El asesinato de Mateo, el niño de tan solo 11 años apuñalado cuando jugaba al fútbol con unos amigos en el polideportivo de Mocejón, en Toledo, sigue consternando a toda España. Especialmente por el entierro del menor así como por las novedades que se van sucediendo a cuenta gotas desde que el pasado domingo ocurriera el terrible crimen a manos, supuestamente, de un joven de 20 años con problemas psicológicos que pasa los meses de verano en este pueblo toledano.
Una de las últimas noticias al respecto es el hallazgo de dos armas blancas muy cerca de la vivienda del padre de este, detenido este lunes tras intentar perseguir y agredir a otro vecino. En concreto, se han encontrado dos cuchillos en diferentes zonas de la localidad, uno a escasos 30 metros de la casa en la que vive el arrestado y otro en una zona algo más alejada. Pero son muchas las incógnitas que rodean este hallazgo dado que, en un primer rastreo, los agentes no vieron estos utensilios.
Lo que se sabe de las armas encontradas
Este miércoles ha sido fundamental en el caso del asesinato de Mateo, que ya ha sido enterrado en la más estricta intimidad, como solicitó expresamente la familia. Y es que unas horas antes una noticia sacudió el país: el hallazgo de dos armas blancas en Mocejón. La Guardia Civil continúa buscando el arma blanca utilizada en el terrible crimen a manos del joven de 20 años, que le asestó hasta 11 puñaladas tras agarrarle cuando estaba jugando al fútbol con un grupo de amigos.
Sin embargo, el hallazgo de dos cuchillos podría poner punto y final a la investigación. En concreto, uno de ellos se ha encontrado en un descampado a escasos 30 metros de la vivienda del padre del detenido, en la calle Dalí, por parte de un trabajador del servicio de limpieza que se encontraba en esa zona. Este fue sometido a una detección de restos biológicos humanos por un perro de la Guardia Civil, que no marcó como positivo. Con todo, todavía no se ha podido confirmar que estos restos correspondan a la pequeña víctima.
El otro fue encontrado muy cerca por dos agentes, y ante la atenta mirada de las cámaras de televisión. Es por eso que han surgido muchas dudas al respecto de este hallazgo, especialmente porque en un rastreo previo que llevó a cabo el Instituto Armado en esa misma zona no se detectó ninguno de estos dos utensilios de cocina. Uno de ellos parece ser un cuchillo "de untar", de acero inoxidable.
De hecho, una vecina ha llegado a sostener que este era suyo y que lo había dejado en el descampado, donde lo suele utilizar para cortar las malas hierbas. Lo más llamativo es que otra mujer, hermana de esta, ha declarado que el otro arma -este es de cocina, con sierra y mango de madera- era suyo. Este es precisamente el que ha detectado el perro con restos biológicos y "pudiera ser el arma del homicidio", ha llegado a sostener fuentes de la investigación.
Según ha publicado el diario El Mundo, una de estas dos hermanas ha revelado a los agentes que el día de la concentración por Mateo, tres horas después del asesinato, ellas estuvieron "trabajando en la pared". Presuntamente con uno de los cuchillos quitaron la pintura mientras con el otro cortaron la hierba, y ambos se los dejaron "olvidados" en el descampado. Por ahora, los policías se encuentran en pleno análisis de los objetos para dilucidar si es o no el arma homicida, así como en busca de otras posibles pistas por el pueblo.
A disposición judicial
Entre tanto, el presunto autor del crimen -que confesó los hechos- que se ha cobrado la vida de Mateo va a pasar este jueves a disposición judicial, tal y como han informado fuentes de la Guardia Civil. Por su parte, la autoridad judicial, en concreto, el Juzgado Número 3 de Toledo, de guardia en el momento de los hechos, mantiene el secreto de sumario sobre las actuaciones. Además, los peritos están trabajando en dilucidar si fue un posible delirio mental provocado por su discapacidad lo que motivó al chico a acudir en el campo de fútbol armado y agredir al menor.