Esta mañana Rocío Monasterio, la candidata de Vox para la Comunidad de Madrid, ha comparecido ante los medios para exigir un “acuerdo único” entre Partido Popular, Ciudadanos y ultraderecha para investir a Isabel Díaz Ayuso como presidenta, con la condición de que se deroguen las leyes contra la discriminación por razón de orientación e identidad sexual en el territorio. Algo que ella justifica con el discurso de reclamar la “libertad de educación y de pensamiento” y “la libertad educativa, el derecho de los padres a elegir el modelo que deseen para sus hijos”.

Si esto llegara a ocurrir, si Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado cedieran ante las imposiciones de la extrema derecha, supondría un retroceso para los derechos y libertades del colectivo LGTB.

Así lo ve Rubén López, vocal de la asociación Arcópoli y director del Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia, que ha hablado con ElPlural.com después de las declaraciones de Monasterio, y ha dicho esperar que esto no suceda, y que “el Partido Popular y Ciudadanos le den un no rotundo para no ir hacia atrás en derechos sociales”.

Según él, lo que Vox busca es “un retroceso social, una eliminación de los derechos que nos ha costado 40 años conquistar”, y que desde Arcópoli siguen trabajando dentro de la Comunidad de Madrid por la equiparación social y legal del colectivo y la erradicación de cualquier forma de LGTBfobia. “Trabajamos cada día nosotros como activistas y con las instituciones, y nuestro esfuerzo diario está en erradicar esta lacra”, nos explica.

La igualdad y la no discriminación por orientación sexual o identidad de género está respaldada por la Asamblea de Madrid, donde se votó a favor de la Ley LGTB, pero ahora “un corpúsculo radical de ultraderecha” está intentando “destruir los consensos” a los que se han llegado, y eso “hace mucho daño a las personas LGTB”, nos dice.

Cabe la posibilidad de que los partidos de derechas apoyen la propuesta de Vox, pero sería algo insólito teniendo en cuenta que han trabajado con Arcópoli codo con codo: “Hemos trabajado sobre todo con Ciudadanos en la ley LGTB, y para nosotros sería una sorpresa que ahora se echaran hacia atrás”, explica Rubén.

En el ámbito nacional, el colectivo LGTB cuenta con el respaldo de prácticamente todos los partidos políticos, excepto de la extrema derecha que entró al Congreso con 24 diputados, pero ahora mismo no es algo alarmante, ya que nos afirma que creen “que a este grupo lo que le gusta es llamar la atención, atentando contra nuestra dignidad y así tener titulares, sin darse cuenta de que realmente hacen mucho daño”.  

“Nuestros derechos están protegidos por la Constitución, y les recomiendo que si tanto la defienden se la lean de una vez”

Si el partido de ultraderecha sigue firme con estas ideas homófobas, será porque alguien los apoya, pero Rubén opina que “solo quien no cree en la igualdad, puede ver esto como positivo”, y que lo que busca la formación con esto es “rascar sus votos y llamar la atención de los medios”, lo que califica de “deleznable”. “Nuestros derechos están protegidos por la Constitución, y les recomiendo que si tanto la defienden se la lean de una vez”, nos dice.

El partido de extrema derecha ya cuenta con un largo historial de declaraciones que rechazan los derechos de las personas LGTB. Una de ellas fue la aceptación a las terapias para niños homosexuales. Rubén cree que con esto “buscan defender una libertad de odio”. “La libertad para someter a torturas a los adolescentes no es libertad, es una aberración”, además que “cualquier psicólogo o psiquiatra te dice que es una aberración y una tortura, sobre todo para un adolescente en una posición totalmente de vulnerabilidad”, declara, añadiendo que “están jugando con niños y niñas y no les importa que les hagan mucho daño y les traumaticen para toda su vida”.

Aunque Vox sea un grupo parlamentario que no tiene suficiente fuerza para llevar a cabo estas medidas por sí solo, y que el colectivo tiene el apoyo del resto de formaciones, “que haya grupos minoritarios que aticen esta homofobia, implica que nos queda mucho por delante”, recalca Rubén.