Parece que cada vez se habla más de ello, pero sin embargo todavía es necesaria mayor concienciación e información al respecto. Las bacterias resistentes a los antibióticos, en términos científicos "enterobacterias productoras de carbapenemasas (EPC)" y popularmente conocidas como "superbacterias", constituyen ya la nueva pandemia silenciosa de este siglo. Son la causa de alrededor de 4.000 muertes anuales en España, según la Agencia Española del Medicamento y suponen el centro del debate en muchos centros de investigación. 

Durante los últimos diez años, desde 2014 hasta hoy, las infecciones por este tipo de bacterias resistentes han aumentado un 12% en los hospitales de la Comunidad de Madrid, según los datos arrojados del último Informe epidemiológico de vigilancia EPC elaborado por la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, lo que se traduce en 8.067 nuevos casos en la última década

¿Dónde se producen las infecciones?

Pese a que todas las personas tenemos bacterias y podemos contagiarnos de otras nuevas, existen determinadas zonas donde este riesgo aumenta. En este sentido, según reflejan los datos la mayoría de las infecciones se producen en centros hospitalarios, dada la elevada presencia de personas inmunodeprimidas que son más susceptibles a infectarse, así como el uso intensivo de antibióticos que se da en estos centros y que ayuda a la formación de resistencias. Lo mismo sucede si se atiende a la edad de la persona, ya que cuanto más avanzada sea esta, más posibilidad hay de resultar infectado por este tipo de bacteria. De hecho, según los datos, los pacientes afectados en hospitales madrileños en la última década tenían de media 70 años. 

Por cifras, en 2023 el 66% de los casos de infecciones por bacterias resistentes se produjeron en hospitales de alta complejidad, es decir, aquellos con mayor cantidad de pacientes y mayores especialidades en diferentes patologías. En Madrid, un ejemplo de estos es el Hospital General Universitario Gregorio Marañón, con capacidad para tratamientos de oncología, trasplantes, cirugías y cuidados intensivos. 

Por su parte, los centros de media complejidad registraron el 17,6% de los casos y los de baja, el 6,4%. Además, los centros privados notificaron el 6,2% de las infecciones. 

Los casos más graves 

Pese a que existen multitud de antibióticos para tratar infecciones, estas superbacterias complican cada vez más la eficacia de estos. De hecho, ya existe un término para referirse a la patología que se da cuando las superbacterias se multiplican en la sangre: bacteriemia. Cuando esto se produce, la situación es grave ya que puede desencadenar en una sepsis, es decir, una infección generalizada en la sangre. En los últimos diez años, la tasa de bacteriemia por superbacterias en la Comunidad de Madrid fue de 9,1%.

Los datos reflejan además la diferencia de bacteriemias notificadas entre los hospitales públicos y los privados, siendo estos últimos donde más se detectan. Así pues, según los informes aportados por el sistema de vigilancia epidemiológica de la Comunidad de Madrid, entre 2014 y 2023, los pacientes de lo privado registraron una tasa del 14,1%. No obstante, también es cierto que si se atiende a los datos correspondientes únicamente al año pasado, en los públicos se alcanzó el 22,7%.

¿Las bacterias causan siempre infección?

En la batalla por difundir conocimiento para precisamente evitar caer en falsas noticias y creencias, los expertos trabajan por explicar cómo funcionan las bacterias. En este sentido, añaden que el portar una bacteria en el cuerpo no es sinónimo de infección. De hecho, nuestro cuerpo está repleto y nosotros nos beneficiamos de ellas en muchos aspectos. Por ello, señalan la diferencia entre dos términos: infección y colonización. Mientras que en el primero la persona despierta síntomas asociados a la enfermedad, en la segunda la bacteria permanece “dormida” sin que genere infección. 

Sobre esta última -la colonización- los datos del sistema de vigilancia señalan que en la última década se ha producido una notable disminución de estas. Mientras que en 2014 se registraron 1.339 casos, en 2023 tan solo fueron 933. 

Ante este panorama, que no apunta demasiado a la tranquilidad dada la elevada proliferación de superbacterias, tanto organismos de salud como instituciones públicas ya trabajan conjuntamente por hacer frente a ello y concienciar a la población de la importancia del buen uso de los antibióticos.