La inflación ha subido en abril una décima. La evolución de los precios continúa por encima de la barrera del 3% después de experimentar dos subidas consecutivas desde febrero, cuando se ubicaba en el 2,8%, y marca un 3,3%. No obstante, el valor del cuarto mes del año muestra una estabilización del índice, que marca valores en el entorno de los tres puntos porcentuales desde septiembre de 2023. En esta ocasión, la tasa se ha visto afectada por el aumento de los precios del gas y de los alimentos, por encima del mismo mes del curso pasado, y por la menor bajada del precio de la luz.

La buena noticia la presentan los precios del ocio y la cultura, que reducen sus precios en abril, frente a la subida del año anterior. A nivel mensual, los precios reflejan una tasa del 0,7% en comparación con el mes de marzo. Así, el Índice de Precios de Consumo (IPC) se ubica siete décimas por debajo del dato registrado hace un año, en abril de 2023, cuando marcaba un 4,1%. El valor adelantado este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) deberá ser confirmado el próximo 14 de mayo, fecha en la que se conocerán los componentes desgranados.

Con todo, la mejor noticia de este mes la presenta la inflación subyacente -aquella que no incluye los alimentos no elaborados ni la energía- que mantiene su senda descendente. La tasa con la influencia de los alimentos no elaborados y la energía descontados ha conseguido reducir otras cuatro décimas su porcentaje y, con un 2,9%, se sitúa ya por debajo del índice general, algo que no sucedía desde noviembre de 2022. Además, esta nota positiva representa el valor más bajo para la subyacente desde enero de 2022, cuando se mantenía en el 2,4%.

Pese al leve ascenso, desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa trasladan una valoración positiva, aludiendo a que los datos de inflación “siguen reflejando la capacidad de la economía española de compatibilizar el mayor crecimiento económico entre los principales países de la zona euro con una moderación de los precios y el mantenimiento del apoyo a los más vulnerables”. Además, desde la cartera liderada por Carlos Cuerpo apuntan que “la moderación gradual de la inflación se traduce en la mejora del poder adquisitivo de las familias y la competitividad de las empresas españolas”.

A la espera Europa

El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), valor al que atiende Bruselas para realizar sus estadísticas comparadas, también ha subido una décima en abril y se sitúa una por encima del valor nacional (3,4%). La variación mensual se eleva al 0,6% y habrá que esperar a la publicación definitiva del resto de países para conocer la posición que ocupa el país en Europa. Por el momento, el repunte de una décima propiciado por la peor evolución comparativa de determinados componentes aleja a España del 2% exigido por el Banco Central Europeo (BCE).

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El organismo presidido por Christine Lagarde decidió a mediados de mes volver a mantener los tipos de interés en su máximo histórico (4,5%). Si bien, el porcentaje de inflación exigido por el supervisor único es el resultado de la media de países que comparten el euro como divisa común, que actualmente marca un 2,4%. El Consejo de Gobierno del BCE se vio las caras el 11 de abril y no volverá a hacerlo hasta el 6 de junio, punto de inflexión para tomar una decisión. Antes, este miércoles, la Reserva Federal estadounidense (Fed) tomará una decisión.

El vicepresidente del organismo, Luis de Guindos, ya ha dejado caer que será en ese momento cuando bajen los tipos. "Para junio, creo que tenemos ideas muy claras de lo que deberíamos hacer en nuestra próxima reunión", ha confirmado el que fuera ministro de Economía durante los Gobiernos de Mariano Rajoy. No obstante, ha apostillado que esto se producirá "si las cosas continúan como han estado evolucionando últimamente”. De ser así, “estaremos listos para reducir las restricciones de nuestra postura de política monetaria".

Las proyecciones del BCE son positivas en lo referido a la inflación y Eurostat ha confirmado que el Producto Interior Bruto (PIB) del conjunto de países que comparten el euro como divisa común esquivó la recesión tras registrar un estancamiento en el cuarto trimestre respecto de los tres meses anteriores, cuando se contrajo un 0,1%, gracias a la aportación de Portugal y España. Sin embargo, para el organismo existen ciertos riesgos ajenos a la deriva internacional.