Con el brazalete que refleja su condición de capitán ajustado en el brazo izquierdo alzaba la copa al cielo de Alemania visiblemente emocionado. Álvaro Morata fue el encargado de levantar el trofeo que ahora acredita a España como vigente campeona de Europa, algo que no conseguía desde hacía 12 años.
Con el pitido final, se desataba la euforia. España entera, en cada rincón del país, saltaba de la emoción, la alegría y la celebración. Y en el Olímpico de Berlín, saltaban al campo jugadores, cuerpo técnico y familiares para celebrar, en vivo y en directo, la gesta recién conseguida. A los micrófonos y ante cámaras, uno de los protagonistas fue el capitán del conjunto nacional. Álvaro Morata ya se mostró especialmente emocionado en los últimos minutos del partido cuando Oyarzabal desencajó el marcador y aumentó todavía más si cabe el nervio en la afición y en el banquillo.
Con el título ya bajo del brazo, el capitán de la Selección española quiso dedicar parte de su agradecimiento a dos figuras del fútbol español que en anteriores hitos deportivos también fueron claves. Se acordó del hombre que en 2010 le dio el título de campeona del mundo a La Roja, Andrés Iniesta, y también de Bojan Krkic, ex jugador del Barcelona FC y actual coordinador del área de fútbol en ese mismo equipo.
Estas palabras especiales de agradecimiento encuentran su razón en algo que va más allá del propio deporte. Tanto Iniesta como Bojan atravesaron en su momento momentos duros a nivel personal y emocional. El primero sufrió una depresión en 2009 y el segundo atravesó momentos duros de ansiedad que lo dejaron fuera de poder disputar la Eurocopa de 2008. En este sentido, Morata señaló: “Me gustaría también dar las gracias aparte de a mi mujer y a muchas personas que trabajan conmigo, a Andrés Iniesta. Si no fuera por él no hubiera jugado esta Eurocopa, a Bojan también. Si no fuera por ellos no hubiera jugado esta Eurocopa. Seguro. Andrés y Bojan tienen gran culpa de que yo esté aquí en la Eurocopa”. Y añadía: “Solo puedo darles las gracias. Han pasado momentos como los que he pasado yo y siempre está la luz al final del túnel”.
Y es que el capitán del conjunto nacional no ha atravesado la mejor de sus temporadas, donde las lesiones físicas también han tenido un notable hueco. “No pasé una depresión, pero estuve cerca”, señalaba hace unos años Morata. De manera similar, esta faceta más personal del capitán, ya la ha mostrado en ocasiones anteriores. “Cuando estoy en el partido estoy concentrado y estoy haciendo mi trabajo, pero cuando me cambian tengo la sensación como si fuera el padre de cualquier jugador. Los padres de Mikel Merino el otro día llorarían; los padres de Lamine, también y creo que no hay que avergonzarse. Yo soy así, es mi personalidad y creo que no hay que avergonzarse de llorar por emociones positivas y ojalá que pueda llorar mucho más el domingo”, decía Morata en los días previos a la final.
Al margen de este especial agradecimiento, Morata también quiso mostrar su orgullo por todos y cada uno de los jugadores de la Selección y ensalzar el valor que ahora mismo hay en la Selección. “Agradecer a toda la gente que ha creído en nosotros, lo hemos sentido desde el primer momento. Mensajes positivos llevan a cosas positivas. Hemos visto cómo España creía en nosotros. Espero que estén orgullosos de esta selección, lo habéis visto, chavales con 17 años, 21, Zubimendi, Mikel, yo reivindicaba al principio de la Eurocopa que tenemos muchos cracks, hay que darle valor a España, tenemos al mejor país del mundo”. Preguntado sobre la sensación de alzar la copa como capitán añadió. “He pensado en todos los momentos que desde que tengo 14-15 años empecé a venir a la selección, es increíble, solo puedo dar las gracias a todo el mundo, a mis compañeros, mis entrenadores, sobre todo a los que nos han ayudado también para llegar hasta aquí”.