanda al Consejo Superior de Deportes que actúe de forma contundente en caso de que no dimita, procediendo a aplicar el protocolo de acoso de la Federación y de la Ley del Deporte”.

Los dos sindicatos mayoritarios unidos

Con el comunicado emitido este miércoles, UGT se suma al otro sindicato mayoritario, CCOO, quien ya había condenado la actuación. A través de las palabras de su secretario general, Unai Sordo, el sindicato tildó la actitud de Rubiales de "deplorable y reprobable", haciendo también hincapié en que "no deja de ser el presidente con una subordinada y, en una relación de poder, las personas no ejercen su libertad ni pueden comportarse en condiciones de iguales con su superior".

"Este hombre sobra en esa responsabilidad y le sobran ya minutos de ser presidente porque no se puede andar así por la vida. No puede ser presidente alguien con esas actitudes", sentenciaba Sordo en Radio Euskadi. Es "lamentable" que el hecho de que las futbolistas hayan alcanzado ese logro "lanzando un mensaje de empoderamiento y de ruptura de límites sea empañado por un personajillo de este calibre", ha lamentado, para finalizar cargando duramente contra Rubiales. “No debiera seguir ni un minuto más al frente de la RFEF esta gente es tan primaria que no entiende ni qué ha hecho mal”.

Nuevas acusaciones de abuso laboral y machismo

Rubiales ya era conocido por las cuestionables actuaciones que ha ido desarrollando estando al frente de la RFEF. Desde el escándalo de la supercopa, pasando por el uso de fondos de la federación para viajes privados, hasta acusaciones de su propio tío y ex jefe de gabinete por uso de dinero de la RFEF para la celebración de orgías. Ahora, al escándalo que ha copado portadas nacionales e internacionales se suman los detalles de una antigua denuncia por trato vejatorio y machista en el trabajo de la antigua directora de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

Tamara Ramos denunció hace diez años al dirigente por acoso laboral, asegurando que sufría “humillaciones, golpes [puñetazos encima de la mesa] y palabras que no puedo repetir por el horario en el que estamos”, denunciaba en Telecinco. “Me decía ‘venga a ver, que tú has venido aquí a ponerte las rodilleras’”, añade. De hecho, no eran las únicas palabras que recibía de Rubiales. “Me dijo: ‘¿De qué color traes hoy la ropa interior?’”.

La exdirectora ha denunciado que “es difícil enfrentarte”, especialmente “siendo mujer en un mundo de fútbol, que somos pocas”. El evidente machismo, unido al uso de la relaciones de poder en el trabajo, parece el modus operandi que Rubiales ha desarrollado durante años con sus subordinadas.